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Las mujeres fueron las primeras apóstoles en proclamar la resurrección de Cristo
31-3-24 Domingo de Pascua. Varias mujeres, entre las que se encontraban Mª Magdalena y María madre de Santiago, fueron las primeras en acudir a la tumba donde había sido enterrado Jesús. La encontraron vacía y se convirtieron en las primeras apóstoles en proclamar la resurrección de Jesús y en comunicárselo a los apóstoles varones , que se mostraron incrédulos.
A pesar de esa misión encomendada a las mujeres, estas fueron silenciadas e invisibilizadas por la Iglesia, en un mundo en el que las mujeres debían guardar silencio y dedicarse a los hijos y a los maridos a los que tenían que obedecer. Pablo de Tarso implantó ese pensamiento patriarcal en las comunidades cristianas que dirigió, como muestran varias citas de sus cartas.

1 Corintios 11:5
Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada.
1 Corintios 11:13
Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta?
1 Corintios 14:35
Y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa; porque no es correcto que la mujer hable en la iglesia.
Efesios 5:22
Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor.
1 Timoteo 2:11
Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia.
1 Timoteo 2:12
Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada.
1 Pedro 3:1
Asimismo, vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres
No cabe la menor duda, por tanto, que esa marginación de la mujer va en contra del mensaje de Jesús que otorgó a la mujer una dignidad de la que carecía en la sociedad en la que vivió, defendiendo siempre el trato igualitario a hombres y mujeres.
Sin embargo, la Iglesia, optó por el patriarcado y lo ha mantenido durante 2.000 años, sin dar signos de convertirse al pensamiento cristiano, prefiriendo continuar asentada en el patriarcado de signo tradicional pero no evangélico. El papa Francisco ha reconocido que hay que darle más protagonismo a la mujer, pero sin afectar seriamente al patriarcado eclesial. Así lo ha confirmado al dar a las mujeres la posibilidad, todavía sin corroborar, de ser nombradas diaconisas, el grado inferior de la clerecía.

El papa, por tanto, se reafirma en conceder a las mujeres el escalafón inferior de la clerecía, oponiéndose a que accedan al sacerdocio y menos aún al obispado como ocurre en otras confesiones cristianas. Con esa actitud, el papa quiere dejar bien claro que la mujer no merece ponerse al mismo nivel que el hombre, considerando en consecuencia que el patriarcado es la mejor apuesta para la evangelización, sin reconocer que está equivocado.
¿Cuántos años tardará todavía la Iglesia en convertirse al cristianismo en este y en otros aspectos? Para una mujer que se precie le resulta más satisfactorio pertenecer a una sociedad democrática que reconoce la igualdad de género en el acceso a las cotas más altas profesionales y de poder que en la Iglesia.

JOSÉ MELERO PÉREZ, nació en Madrid el 15 de septiembre de 1941. Está licenciado en Psicología y en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona. Profesor jubilado. Actualmente escribe en su blog OJO CRÍTICO; en la sección “Entre Todos” de El Periódico. y en la revista electrónica “Religión Digital” a la que pertenece este artículo.
Vaya desde aquí mi más sincero agradecimiento por participar en este humilde sitio que es KRISIS.
El diaconado a las mujeres puede ser un primer paso hacia una Iglesia en la que haya igualdad entre hombres y mujeres. Sospecho que un cambio demasiado brusco en este sentido podría dar lugar a rupturas en la iglesia católica.
Sí que resultaría un primer paso, aunque sin perder de vista que es el grado inferior de la jerarquía, y que por tanto mantendría a la mujer en una situación de inferioridad. Aún así, todavía no se ha establecido el diaconado femenino, lo que resulta desesperante, a pesar de no ser un cambio brusco. Un saludo.
Todo es complicado cuando no atendemos el dictamen de nuestra conciencia. La parte oscura (la inmóvil, la que no hace camino al andar, la del poder, la del patriarcado, la del miedo a la libertad y a la igualdad) se resistirá y utilizará toda la fuerza a su alcance para que nada cambie, para seguir con el poder de controlar las mentes de los sometidos, sin tener en cuenta el daño personal y social que provoca. Jesús, según San Mateo 15:14, tiene un mandato claro: “Déjenlos, pues son ciegos que guían a otros ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo”. ¡Déjenlos, sí, déjenlos, que con su pan se lo coman!. Son dignos de compasión. Es más, esos ciegos obvian su propio “Catecismo de la Iglesia Católica” cuando habla de la conciencia: https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a6_sp.html. El problema no es que se rompa la iglesia una vez más. El problema es que haya una parte importante de humanidad que siga con los ojos tapados y esclavos de un poder eclesiástico que provoca tanto sufrimiento al discriminar a la mujer culturalmente; lo de menos son los ministerios, porque estos son símbolos organizativos de una institución. ¡Ojalá que creyentes o no creyentes, de las distintas confesiones, superemos el miedo que nos paraliza!. “El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre” dice Aristóteles y creo que no hay conquista mayor que la de la libertad de conciencia.
La buena conciencia es el mejor tesoro que tenemos, y nuestro primer deber es no permitir que los poderes políticos, religiosos o económicos nos la manipulen con la finalidad de ponerla a su servicio. La buena conciencia no es inmovilista, arraigada a la tradición como hace la Iglesia, sino que está siempre en movimiento en busca de la verdad. En Religión Digital tengo un blog que precisamente tiene por nombre :”Se hace camino al andar”. Este es el enlace. Saludos.
https://www.religiondigital.org/se_hace_camino_al_andar-_jose_melero_perez/