


Eran las nueve de la mañana, y Nasruddin seguía completamente dormido. El sol estaba en todo lo alto, los pájaros gorjeaban en las ramas, y el desayuno de Nasruddin se estaba enfriando. De manera que su mujer lo despertó. Nasruddin se espabiló furiosísimo:
― ¿Por qué me despiertas precisamente ahora? ―, gritó.
― ¿No podías haber aguardado un poco más?
― El sol está en todo lo alto ―, replicó su mujer, ― los pájaros gorjean en las ramas, y tu desayuno se está enfriando.
― ¡Qué mujer más estúpida! ―, dijo Nasruddin.― ¡El desayuno es una bagatela, comparado con el contrato por valor de cien mil piezas de oro que estaba a punto de firmar!―. De modo que se dio la vuelta y se arrebujó entre las sábanas durante un largo rato, intentando conciliar de nuevo el sueño y reanudar el contrato que su mujer había hecho añicos.
Ahora bien, sucedía que Nasruddin pretendía realizar una estafa en aquel contrato, y la otra parte contratante era un injusto tirano. Si, al recobrar el sueño, Nasruddin renuncia a su estafa, será un santo. Si se esfuerza denodadamente por liberar a la gente de la opresión del tirano, será un reformador.
Si, en medio de su sueño, de pronto cae en la cuenta de que está soñando, se convertirá en un hombre despierto y en un místico. ¿De qué vale ser un santo o un reformador si uno está dormido? 1 Ref.DE MELLO, Anthony. (1998). El canto del pájaro. Sal Terrae. Santander.

La conciencia es una capacidad o facultad humana que nos permite “darnos cuenta” de que somos seres que existimos, al mismo tiempo de que podemos sentir y percibir lo que está y sucede fuera de nosotros y dentro de nuestra mente. Y no solo “darnos cuenta”, sino también reflexionar, interpretar, valorar e imaginar lo que sucede fuera y dentro de nosotros.
Ser un inconsciente o comportarse como tal nos conduce siempre a toda una serie de dificultades y obstáculos para vivir en plena armonía y equilibrio con nosotros mismos y nuestras relaciones e interacciones con el medio social y natural, obstáculos que incluso pueden llegar a producir enfermedades y trastornos mentales, dado que sin conciencia o sin un desarrollo óptimo y equilibrado de la misma no podremos:
- Aprender y adaptarnos satisfactoriamente a situaciones y contextos nuevos.
- Pensar y organizar o estructurar nuestras observaciones o nuestras ideas y procesos mentales.
- Conocer a fondo una situación desde diversas perspectivas de observación y que tenderemos a observar únicamente aquello que concuerda con nuestra ideas o creencias previas.
- Construir una identidad propia y original, así como tampoco un armonioso autoconcepto y una equilibrada autoestima.
- Producir o generar ideas, objetivos, metas y proyectos, así como ejecutarlos y evaluarlos.
- Analizar causas y consecuencias, como tampoco tomar decisiones eficientes ya que seremos incapaces de anticipar las consecuencias de nuestras acciones.
- Controlar aquellas rutinas, hábitos, automatismos que de forma no consciente realizamos o pensamos en nuestra vida cotidiana. Sin conciencia es imposible el pensamiento crítico y autocrítico.
- Detectar posibles errores de nuestro pensamiento, nuestro comportamiento o nuestras decisiones.
- Desarrollar nuestro lenguaje interno que es el que nos permite autorregular o automonitorizar nuestro comportamiento analizando la idoneidad del mismo para cada situación.
- Abrir nuestra mente y nuestro corazón a valores afectivos, éticos y estéticos presentes y actuantes en la Naturaleza y la sociedad
- Abrir nuestro pensamiento y nuestro corazón a realidades o experiencias metafísicas que nos acercan a eso que conocemos como “espiritualidad”

Referencia