MI MUNDO A LOS 80 AÑOS (11): Las puertas para traspasar las fronteras

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MI MUNDO A LOS 80 AÑOS (11):
Las puertas para traspasar las fronteras

Por Leandro Sequeiros San Román

En un universo enigmático no es fácil traspasar las fronteras del conocimiento. Para Greene existen unas puertas que nos favorecen el poder llegar a un conocimiento racional basado en la filosofía, las ciencias y la tecnología. De modo simplificado hemos considerado seis puertas de acceso al conocimiento de la realidad. Desde nuestro punto de vista- como veremos- algunas de ellas son demasiado estrechas y postulamos ampliarlas.

La puerta del reduccionismo

Greene se manifiesta abiertamente “reduccionista” en muchos de los textos de su libro. Siendo de formación matemática y física, no es de extrañar que el procesamiento de la información en su cerebro sea reduccionista. La lógica matemática y consecuentemente, la lógica de la física (hoy sometida a la rígida formalización de las matemáticas) es casi siempre rigurosamente reduccionista: el todo se explica por la suma de las partes. Y la resolución de los problemas se realiza metodológicamente “reduciendo” el todo a sus partes menores

 A lo largo de la historia (utilizando el mismo concepto de Greene) no cabe otro modo de acceso a la realidad que no sea el reduccionista. Al no tener formación (ni experiencia investigadora) en los campos de las Ciencias de la Vida o de las Ciencias de la Tierra), Greene queda anclado en el pensamiento reduccionista.

Escribe:

“Esto surgió más bien de mi profundo compromiso con el reduccionismo que sostiene que si entendemos completamente el comportamiento de los ingredientes fundamentales del universo, podemos narrar una historia rigurosa y completa de la realidad” 1 Ref.Página 144, y “¿Qué ocurre en el interior del cuerpo de un conejo que hace que ese conjunto de partículas sea tan profundamente distinto de la colección de partículas que constituye una roca? Este es el tipo de preguntas que se plantea un físico. Estos científicos suelen ser reduccionistas, así que tienden a buscar explicaciones de los fenómenos complejos que se basen en las propiedades e interacciones de los constituyentes más simples”. 2 Ref.Página 88

Esa misma epistemología reduccionista está presente al acceder al estudio de la mente y la conciencia:

“Para iluminar la conciencia nos enfrentamos, pues, a dos retos distintos pero relacionados. ¿Puede la materia, por sí sola, producir las sensaciones que infunden conciencia? ¿Es posible que nuestro sentido de autonomía consciente no sea más que el resultado de la acción de las leyes de la física sobre la materia que constituye el cerebro y el cuerpo?” 3 Ref.Página 148

Desde nuestro punto de vista, esta perspectiva – como sucede en la epistemología de Greene- se queda corta de miras. No es que rechacemos la posibilidad de que el reduccionismo pueda dar respuesta a problemas físicos y matemáticos, pero si veremos que no es capaz – desde nuestra perspectiva- a dar respuesta a problemas cuya base filosófica es la complejidad, el holismo y la sistémica. Es necesario avanzar más.

Pero a pesar de su toma de postura reduccionista, está abierto – como nosotros – a otras posibilidades:

“Los misterios profundos piden ser clarificados por medio de una colección de relatos encajados. Sea reduccionista o emergente, matemática o figurativa, científica o poética, solo conseguimos enriquecer nuestra comprensión cuando enfocamos las preguntas desde varias perspectivas distintas”. 4 Ref.Página 90

El mismo Greene lo reconoce:

“El relato reduccionista proporciona conocimiento importante pero limitado. Reconocemos, por ejemplo, que estamos hechos de la misma sustancia y gobernados por las mismas leyes que todas las estructuras materiales. Pero es en un relato de nivel superior, en el relato humano, donde vivimos nuestras vidas”. 5 Ref.Página 185

Tal vez la puerta del diálogo no esté cerrada del todo..

Entropía y darwinismo: la puerta epistemológica

La segunda puerta es esta: desde la epistemología reduccionista de Greene es lógico que los grandes paradigmas que pueden explicar desde la perspectiva científica los procesos evolutivos del universo, la vida y la mente humana son los relacionados con la entropía y el darwinismo.

