CUENTOS PARA MEDITAR (15) La tortuga vanidosa

Dos garzas y una tortuga se habían hecho muy amigas, porque las tres vivían a orillas de un lago donde diariamente podían saciar su sed. Pero un año las lluvias…

CUENTOS PARA MEDITAR (14) ¡No, mi hijo está conmigo!

Un hombre tenía un hijo. Por determinados motivos se vio obligado a viajar y tuvo que dejar a su hijo en la casa. Unos bandoleros aprovecharon la ausencia del padre…

CUENTOS PARA MEDITAR (13) El hombre que se disfrazó de bailarina

EL HOMBRE QUE SE DISFRAZÓ DE BAILARINA Se celebraba una fastuosa y concurrida fiesta en la corte real. El monarca esperaba con ansiedad el momento de la danza, pues era…

CUENTOS PARA MEDITAR (12) ¿Qué estás diciendo?

¿Qué estás diciendo? El Maestro Zen Mu-nan sabía que no tenía más que un sucesor: su discípulo Shoju. Un día le hizo llamar y le dijo: ─ «Yo ya soy…

CUENTOS PARA MEDITAR (11) Una nota de sabiduría

UNA NOTA DE SABIDURÍA Nadie supo lo que fue de Kakua después de que éste abandonara la presencia del Emperador. Sencillamente, desapareció. He aquí la historia. Kakua fue el primer…

CUENTOS PARA MEDITAR (10) El viejo músico

EL VIEJO MÚSICO En tiempos del califa Omar, había un viejo músico que amenizaba las reuniones de hombres de buen gusto. Con su hermosa voz, incluso al ruiseñor embriagaba. Pero…

CUENTOS PARA MEDITAR (9) El explorador

EL EXPLORADOR El explorador había regresado junto a los suyos, que estaban ansiosos por saberlo todo acerca del Amazonas. Pero ¿cómo podía él expresar con palabras la sensación que había…

CUENTOS PARA MEDITAR (8) La aguja

LA AGUJA Una mujer estaba llorando desconsoladamente mientras daba vueltas alrededor de un farol. Pasó por allí un hombre, la observó y le preguntó: —Buena mujer, ¿qué buscas? —Una aguja…

CUENTOS PARA MEDITAR (7) La pregunta de Dios

LA PREGUNTA DE DIOS Dios reunió a cuatro almas que iban en poco tiempo a encarnar. Les preguntó: —¿Qué deseáis para vuestra propia existencia? Una de las almas dijo: —Quiero…

CUENTOS PARA MEDITAR (6) El pobre ignorante

EL POBRE IGNORANTE Un hombre muy sencillo y analfabeto llamó a las puertas de un monasterio. Tenía deseos verdaderos de purificarse y hallar un sentido a la existencia. Pidió que…