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Aunque este libro lo terminé a mediados de 2023, lo dejé abierto a nuevas modificaciones como consecuencia de nuevas lecturas sobre esta temática que tuve la oportunidad de concretar a partir de mi colaboración en una serie de charlas en el Centro AMARA de Camas (Sevilla). En consecuencia, lo cerré a mediados del pasado año 2024.
En cuanto a los libros anteriores, los puedes leer o descargar aquí.

PRESENTACIÓN
En el conjunto de la obra de Maria Cándida Moraes, las referencias a la importancia y transcendencia de las emociones y los sentimientos son numerosas y continuas (Moraes, 1997; 2003; 2008; 2021). En todas ellas, nuestra autora nos demuestra la ineludible necesidad de contemplar la intervención y el papel fundamental que juegan nuestras emociones, sentimientos y afectos en la práctica docente, ya sea para referirse a los nuevos presupuestos ontológicos de su “Nuevo paradigma educativo”, como a la necesidad de incorporar las emociones para la creación de ambientes educativos más saludables y motivadores.
En este sentido, uno de los ejes transversales de toda la obra de la doctora María Cándida, además de los relativos a la fundamentación ontológica, epistemológica y metodológica de un nuevo tipo de Educación, es sin duda lo que ella misma denomina “Recancantamento da educação”. Un reencantamiento que implica intervenir en diversos ámbitos del saber y del hacer educativo. Así por ejemplo, nos dice:
A su vez, esta necesidad de volver a encantarnos, entusiasmarnos y comprometernos con la Educación solamente puede hacerse mediante la comprensión, el desarrollo y el compromiso con la emoción más trascendente de todas: el amor. Amor, que para la doctora Moraes, es en realidad un fenómeno biológico, psicológico, social y cultural que atraviesa todas las acciones y conductas humanas, especialmente aquellas que promueven y muestran virtudes como la generosidad, el altruismo, la fraternidad y la solidaridad. En sus propias palabras:
Em consecuencia con lo anterior, es evidente que no podemos aprender y enseñar el amor en nuestras instituciones educativas, si al mismo tiempo no estimulamos, fomentamos y proporcionamos espacios de convivencia en los que sea posible la generosidad, la bondad, la incondicionalidad, la cooperación, la solidaridad y la colaboración. Si el aprendizaje en la escuela es un acto exclusivamente individual, competitivo, de acumulación, de apropiación sin que sea posible la práctica de la solidaridad y la cooperación, será imposible también construir y aplicar una pedagogía del amor. Y en este punto no podemos olvidar que, sin acción, sin conducta concreta y observable, sin hechos, sin ejercicio voluntario, sin decisiones libres, el amor no puede aparecer y desarrollarse.
Aunque ya tendremos oportunidad en otro volumen de analizar esta emoción trascendente y transversal que es el amor, hemos creído sumamente importante detenernos con cierta profundidad en la importancia y el papel que juegan todas las emociones y sentimientos humanos, no solo en los procesos de enseñanza-aprendizaje y orientación-desarrollo, sino también en la vida de cualquier persona. Y es que de lo que no cabe ninguna duda es que las emociones y sentimientos son los motores, no solo de la conducta humana en general, sino también del aprendizaje, la enseñanza y las prácticas docentes en particular.
A partir de aquí esta obra la hemos estructurado en seis amplios capítulos que en líneas generales describen y analizan lo que se conoce como “Universo afectivo” 3 Ref.MARINA, José A.; LÓPEZ, Marisa. Diccionario de los sentimientos. Barcelona: Anagrama, 2001. dejando para más adelante el estudio del control y la autorregulación emocional y la necesidad de educar y formar emocionalmente al profesorado. Obviamente, todo este volumen intenta ofrecer nuevos fundamentos de carácter emocional, sentimental y afectivo, al nuevo tipo de educación que hemos denominado “Educación Transdisciplinar”
En el capítulo primero titulado “Afectos, emociones y sentimientos” analizamos conceptualmente el significado de estos términos y nos adentramos en describir las leyes de la emoción y los tipos de emociones, así como los sentimientos y el término acuñado por los doctores Saturnino de la Torre y Maria Cándida Moraes de “Sentipensar” 4 Ref.MORAES, Maria C.; TORRE, Saturnino de la. Sentipensar: fundamentos e estratégias para reencantar a educação. Rio de Janeiro: Wak Editora, 2015..
El segundo capítulo está dedicado íntegramente a describir y analizar el constructo denominado “Inteligencia Emocional” deteniéndonos en los modelos de Mayer-Salovey, Daniel Goleman y Reuven Bar-On, siendo este último al que dedicamos una mayor atención e interés.
Posteriormente, en los capítulos 3 y 4 nos detenemos ampliamente en el estudio de las emociones destructivas tales como el apego insano, el miedo, la ira y la culpa, pero desde un punto de vista puramente descriptivo, sin entrar y profundizar en aquellas estrategias y procedimientos que pueden permitirnos controlar y gestionar dichas emociones.
En el quinto capítulo describimos y analizamos con toda la profundidad que nos han permitido los recursos bibliográficos de los que hemos dispuesto, el que podría denominarse nuevo paradigma psicológico de “La Psicología Positiva”. Para ello nos adentramos en las aportaciones de Barbara Fredickson, Martin Seligman y Mihaly Csikszentmihalyi.
Finalmente, en el sexto y último capítulo titulado “Educación Emocional: pensando en el profesorado” hacemos una incursión en la ineludible necesidad de formación y educación emocional del profesorado, ofreciendo algunas pistas generales sobre la misma que desarrollaremos en un volumen posterior.
Así pues, en la confianza, el deseo y la esperanza de que estas páginas puedan servir a cualquier persona para su propio autoconocimiento, así como contribuir a la formación del profesorado y a lo que el prestigioso y reconocido educador y pedagogo Rubem Alves denomina “La alegría de enseñar” 5 Ref.ALVES, Rubem. La alegría de enseñar. Barcelona: Octaedro, 1996. recibid mi saludo más cordial y agradecido por detenerse en la lectura de estas páginas.
Juan Miguel Batalloso Navas.
>Camas (Sevilla) a 8 de enero de 2025.
Referencia



Lo que afirmas en este libro ya lo predijo Aristóteles en el siglo IV a.C. Según él, la educación no debe limitarse al desarrollo intelectual, sino que debe abarcar aspectos emocionales, sociales , afectivos y morales (conjunto de valores como el esfuerzo, la solidaridad…) . Decía que la educación tenía que ir dirigida no solo al intelecto sino también al corazón (sentimientos, emociones y afectos). Una educación, afirmaba rotundamente, no dirigida al corazón, no era una auténtica educación.
Muchísimas gracias, José. Un fuerte abrazo