El pasado en el futuro

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El pasado en el futuro

Comentarios a un ensayo de Daniel Innerarity

Por Leandro Sequeiros San Román

En un brillante ensayo (“El futuro en el pasado”) publicado en la red de comunicación Vocento (ver IDEAL de Granada, 29 de diciembre de 2024), Daniel Innerarity, Catedrático de Filosofía Política de la Universidad del País Vasco, sostiene que las perspectivas sombrías acerca del porvenir han transformado los modos del gobierno: de la planificación hemos pasado a la prevención.

Para el autor, la planificación esperaba conseguir objetivos positivos en el futuro y prometía una mejora del presente; la prevención, por el contrario, es una forma de gobierno escéptica en relación con el futuro. Y lo justifica:

“hoy, el porvenir se presenta como un espacio de posibles amenazas, desde los accidentes tecnológicos hasta las crisis ecológicas, las quiebras financieras, las futuras pandemias, las guerras y el endeudamiento de los Estados. De una sociedad perfectible hemos pasado a una sociedad frágil en que, en lugar de mejorar, amenaza con romperse”

Valoro positivamente el lúcido pero pesimista análisis de Innerarity. Pero, tal vez, pueda presentarse una perspectiva más ilusionante para el futuro. Si el autor opina que toda la sociedad civil europea piensa que volver al pasado es la solución para el futuro, existen (y han existido) otras opiniones más esperanzadoras.

Bajo el título “El porvenir del hombre”, volumen que recoge 24 ensayos del jesuita científico interdisciplinar Pierre Teilhard de Chardin (publicado en francés en 1959, y con traducción castellana en varias ediciones desde 1962), y escritos entre 1920 (“Nota sobre el Progreso”) y 1955, se proponen alternativas más optimistas para un mundo tan complejo como el actual.

Teilhard, que se definió a sí mismo como “Peregrino que llega desde el Porvenir” (escrito en una carta desde el Río Amarillo, 1923), podría ser una luz que ilumine un poco este mundo de tinieblas donde parece que la oscuridad ciega la luz de la esperanza. Escribe: “Peregrino que llega del porvenir, vuelvo de un viaje cumplido totalmente en el pasado”. Pierre Teilhard de Chardin, Cartas de Viaje. (Por el Río Amarillo, 1923).

La incertidumbre sobre el futuro de la humanidad angustia hoy a millones de personas que parecían haber perdido la esperanza. ¿Estamos ya en la sexta extinción anunciada por los paleontólogos que provocará, entre otras cosas, la desaparición de la especie humana? ¿Qué futuro nos aguarda? ¿Qué futuro tiene la humanidad? En esta situación, tal vez pueda ser de interés acudir a lo que un visionario, Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) intuía desde 1916, desde las trincheras de la primera Guerra Mundial, y que fue desarrollando durante cuarenta años, sobre el futuro de la Humanidad, de la condición humana. Y a pesar del terror de la crueldad de las batallas, mantuvo una actitud esperanzada.

En la obra de Teilhard, hace casi cien años, ocupa un lugar importante la preocupación por el mundo futuro, las nuevas tecnologías y que sociedad estaba emergiendo en el proceso de la evolución. De alguna manera, a lo largo de estos 35 años (entre 1920 y 1955) que ocupan los ensayos citados (desde que reemprende sus estudios universitarios hasta su fallecimiento) en el mundo pasaron muchas cosas.

El teólogo belga Norbert Max Wildiers (1904-1996) fue elegido por el Comité Científico y Comité General del Patronato para la publicación de las obras de Pierre Teilhard de Chardin para redactar unas palabras preliminares de presentación en cada uno de los doce volúmenes de sus obras publicadas desde 1955 en Éditions du Seuil, en París. Y así se han traducido al castellano en la edición de Taurus, en Madrid, dentro de su colección “Ensayistas de Hoy”. El volumen 26 de esta colección (cuya primera edición castellana El Porvenir del Hombre, es de 1962).

Para Wildiers, “en la obra de Teilhard de Chardin ocupa un lugar importantísimo el problema del porvenir del hombre”. Y prosigue: “Basta con hojear [tal vez debió traducir ojear] los escritos consagrados a este tema para descubrir inmediatamente que el problema le obsesionaba, y fue tan grande la magnitud del esfuerzo que consagró a su resolución que “por razones nacidas del progreso de su propia ciencia, habían dejado ya de interesarle el Pasado y su descubrimiento” (Carta del 8 de septiembre de 1935)”.

