
AQUÍ NADIE ES MÁS QUE NADIE
Por José Matías Gil
AQUI nadie es más que nadie,u003cbru003eaunque digan lo contrariou003cbru003eel tabernero, el tendero,u003cbru003eel maestro, el boticario.u003cbru003eu003cbru003eAquí hemos nacido todosu003cbru003ey aquí tienen que enterramos.u003cbru003eDe fuera llegan los curas.u003cbru003eMédicos, veterinariosu003cbru003enunca fueron de esta parte;u003cbru003eun día se presentaronu003cbru003econ más orgullo que cienciau003cbru003ey, gruñendo y recetando,u003cbru003eamontonaron riquezau003cbru003eque sudó el hombre del campo,u003cbru003ecompraron lindo automóvil,u003cbru003episo en la ciudad y, cuandou003cbru003etuvieron hijos crecidos,u003cbru003ese fueron y nos quedamosu003cbru003een el pueblo los de siempreu003cbru003eni más cultos ni más sanos.u003cbru003eu003cbru003eNadie de aquí juntó comou003cbru003epara tener un criado;u003cbru003esí hay algunas ambicionesu003cbru003ey, a veces, nos envidiamosu003cbru003evanidades, sutilezas;u003cbru003epero proclamamos altou003cbru003eque todos somos igualesu003cbru003ey no queremos tiranos.

MATÍAS GIL, José. Romances andaluces.
Gallo de Vidrio. Sevilla. 1981. Pág. 78.