Como en la puerta anterior, no negamos que la entropía y el darwinismo no sean paradigmas explicativos fuertes de la realidad natural. Pero consideramos que son insuficientes. No todos los procesos naturales (y sociales, aunque estos no entran en el tratamiento de Greene) se explican acudiendo a lo que él llama paso a dos: la entropía físico-química y el darwinismo ortodoxo. Es más: desde un punto de vista riguroso, sería criticable la interpretación que Greene hace de lo que es “entropía” y de lo que es el “darwinismo”. Pero de estos temas ya se ha tocado en otras ocasiones en nuestro blog.

Estos textos de Greene son ilustrativos y merecen un comentario que dejamos a los lectores:

“La entropía total, que incluye la del entorno, aumenta, pero el bombeo continuo de energía al sistema nos permite alimentar y mantener orden por medio de un paso a dos entrópico sostenido. La descripción de Prigogine se asemeja a la explicación física, que se remonta a Schrödinger, de cómo consiguen los organismos eludir la degradación entrópica (…) Los resultados de Prigogine proporcionaron una articulación matemáticamente precisa de su eslogan, orden a partir del caos”. 6 Ref.Página 136  “Esto nos llevará a examinar la vida desde la perspectiva termodinámica, de tan amplia aplicación, (…) y revelaremos que los seres vivos comparten un profundo parentesco no solo entre ellos, sino también con las estrellas y las máquinas de vapor: la vida es una manera más que tiene el universo de liberar la entropía potencial encerrada en la materia”. 7 Ref.Página 93

Para Greene (afirmación que compartimos) no se entiende la realidad del universo sin afirmar la dimensión evolutiva, irreversiblemente cambiante de la realidad. Pero al considerar solo la versión darwinista de la evolución, Greene está reduciendo sus posibilidades epistemológicas. Escribe:

“La evolución por medio de la selección natural es, como se sabe, el principal motor de la transformación gradual de los sistemas vivos, pero entra en juego mucho antes de que las primeras formas de vida comiencen a competir”. 8 Ref.Página 20“Ya está cobrando forma un relato científico general sobre el origen de la vida. Una vez que las moléculas adquieren la capacidad de replicarse, las mutaciones y errores aleatorios alimentan el darwinismo molecular y empujan los productos químicos resultantes a ascender por el vector fundamental de la eficacia biológica, de la fitness.” 9 Ref.Página 130. “La evolución, de acuerdo con Darwin, guía el desarrollo de estructuras, de las moléculas a las células y los organismos pluricelulares complejos” 10 Ref.Página 132

Desde nuestro punto de vista, sin negar el papel de la termodinámica, y en especial de la entropía, y de la evolución de corte darwinista para una explicación racional y científica del universo y de la vida, es necesario ir más adelante. Somos partidarios de ampliar nuestra mirada a otras explicaciones científicas. Por una parte, no solo es un problema de entropía. Existen otros factores científicos complejos que intentan explicar el misterio de la vida. Y por otra parte, aceptando que no podemos prescindir de la visión evolutiva del mundo, hay otras explicaciones científicas que van más allá del darwinismo y que incluso lo incluyen como parte de una explicación más amplia.

Procesamiento de la información versus emergentismo

Consecuente con una perspectiva reduccionista y una arquitectura del universo basada en los dos paradigmas: el de la entropía y el de la evolución darwinista, la historia del cosmos, según Greene, se explica perfectamente acudiendo a la teorías del procesamiento de la información: la materia incluye dentro de sí una información que – sobre todo al llegar a los seres vivos- es “procesada” al igual que lo hace un computador.

