23.- ¡No, mi hijo está conmigo!

Línea LOTO de paz
¿CUÁLES SON TUS CREENCIAS?
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Un hombre tenía un hijo. Por determinados motivos se vio obligado a viajar y tuvo que dejar a su hijo en la casa. Unos bandoleros aprovecharon la ausencia del padre para entrar en la casa, robar, destrozarlo todo y llevarse al joven con ellos. Después incendiaron la casa. Al poco tiempo volvió el padre y se encontró la casa quemada. Buscó entre los restos y encontró unos huesos, que creyó que eran los de su hijo quemado.

Introdujo los huesos en un saquito que ató a su cuello. Llevaba el saquito de huesos junto al pecho. Jamás se separaba del saquito, al que abrazaba con entrañable afecto, convencido de que aquéllos eran los restos del muchacho. Pero el hijo consiguió huir de los bandoleros y llegó hasta la puerta de la casa en la que viviera ahora su padre. Llamó a la puerta. El padre, abrazado a su saquito de huesos, preguntó:

—¿Quién es?

—Soy tu hijo— repuso el muchacho.

—No, no puedes ser mi hijo, vete. Mi hijo ha muerto.

—No, padre, soy tu hijo. Conseguí escapar de los bandoleros. — El padre aprisionó aún más el saquito de huesos contra sí.

—He dicho que te vayas, ¿me oyes? Mi hijo está conmigo.

—Padre, escúchame, soy yo. —Pero el hombre seguía replicando:

—¡Vete, vete! Mi hijo murió y está conmigo. — Y no dejaba de abrazar el saquito de huesos.1 Ref.Calle, Ramiro. Cien narraciones espirituales para la transformación interior (Spanish Edition) Grupo Planeta. Edición de Kindle

Aferrarse, apegarse o depender de una idea, un concepto, una creencia, una ideología, una organización, una persona es la forma más sencilla para estar dormido, ciego o incapacitado para percibir lo más objetivamente posible la realidad. Y percibir lo más objetivamente posible la realidad exterior e interior es una de las exigencias indispensables para madurar como personas, lo cual evidentemente se consigue mediante la práctica del pensamiento crítico y autocrítico.

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One thought on “23.- ¡No, mi hijo está conmigo!

  1. Negar lo que nos trae la vida es tan contraproducente como fijar nuestra vida a un pensamiento.
    Aprender a levantar el vuelo consiste en desatarnos de las cadenas, pero lo mas importante es llegarlas a ver.
    Gracias Juan Miguel

Me encantaría que hicieras un comentario. Muchas gracias.