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MI MUNDO A LOS 80 AÑOS (11):
Las puertas para traspasar las fronteras
Por Leandro Sequeiros San Román
En un universo enigmático no es fácil traspasar las fronteras del conocimiento. Para Greene existen unas puertas que nos favorecen el poder llegar a un conocimiento racional basado en la filosofía, las ciencias y la tecnología. De modo simplificado hemos considerado seis puertas de acceso al conocimiento de la realidad. Desde nuestro punto de vista- como veremos- algunas de ellas son demasiado estrechas y postulamos ampliarlas.
La puerta del reduccionismo
Greene se manifiesta abiertamente “reduccionista” en muchos de los textos de su libro. Siendo de formación matemática y física, no es de extrañar que el procesamiento de la información en su cerebro sea reduccionista. La lógica matemática y consecuentemente, la lógica de la física (hoy sometida a la rígida formalización de las matemáticas) es casi siempre rigurosamente reduccionista: el todo se explica por la suma de las partes. Y la resolución de los problemas se realiza metodológicamente “reduciendo” el todo a sus partes menores.
A lo largo de la historia (utilizando el mismo concepto de Greene) no cabe otro modo de acceso a la realidad que no sea el reduccionista. Al no tener formación (ni experiencia investigadora) en los campos de las Ciencias de la Vida o de las Ciencias de la Tierra), Greene queda anclado en el pensamiento reduccionista.
Escribe:
Esa misma epistemología reduccionista está presente al acceder al estudio de la mente y la conciencia:
Desde nuestro punto de vista, esta perspectiva – como sucede en la epistemología de Greene- se queda corta de miras. No es que rechacemos la posibilidad de que el reduccionismo pueda dar respuesta a problemas físicos y matemáticos, pero si veremos que no es capaz – desde nuestra perspectiva- a dar respuesta a problemas cuya base filosófica es la complejidad, el holismo y la sistémica. Es necesario avanzar más.
Pero a pesar de su toma de postura reduccionista, está abierto – como nosotros – a otras posibilidades:
El mismo Greene lo reconoce:
Tal vez la puerta del diálogo no esté cerrada del todo..
Entropía y darwinismo: la puerta epistemológica
La segunda puerta es esta: desde la epistemología reduccionista de Greene es lógico que los grandes paradigmas que pueden explicar desde la perspectiva científica los procesos evolutivos del universo, la vida y la mente humana son los relacionados con la entropía y el darwinismo.
Como en la puerta anterior, no negamos que la entropía y el darwinismo no sean paradigmas explicativos fuertes de la realidad natural. Pero consideramos que son insuficientes. No todos los procesos naturales (y sociales, aunque estos no entran en el tratamiento de Greene) se explican acudiendo a lo que él llama paso a dos: la entropía físico-química y el darwinismo ortodoxo. Es más: desde un punto de vista riguroso, sería criticable la interpretación que Greene hace de lo que es “entropía” y de lo que es el “darwinismo”. Pero de estos temas ya se ha tocado en otras ocasiones en nuestro blog.
Estos textos de Greene son ilustrativos y merecen un comentario que dejamos a los lectores:
Para Greene (afirmación que compartimos) no se entiende la realidad del universo sin afirmar la dimensión evolutiva, irreversiblemente cambiante de la realidad. Pero al considerar solo la versión darwinista de la evolución, Greene está reduciendo sus posibilidades epistemológicas. Escribe:
Desde nuestro punto de vista, sin negar el papel de la termodinámica, y en especial de la entropía, y de la evolución de corte darwinista para una explicación racional y científica del universo y de la vida, es necesario ir más adelante. Somos partidarios de ampliar nuestra mirada a otras explicaciones científicas. Por una parte, no solo es un problema de entropía. Existen otros factores científicos complejos que intentan explicar el misterio de la vida. Y por otra parte, aceptando que no podemos prescindir de la visión evolutiva del mundo, hay otras explicaciones científicas que van más allá del darwinismo y que incluso lo incluyen como parte de una explicación más amplia.
Procesamiento de la información versus emergentismo
Consecuente con una perspectiva reduccionista y una arquitectura del universo basada en los dos paradigmas: el de la entropía y el de la evolución darwinista, la historia del cosmos, según Greene, se explica perfectamente acudiendo a la teorías del procesamiento de la información: la materia incluye dentro de sí una información que – sobre todo al llegar a los seres vivos- es “procesada” al igual que lo hace un computador.
Escribe:
Greene es más diáfano al referirse al ser humano y a la mente:
Insiste en el pensamiento computacional:
Y concluye:
La puerta del fisicalismo versus la sistematicidad
Greene, desde su perspectiva de matemático y físico tiene su mente científica entrenada para contemplar solo desde un punto de vista reduccionista, y por tanto fisicalista, la realidad:
Dentro de este contexto fisicalista son explícitos estos textos:
Greene ha resaltado entre comillas estos dos textos, como formulación de una tesis personal:
Un programa de investigación que, como veremos ahora, queda corto..