Escribe:

“Tal vez nuestros escarceos creativos (…) emerjan de la capacidad cerebral, surgida de la selección natural pero exageradamente activa, de detectar patrones y organizarlos de una forma coherente” (página 23). -Este texto es más explícito:- “El futuro que tendemos a imaginar (…) está poblado de las cosas que nos importan. La evolución empujará la vida y la mente a adoptar toda suerte de formas sustentadas en todo tipo de plataformas: biológicas, computacionales, híbridas, y quién sabe qué más”. 11 Ref.Página 24

Greene es más diáfano al referirse al ser humano y a la mente:

“Algunos seres vivos adquirieron conciencia de sí mismos y, como es natural, se preguntaron qué es la conciencia y cómo surge: ¿cómo puede llegar a pensar y sentir un remolino de materia sin mente? Varios investigadores, como veremos en el capítulo 5, defienden una explicación mecanicista. (…) Otros creen que nos enfrentamos a un reto mucho mayor, y argumentan que la conciencia es el más arduo de los enigmas a los que nos enfrentamos, y requerirá de perspectivas radicalmente nuevas no solo respecto a la mente, sino también en relación a la propia naturaleza de la realidad” (Página 21).- Y prosigue:- “En el capítulo 6 examinamos la adquisición del lenguaje y la consiguiente obsesión por contar historia; en el capítulo 7 nos ocupamos de un particular género de relatos que presagian y sirven de transición hacia las tradiciones religiosas”. 12 Ref.Páginas 22-23

Insiste en el pensamiento computacional:

“Lo que me pregunto es si el fenómeno del pensamiento, sustentado por un cerebro humano o por una computadora inteligente o por partículas entrelazadas que flotan en el vacío o por cualquier otro proceso físico que resulte ser relevante, puede persistir un tiempo arbitrariamente largo en el futuro”. 13 Ref.Página 25

Y concluye:

“Mi intención es utilizar ahora todo ese conocimiento [sobre el BigBang y el origen del cosmos] para comprender cómo un universo con una entropía cada vez mayor, destinado a un desorden cada vez mayor, crea por el camino una gran cantidad de orden”. 14 Ref.Página 71

La puerta del fisicalismo versus la sistematicidad

Greene, desde su perspectiva de matemático y físico tiene su mente científica entrenada para contemplar solo desde un punto de vista reduccionista, y por tanto fisicalista, la realidad:

“Muchas de las capacidades cerebrales heredadas moldean predilecciones más que acciones definidas. Estamos influidos por estas predisposiciones, pero la actividad humana surge de combinar tendencias conductuales con nuestra compleja, deliberativa y autorreflexiva mente. Por ello, nos guiará también un segundo faro, diferente pero no menos importante, que se enfoca en la vida interior que llega de nuestras sofisticadas capacidades cognitivas. (…) La habilidad de manipular el entorno deliberadamente nos brinda la capacidad de cambiar nuestro punto de vista, de suspendernos sobre la línea del tiempo para contemplar lo que fue, para imaginar lo que será”. 15 Ref.Páginas 22-23

Dentro de este contexto fisicalista son explícitos estos textos:

“De modo muy parecido a como el proverbial equipo de monos que teclean letras al azar durante décadas no conseguirán escribir más que “ser o no ser”, el azar ciego no conseguiría crear las proteínas específicas que requiere la vida. (…) La síntesis de proteínas requiere de un software celular. Y estas instrucciones existen dentro de cada célula. Están codificadas en el ADN, la molécula de la vida, cuya estructura geométrica descubrieron Watson y Crick”. 16 Ref.Página 111

Greene ha resaltado entre comillas estos dos textos, como formulación de una tesis personal:

“Todos los seres vivos codifican las instrucciones para fabricar las proteínas del mismo modo”. 17 Ref.Página 112 y “Todos los seres vivos resuelven del mismo modo el problema de la extracción y distribución de la energía”. 18 Ref.Página 113

Un programa de investigación que, como veremos ahora, queda corto..

