A ELLAS me dirijo…
Soy mujer, cada día más crecida,
cada día más clarividente,
cada día más dirigente en el manejo de mis alas,
que suben y bajan,
¡que van!
Serán los años,
la lucidez que me acarrea autodominio, cincelado hasta encontrarme,
escudriñarme entre la belleza
donde habita la blanca verdad…
¡esa!
que me enamora como cosa alguna.
La verdad y su conquista,
motivo de mis desvelos,
al anhelo del deshecho de lo agrio,
de los slogans insulsos
de las consignas dislocadas
que apalean
con mal gusto
a la mejor, mayor y mas sublime: inteligencia de la mujer.
¡Esa!,
utilizada para iluminar la verdad;
asida a los rizomas del amor
de lo que –tanto ella sabe–
porque serpentea y lo siente,
por sus venas,
por su mente
por sus pechos
por su vientre… su vientre…
Y seguiré abanicando, lúcida mi mirada, osada en lo que quiera, con el ansia de la igualdad por conquista, establecida en un camino llano, sin pedruscos.
A ellas me dirijo,
a ellas que no fueron entendidas, que no fueron respetadas, que fueron magulladas por el veneno del dominio, encallado en los recovecos de los cerebros podridos.
Y mis alas…
que se abren y van
que abanican y van
que van y que vienen
hoy avivan las cenizas de las mujeres que ya no tienen grito,
aunque sus almas pululan,
con nombres y apellidos,
entre los versos que he escrito… y más.

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Desde que era una niña ya me gustaba escribir y leer. Todo lo que fuera crear me atraía. Era inquieta, activa, osada y curiosa, algo que fue tomando forma cuando fui mayor, después de criar a mis hijos, cuando comencé a tener un hueco libre en mi mente. Entonces desperté a una necesidad dormida en mi alma. Comencé a acudir a talleres de escritura y poesía, hasta que el Ayuntamiento de Camas me publicó mi primer libro de poesía titulado Los lirios, siembra de Dios, Diosa. Fueron mis primeros y sencillos versos, fruto, principalmente, de mis paseos por los preciosos Cerros de Camas. Pasados unos años, publicado por la Editorial Seleer, vio la luz mi primer libro de relatos, Cuidar a los pies del Cielo.
He pertenecido a la Asociación de Escritores Aldea y he asistido a un denso y apasionante taller de escritura creativa. Fruto de dicho taller he finalizado mi primera novela, pendiente de publicación.
A lo largo de estos años he recibido ocho premios literarios. Entre ellos el primer certamen de relatos cortos organizado por la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Camas, con el título “El magnolio, mi madre y yo”, o el Primer Certamen de Cartas de Amor “Rumayquilla”, organizado por el Centro Cívico Itimad.
Hasta aquí y resumidamente, algo de mi persona y mi trayectoria literaria.
Por lamujer, por la poesía, por la libertad.
Una anhelada cojunción.