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LA ALEGRÍA (15)
Concentración correcta
Por Juan Miguel Batalloso Navas
Como es sabido, la concentración es el proceso mental voluntario mediante el cual enfocamos, centramos o fijamos la máxima atención en un objeto de la realidad, en una actividad, una tarea o en nuestros propios fenómenos mentales. En la práctica budista significa tomar plena conciencia de nuestro cuerpo, nuestras sensaciones, percepciones y pensamientos.
Para el Maestro Thich Nhat Hanh existen dos tipos de concentración: la concentración activa y la concentración selectiva. La concentración activa que pone toda la atención en lo que sucede o lo que sentimos y experimentamos en el momento presente: «…El viento silba entre el bambú y el bambú baila. Cuando el viento cesa el bambú se sume en la quietud…» 1 Ref.HANH, Thich Nhat. El corazón de las enseñanzas de Buda. Barcelona: Planeta, 2018. Edición Kindle, p. 116. La concentración activa pues, es la atención exclusivamente centrada en el momento o el instante presente contemplando y sintiendo todo lo que estamos recibiendo del medio exterior o del medio interior. Desde mi punto de vista, concentrarse profundamente en las sensaciones que experimentamos cuando contemplamos en silencio, quietud, desapego y relajación, ya sea un objeto o un fenómeno de la Naturaleza, ya sean sonidos, olores o colores, o ya sea una música, una imagen o un cuadro, accedemos a experiencias únicas de gozo, satisfacción y alegría.
La concentración selectiva, al contrario de la concentración activa que observa, contempla y experimenta todo lo que percibimos o está a nuestra disposición a través de todos nuestros sentidos, se focaliza en un objeto específico, en un detalle de este, en un aspecto concreto de una determinada tarea o un determinado aspecto de un acontecimiento o de un hecho. Tanto en la concentración activa como en la selectiva la clave para practicarla reside por un lado en una actitud de apertura incondicional y sin juicio y por otro en mantener y sostener la atención sin que haya nada que la perturbe o distraiga.
Para los budistas la Concentración Correcta es aquella que conduce a la felicidad y también a la Acción Correcta, de modo que cuanto más alto sea el grado o nivel de concentración en nuestros procesos de pensamiento, más posibilidades hay de eliminar tanto nuestros pensamientos irracionales como las emociones destructivas a las que nos conducen y por tanto obtendremos más y mejor alegría. Como dice Thich Nhat Hanh: «…Cuanto más alto sea el grado de concentración, mejor será la calidad de nuestra vida…» 2 Ref.Hanh, 2018, p. 117.
Para practicar la concentración existen numerosos procedimientos y ejercicios, no obstante, el ejercicio más importante y fundamental por el que se inician todos los procesos de meditación es la concentración en nuestra respiración. En este sentido, nos dice Jack Kornfield:
Continuará…
Juan Miguel Batalloso Navas, es Maestro de Educación Primaria y Orientador Escolar jubilado, además de doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, -España–.
Ha ejercido la profesión docente durante 30 años, desarrollando funciones como maestro de escuela, director escolar, orientador de Secundaria y formador de profesores.
Ha impartido numerosos cursos de Formación del Profesorado, así como Conferencias en España, Brasil, México, Perú, Chile y Portugal. También ha publicado diversos libros y artículos sobre temas educativos.
Ha sido miembro del Grupo de Investigación ECOTRANSD de la Universidad Católica de Brasilia y pertenece al Consejo Académico Internacional de UNIVERSITAS NUEVA CIVILIZACIÓN, donde ofreció el Curso e-learning: ‘Orientación Educativa y Vocacional’.
En la actualidad, casi todo su tiempo libre lo dedica a la lectura, escritura y administración del sitio KRISIS cuya temática general está centrada también en temas educativos y transdisciplinares. Su curriculum completo lo puedes ver AQUÍ
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