Inmanencia versus trascendencia: la quinta puerta

La mente reduccionista y además fisicalista de Greene raramente puede concebir realidades que van más allá de lo que es accesible a los sentidos. Escribe:

“Una respuesta repetida a lo largo de los tiempos (…) es que el orden fue labrado en el caos por una inteligencia suprema. (…) Pero una buena exégesis de la segunda ley [de la termodinámica] nos lleva a entender que un diseñador inteligente es innecesario”. 19 Ref.Páginas 61-62

El punto de partida de Greene es bien claro:

“Que el cerebro es un húmedo y almenado manojo de células que se ocupan de procesar información nadie lo discute”. 20 Ref.Página 163

El autor (Greene) matiza mucho algunas de sus afirmaciones que parecen abrir posibilidad para el diálogo:

“No quiero decir con ello que el cambio evolutivo siga un plan cuidadosamente diseñado que progresa de forma gradual y eficiente, página a página, desde los organismos a los complejos. Al contrario, la evolución por medio de la selección natural se describe mejor como innovación por ensayo y error. Las innovaciones surgen de combinaciones y mutaciones aleatorias del material genético”. 21 Ref.Página 123

La postura reduccionista y fisicalista de Greene se acentúa cuando desarrolla una explicación para la mente humana, la conciencia, la libertad, la trascendencia y la posibilidad de sentido religioso para la vida:

“En algún momento, entre las primeras células procariotas de hace cuatro mil millones de años y las noventa mil millones de neuronas del cerebro humano, entrelazadas en una red de cien billones de conexiones sinápticas, surgieron las facultades de pensar y sentir, amar y odiar, temer y anhelar, sacrificar y adorar, imaginar y crear; unas capacidades nuevas que producirían logros espectaculares, pero también indecible destrucción” 22 Ref.página 141
“La conclusión es que nuestro cerebro coordina subrepticiamente todo un prodigio de regulación, funcionalidad y exploración de datos (…) La cuestión es que nuestras mentes albergan toda una diversidad de sensaciones internas, pensamientos, emociones, recuerdos, imágenes, deseos, sonidos, olores y tantos otros, todos los cuales forman parte de lo que entendemos por conciencia”. 23 Ref.Página 150
“Entonces, ¿cómo consigue un torbellino de partículas en el interior de la cabeza, pues solo eso es el cerebro, crear impresiones, sensaciones y sentimientos? El filósofo Thomas Nagel [muy crítico con los reduccionismos], nos brindó un evocador relato de esta brecha explicativa. (…) Por muy detallado que sea nuestro conocimiento material, el mundo interior del murciélago queda fuera de nuestro alcance”. 24 Ref.Página 152

Greene explora las opiniones de diversos autores para una explicación reduccionista de la mente y de la conciencia:

“En 1994 en Tucson, David Chalmers, un joven filósofo australiano (…) subió a la tarima durante un congreso anual sobre la conciencia y describió este déficit como el “problema difícil” de esta. (…) A su entender, no solo carecemos de puente entre las partículas sin mente y la experiencia mental, sino que fracasaremos si intentamos tenderlo ayudados por los planos del reduccionismo, es decir, a partir de las partículas y leyes que constituyen la base fundamental de la ciencia tal como la conocemos”. (Páginas 153-154). “Al revitalizar creencias pan psíquicas con raíces históricas que se remontan a la antigua Grecia, Chalmers contempla la posibilidad de que la conciencia sea relevante para todo aquello que está hecho de partículas, ya se trate del cerebro de un murciélago o de un bate de béisbol” 25 Ref.Página 161

 En un intento de buscar explicaciones reduccionistas al pensamiento afirma:

“Entonces, ¿qué distingue la clase de procesamientos de información que da origen a la conciencia? Esta es una de las preguntas que guían al psiquiatra y neurocientífico Giulio Tononi, a quien se ha unido en su búsqueda el neurocientífico Chrstof Kock, y conjuntamente han desarrollado un enfoque conocido como teoría de la información integrada” 26 Ref.Página 164. -Y concluye:-
“La propuesta de Tononi eleva estas observaciones a una característica definitoria: “La conciencia es información altamente integrada y altamente diferenciada” 27 Ref.página 165

Pero Greene parece que se adhiere a una propuesta que es una “explicación fisicalista de cabo a rabo” que proporciona “uno de los enfoques más esclarecedores del misterio de la conciencia”. 28 Ref.Página 167.

