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La trágica historia del pueblo palestino (y 5)
Sanciones contra Israel
Ante la postura de Israel de no dar su brazo a torcer a las demandas de las altas instituciones internacionales para detener la guerra genocida contra Gaza, que ya ha ocasionado más de 47.000 muertos, no hay otra alternativa que pasar de las palabras a los hechos, recurriendo a las sanciones.
La UE no ha querido meterse de lleno en tomar unas decisiones que considera excesivas, a pesar de la barbarie israelí. Ha dado unos pasos, y eso es importante, adoptando un paquete de sanciones contra los colonos extremistas y violentos que ocupan Cisjordania y las ha ampliado también a la organización que bloquea la llegada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. La imposición de medidas restrictivas, que supone la congelación de los fondos y la prohibición de viajar a territorio comunitario, se ha adoptado por unanimidad de los estados miembros.
Y no es para menos, porque una actitud de indiferencia ante la masacre que no cesa haría perder a la UE su credibilidad como declaró Borrell tajantemente.
Las nuevas sanciones incluyen a cinco personas y tres entidades a las que acusa de vulnerar de forma “grave y sistemática” los derechos humanos en Cisjordania, incluyendo “abusos contra el derecho de toda persona a disfrutar del más alto nivel posible de integridad física y mental, el derecho a la propiedad, el derecho a la vida privada y familiar, a la libertad de religión o creencias y el derecho a la educación”, según recoge el Consejo de la UE en un comunicado.
Entre las organizaciones incluidas en las sanciones se encuentra el grupo violento Tzav 9, que desde enero de este año bloquea la ayuda de convoyes con ayuda humanitaria, agua, comida y combustible destinados a la Franja de Gaza. Soldados israelíes informaban a esos extremistas violentos de la localización de los camiones para facilitar los ataques.
El listado también incluye a colonos acusados de perpetrar actos de violencia contra la población palestina, que ya figuran en las sanciones de otros países, como Reino Unido. “Desde su granja, Moshe Sharvit participó en actos de violencia y amenazas contra los residentes palestinos de las comunidades de pastores cercanas a su puesto de avanzada en Cisjordania. Su acoso físico y verbal contra estas comunidades se ha intensificado desde octubre de 2023”, señala el comunicado.
“El Consejo también incluyó en la lista a Zvi Bar Yosef por haber atacado y cometido actos de violencia en repetidas ocasiones contra palestinos de varias aldeas, causando heridas graves a algunos de ellos”, agrega la nota sobre otro de los sancionados. También se incluye a los líderes de organizaciones violentas, como Baruch Marzel, quien “llama abiertamente a una limpieza étnica de los palestinos”.
Órdenes de arresto emitidas por el CPI
Los Jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) emitieron el jueves 21 de noviembre órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, contra su anterior ministro de Defensa, Yoav Gallant, y contra el comandante militar de Hamás, Mohammed Deif.

Los jueces de la CPI afirmaron que encontraron evidencia “razonable” para afirmar que los tres eran responsables de presuntos (¿por qué presuntos, como si no hubiera evidencias palpables de esos crímenes?) crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que habrían sido cometidos durante la guerra entre Israel y Hamás.

Tanto Israel como Hamás rechazaron las acusaciones.
La oficina del primer ministro israelí dijo que “rechaza totalmente las acusaciones falsas y absurdas de la Corte Penal Internacional”.
Además, tildó la decisión de la CPI como antisemita. Cuando lo cierto, pienso yo, es que las acusaciones de la CPI no persiguen una penalización étnica sino delictiva, lo contrario de lo que persiguen los israelíes con su mente de limpieza étnica palestina.
“El primer ministro, Benjamín Netanyahu, no cederá a las presiones y seguirá persiguiendo todos los objetivos que Israel se ha propuesto alcanzar en su justa guerra contra Hamás y el eje terrorista iraní”, añadió.
El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó de “escandalosa” la decisión de la cámara y dijo que la CPI había “convertido la justicia universal en un hazmerreír universal”.
“La decisión ha elegido el lado del terror y el mal por sobre la democracia y la libertad, y ha convertido el propio sistema de justicia en un escudo humano para los crímenes de Hamás contra la humanidad”, añadió. ¡Qué vergüenza de personajes, parecen venidos de otro planeta!
Dependerá de los 124 estados miembros de la CPI -dentro de los que no se encuentran ni Israel ni Estados Unidos- decidir si ejecutan o no las órdenes.
La CPI es parte del sistema judicial internacional desde 2002 y está facultada para perseguir a los autores de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio en el territorio de los Estados que han suscrito el Estatuto de Roma, por el que se fundó.
La emisión de las órdenes de detención “es un duro golpe para la posición internacional de Israel, para los dos individuos nombrados y, más específicamente, para los continuos esfuerzos israelíes por presentar su campaña militar en Gaza como una lucha entre las fuerzas del bien y del mal.
Los israelíes están consternados porque, a sus ojos, el mundo parece haber olvidado o pasado por alto las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre del año pasado”, señala un alto cargo israelí
DOCUMENTO: Yuval Noah Harari sobre la guerra contra Gaza.
Yuval Noah Harari es un historiador y escritor israelí, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Como señaló Yuval, autor del bestseller mundial Sapiens, en un artículo periodístico, Netanyahu y sus aliados políticos han llevado a Israel al borde de la destrucción. “Hasta ahora, no han mostrado ni arrepentimiento por sus errores pasados ni la más mínima intención de cambiar de rumbo. Si siguen así arrastrarán al abismo, junto con nosotros, a todo Oriente Próximo. Tras la atroz masacre del 7 de octubre, el gobierno de Netanyahu se ha centrado en la venganza. Ni ha liberado a los rehenes ni ha desarmado a Hamás. Peor aún, ha infligido deliberadamente un desastre humanitario a los 2,3 millones de palestinos de la Franja de Gaza, socavando de paso la base moral y geopolítica de la existencia de Israel. Es demasiado fácil acusar de antisemitismo a quienes no quieren olvidar que el nacimiento del Estado de Israel se fundó sobre la limpieza y el exilio de los palestinos. O a quienes ven un riesgo de genocidio o limpieza étnica en el castigo colectivo masivo infligido a la población de Gaza desde hace siete meses”.
CONCLUSIÓN
Todos estos pasos, a pesar de ser importantes, no son suficientes porque no han conseguido detener a la fiera, que continúa con su intención imparable de llevar a cabo en Gaza y Cisjordania una matanza étnica. Borrell ve con ojos pesimistas la situación, pero no se atreve a proponer utilizar la fuerza o medidas más contundentes, aunque sería la mejor opción, como cerrar embajadas, limitar el comercio y por encima de todos cerrar el grifo a la venta de armas.



JOSÉ MELERO PÉREZ, nació en Madrid el 15 de septiembre de 1941. Está licenciado en Psicología y en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona. Profesor jubilado. Actualmente escribe en su blog OJO CRÍTICO; en la sección “Entre Todos” de El Periódico. y en la revista electrónica “Religión Digital” a la que pertenece este artículo.
Vaya desde aquí mi más sincero agradecimiento por participar en este humilde sitio que es KRISIS.