El objeto de las reflexiones de Teilhard no es el ser humano considerado como individuo, ni como representante de una cierta forma de vida o de cultura. Su punto de vista parte de su experiencia como geólogo y como paleontólogo. Es decir, es el punto de vista de un científico que se aplica a conocer la estructura y evolución del mundo, no solo mediante un análisis minucioso de los fenómenos más recónditos de la naturaleza, sino también – según Wildiers – mediante la investigación de los lazos que les unen formando un todo coherente e inteligible. “El fin último que
persiguen el geólogo y el paleontólogo estriba – según Wildiers – en aprehender la estructura del universo y la vida en sus dimensiones históricas”.

Pero, ¿cómo puede establecerse un conocimiento del porvenir humano a la escala de la especie? La respuesta de Pierre Teilhard de Chardin es clara: “El pasado – escribía en una carta el 8 de septiembre de 1935) – me ha revelado la construcción del porvenir… Precisamente para poder hablar con alguna autoridad del porvenir, es para mí esencial establecerme con más solidez que nunca como especialista del pasado”. Fiel a ese espíritu de la ciencia moderna, Teilhard se ha esforzado en estos textos por orientarnos hacia este mundo por construir: “La verdadera llamada del
cosmos
–nos dirá – es una invitación a participar conscientemente en el gran trabajo que se lleva a cabo en él; no es volviendo a descender por la corriente de las cosas como nos uniremos a su alma única, sino luchando con ellas por algún término por venir”. 1 Ref.“La Vida cósmica” (1916), En: La vida Cósmica. Escritos del tiempo de la guerra, 1916-1917, Trotta editorial, 2017, paginas 37-38

En Teilhard asistimos a una preocupación dominante por el “ultrahumano” o el futuro de la Humanidad. Este futuro humano se enmarca en un movimiento generalizado de convergencia a todos los niveles. Es un Proceso de convergencia psico-orgánica, característico de la Antropogénesis. Convergencia que viene impuesta por la misma aparición del “poder psíquico de reflexión” y su consecuencia primaria: el mecanismo de “orto-elección” (Autoevolución) en el doble marco de convergencia geográfica y social que impone la esfericidad misma de
nuestro planeta.

Aquí enlazamos con la divisa teilhardiana: “todo cuanto asciende, converge”, de valor reversible aún más exacto: todo cuanto converge, asciende. La generalización más completa de su pensamiento tiene lugar en 1951, con el ensayo
redactado el 15 de marzo: “Un umbral a nuestros pies: del Cosmos a la Cosmogénesis”. 2 Ref.En volumen VII. La activación de la Energía. (AE)Taurus, Madrid, 1965, Ensayistas de Hoy, nº 40.pág. 233-249.

Teilhard califica la dimensión evolutiva de “nuevo umbral mental”, “el acontecimiento intelectual” de nuestro
tiempo, “la percepción de un mundo en estado de desplazamiento orgánico sobre sí mismo, un paso mental del cosmos a la cosmogénesis”.

Tal vez, la reflexión sobre el pasado remoto del universo y de la humanidad puedan dar pistas para la construcción del futuro. A muchos de los lectores, estas ideas les parecerán pura palabrería. Pero en el fondo, late la esperanza en el ser humano y su capacidad y plasticidad para reestructurarse y tomar como sociedad civil el control de su futuro.

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LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN nació en Sevilla en 1942. Es jesuita, sacerdote, doctor en Ciencias Geológicas y Licenciado en Teología. Catedrático de Paleontología (en excedencia desde 1989). Ha sido profesor de Filosofía de la Naturaleza , de Filosofía de la Ciencia y de Antropología filosófica en la Facultad de Teología de Granada. Miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Zaragoza. Asesor de la Cátedra Francisco Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión de la Universidad Pontificia de Comillas. Presidente de la Asociación Interdisciplinar José Acosta (ASINJA).Es autor además, de numerosos libros y trabajos que se ofrecen gratuitamente en versión digital en BUBOK.
    En la actualidad reside en Granada continuando sus investigaciones y trabajos en torno a la interdisciplinaredad, el diálogo Ciencia y Fe y la transdisciplinariedad en la Universidad Loyola e intentando relanzar y promover la Asociación ASINJA que preside. Un nuevo destino después de haber trabajado solidariamente ofreciendo sus servicios de acompañamiento, cuidado y asesoramiento en la Residencia de personas mayores San Rafael de Dos Hermanas (Sevilla).
    La persona de Leandro Sequeiros es un referente de testimonio evangélico, de excelencia académica, de honestidad y rigor intelectual de primer orden. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento más sentido por honrar con sus colaboraciones este humilde sitio de KRISIS.

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