Greene acude a otros autores para fundamentar sus tesis. Con el epígrafe “La mente moldea a la mente”, escribe Greene:

“La teoría de la conciencia del neurocientífico Michael Graziano comienza con un par de cualidades bien conocidas del funcionamiento del cerebro que todos podemos aceptar con facilidad. 29 Ref.Página 167 “Su tesis central [de Graziano] es que, por muy atentos que estemos a los detalles, nuestras representaciones mentales siempre están enormemente simplificadas. (…) Cuando nuestra atención no se dirige a coches, a avalanchas o terremotos, sino que se centra en animales o humanos, también creamos representaciones mentales esquemáticas parecidas” 30 Ref.páginas 168-169 -y apunta:-
“Cuando el cerebro ejerce su afición por las representaciones esquemáticas simplificadas sobre sí mismo, sobre su propia atención, la descripción resultante hace caso omiso de los procesos físicos responsables de esa atención. Por eso los pensamientos y las sensaciones parecen etéreas, como si vinieran de la nada, como si se hallaran suspendidas en la cabeza”. 31 Ref.Página 170

Desde el punto de vista filosófico, nuestra postura es similar a la propuesta por el profesor Carlos Beorlegui 32 Ref.Llamados a ser libres, Las dimensiones antropológicas de la libertad. UCA editores, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (San Salvador), 2020, 445 páginas. “Pero la mente humana – escribe Beorlegui – se descubre también capaz de superar la mera inmanencia de lo real para abrirse a otras dimensiones posibles, más allá de las leyes naturales. Es el mundo de la cultura con todas sus facetas, desde la filosofía a la ética y  la religión”. Pero deja bien claro que es una “posibilidad”, no una “necesidad”. De ahí la necesidad de una educación de las dimensiones no cientificistas del ser humano.

Esto es lo que nos permite acercarnos lo que puede llamarse “dimensión trascendente” del ser humano, y yendo más allá, acercarnos a la posibilidad de la dimensión “religiosa”, e incluso teísta y aun cristiana del ser humano 33 Ref.capítulo octavo, “La dimensión trascendente de la libertad”, páginas 367-414. Como indica Beorlegui, “El ser humano (…) con su capacidad de pensar, de describir simbólicamente la realidad, y de construir un lenguaje simbólico sobre la realidad como instrumento de comunicación con los otros, es el único animal ( yo añadiría, la única máquina de Inteligencia Artificial) que posee la capacidad de abrirse a la cuestión del ser y del sentido, y, por ello mismo, a la cuestión del fundamente único de la realidad34 Ref.Introducción, página XXI. El autor es cuidadoso en el lenguaje y nunca utiliza la palabra “necesidad” sino “posibilidad”.

Laicismo versus religión: la sexta puerta medio abierta

En esta rápida síntesis de las propuestas de Brian Greene, llegamos a la sexta puerta que puede abrirnos la frontera. ¿Tiene algún sentido hablar de religión, de espiritualidad, de Dios en el contexto de la ciencia? ¿No será mejor – siguiendo a Wittgenstein – callar y no decir nada de lo que no se puede experimentar? La postura de Greene es, a menudo, ambigua. Por una parte, no se cierra a que el ser humano, pueda ser religioso por razones darwinistas: “La tesis es que existe características inherentes al cerebro humano modeladas durante cientos de miles de años por la incansable batalla por la supremacía evolutiva, que nos predisponen a la convicción religiosa35 Ref.Página 229.

Pero para Greene, los sentimientos religiosos son también producto de la selección natural darwinista: fomentan la cohesión social del grupo humano y por ello su supervivencia debido a la cooperación:

“Tras desarrollar ideas propuestas a principio del siglo XX por el sociólogo Émile Durkheim, algunos investigadores, como el biólogo evolucionista David Sloam Wilson, llevan aún más lejos este papel adaptativo [de las religiones]. La religión también es una narración, una historia enriquecida con doctrinas, rituales, costumbres, símbolos, arte y normas de conducta. Al envolver en el aura de sagrado este tipo de actividades, la religión amplía el club del parentesco; permite la entrada a individuos no emparentados que de este modo sienten que forman parte de un grupo con fuertes vínculos. Aunque el solapamiento genético sea mínimo, estamos predispuestos a trabajar juntos y protegernos unos a otros gracias a la religión que nos une”. 36 Ref.Página 233

Greene reconoce que

“Algunas mentes extraordinarias, escasas en número pero presentes en todas las épocas, modeladas todas ellas por la naturaleza y, algunas, por una imaginada inspiración divina, descubrirían nuevas maneras de articular lo trascendental. Sus odiseas creativas expresarían una forma de la verdad que se sitúa más allá de la deducción o la validación, y que presta su voz a cualidades definitorias de la naturaleza humana que permanecen calladas hasta que se sienten” 37 Ref.Página 260

Pero sigue preguntándose: ¿por qué creer en Dios?:

“Y eso plantea una pregunta: ¿hay alguna razón para creer en un ser invisible y todopoderoso que construyó el universo, que escucha y responde a nuestras plegarias, que está pendiente de lo que hacemos y decimos, y que reparte premios y castigos?” 38 Ref.Página 248

Y prosigue:

“Reconozco que es una posibilidad que no se puede descartar. En la medida que la supuesta influencia de un dios no modifique en modo alguno la progresión de la realidad que tan bien describen las leyes matemáticas, ese dios será compatible con todo lo que observamos”. 39 Ref.Página 254

Conclusiones

Tanto la CátedraCTR como ASINJA postulamos que es razonable, oportuno, conveniente y necesario el diálogo, el encuentro y la formulación interdisciplinar de la posible armonía entre las cosmovisiones de la ciencia, la tecnología, la filosofía y las tradiciones religiosas.  

Coincidimos con Greene en estar seducidos por la aventura del saber:

“A lo largo del viaje, brillará el espíritu humano del descubrimiento. Somos exploradores ambiciosos e intentamos comprender una vasta realidad. (…) Sin embargo, por medio del lenguaje y el relato, el arte y el mito, la religión y la ciencia, hemos aprovechado nuestra pequeña parcela del desapasionado, incesante y mecánico despliegue del cosmos para dar voz a nuestra omnipresente necesidad de coherencia, valor y significado”. 40 Ref.Página 30

El denso estudio de Brian Greene nos abre seis puertas para superar fronteras. Pero desde nuestro punto de vista, su excesivo apego al reduccionismo fisicalista y la consiguiente dificultad para abrir espacio a la trascendencia pone trabas a abrir de par en par las puertas de acceso que trascienden las fronteras. Este diálogo con los científicos y filósofos que mantienen epistemologías cerradas a las visiones holísticas y sistémicas del mundo se mantiene abierto. Forma parte de los objetivos intelectuales que nos hemos fijado.

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LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN nació en Sevilla en 1942. Es jesuita, sacerdote, doctor en Ciencias Geológicas y Licenciado en Teología. Catedrático de Paleontología (en excedencia desde 1989). Ha sido profesor de Filosofía de la Naturaleza , de Filosofía de la Ciencia y de Antropología filosófica en la Facultad de Teología de Granada. Miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Zaragoza. Asesor de la Cátedra Francisco Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión de la Universidad Pontificia de Comillas. Presidente de la Asociación Interdisciplinar José Acosta (ASINJA).Es autor además, de numerosos libros y trabajos que se ofrecen gratuitamente en versión digital en BUBOK.
    En la actualidad reside en Granada continuando sus investigaciones y trabajos en torno a la interdisciplinaredad, el diálogo Ciencia y Fe y la transdisciplinariedad en la Universidad Loyola e intentando relanzar y promover la Asociación ASINJA que preside. Un nuevo destino después de haber trabajado solidariamente ofreciendo sus servicios de acompañamiento, cuidado y asesoramiento en la Residencia de personas mayores San Rafael de Dos Hermanas (Sevilla).
    La persona de Leandro Sequeiros es un referente de testimonio evangélico, de excelencia académica, de honestidad y rigor intelectual de primer orden. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento más sentido por honrar con sus colaboraciones este humilde sitio y nuestro más sincero deseo que se recupere definitivamente pronto y podamos celebrar con alegría y esperanza su 80 cumpleaños. ¡ Adelante siempre querido Maestro !.

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