Inmanencia versus trascendencia: la quinta puerta
La mente reduccionista y además fisicalista de Greene raramente puede concebir realidades que van más allá de lo que es accesible a los sentidos. Escribe:
El punto de partida de Greene es bien claro:
El autor (Greene) matiza mucho algunas de sus afirmaciones que parecen abrir posibilidad para el diálogo:
La postura reduccionista y fisicalista de Greene se acentúa cuando desarrolla una explicación para la mente humana, la conciencia, la libertad, la trascendencia y la posibilidad de sentido religioso para la vida:
“La conclusión es que nuestro cerebro coordina subrepticiamente todo un prodigio de regulación, funcionalidad y exploración de datos (…) La cuestión es que nuestras mentes albergan toda una diversidad de sensaciones internas, pensamientos, emociones, recuerdos, imágenes, deseos, sonidos, olores y tantos otros, todos los cuales forman parte de lo que entendemos por conciencia”. 23 Ref.Página 150
“Entonces, ¿cómo consigue un torbellino de partículas en el interior de la cabeza, pues solo eso es el cerebro, crear impresiones, sensaciones y sentimientos? El filósofo Thomas Nagel [muy crítico con los reduccionismos], nos brindó un evocador relato de esta brecha explicativa. (…) Por muy detallado que sea nuestro conocimiento material, el mundo interior del murciélago queda fuera de nuestro alcance”. 24 Ref.Página 152
Greene explora las opiniones de diversos autores para una explicación reduccionista de la mente y de la conciencia:
En un intento de buscar explicaciones reduccionistas al pensamiento afirma:
“La propuesta de Tononi eleva estas observaciones a una característica definitoria: “La conciencia es información altamente integrada y altamente diferenciada” 27 Ref.página 165
Pero Greene parece que se adhiere a una propuesta que es una “explicación fisicalista de cabo a rabo” que proporciona “uno de los enfoques más esclarecedores del misterio de la conciencia”. 28 Ref.Página 167.
Greene acude a otros autores para fundamentar sus tesis. Con el epígrafe “La mente moldea a la mente”, escribe Greene:
“Cuando el cerebro ejerce su afición por las representaciones esquemáticas simplificadas sobre sí mismo, sobre su propia atención, la descripción resultante hace caso omiso de los procesos físicos responsables de esa atención. Por eso los pensamientos y las sensaciones parecen etéreas, como si vinieran de la nada, como si se hallaran suspendidas en la cabeza”. 31 Ref.Página 170
Desde el punto de vista filosófico, nuestra postura es similar a la propuesta por el profesor Carlos Beorlegui 32 Ref.Llamados a ser libres, Las dimensiones antropológicas de la libertad. UCA editores, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (San Salvador), 2020, 445 páginas. “Pero la mente humana – escribe Beorlegui – se descubre también capaz de superar la mera inmanencia de lo real para abrirse a otras dimensiones posibles, más allá de las leyes naturales. Es el mundo de la cultura con todas sus facetas, desde la filosofía a la ética y la religión”. Pero deja bien claro que es una “posibilidad”, no una “necesidad”. De ahí la necesidad de una educación de las dimensiones no cientificistas del ser humano.
Esto es lo que nos permite acercarnos lo que puede llamarse “dimensión trascendente” del ser humano, y yendo más allá, acercarnos a la posibilidad de la dimensión “religiosa”, e incluso teísta y aun cristiana del ser humano 33 Ref.capítulo octavo, “La dimensión trascendente de la libertad”, páginas 367-414. Como indica Beorlegui, “El ser humano (…) con su capacidad de pensar, de describir simbólicamente la realidad, y de construir un lenguaje simbólico sobre la realidad como instrumento de comunicación con los otros, es el único animal ( yo añadiría, la única máquina de Inteligencia Artificial) que posee la capacidad de abrirse a la cuestión del ser y del sentido, y, por ello mismo, a la cuestión del fundamente único de la realidad” 34 Ref.Introducción, página XXI. El autor es cuidadoso en el lenguaje y nunca utiliza la palabra “necesidad” sino “posibilidad”.
Laicismo versus religión: la sexta puerta medio abierta
En esta rápida síntesis de las propuestas de Brian Greene, llegamos a la sexta puerta que puede abrirnos la frontera. ¿Tiene algún sentido hablar de religión, de espiritualidad, de Dios en el contexto de la ciencia? ¿No será mejor – siguiendo a Wittgenstein – callar y no decir nada de lo que no se puede experimentar? La postura de Greene es, a menudo, ambigua. Por una parte, no se cierra a que el ser humano, pueda ser religioso por razones darwinistas: “La tesis es que existe características inherentes al cerebro humano modeladas durante cientos de miles de años por la incansable batalla por la supremacía evolutiva, que nos predisponen a la convicción religiosa” 35 Ref.Página 229.
Pero para Greene, los sentimientos religiosos son también producto de la selección natural darwinista: fomentan la cohesión social del grupo humano y por ello su supervivencia debido a la cooperación:
Greene reconoce que
Pero sigue preguntándose: ¿por qué creer en Dios?:
Y prosigue:
Conclusiones
Tanto la CátedraCTR como ASINJA postulamos que es razonable, oportuno, conveniente y necesario el diálogo, el encuentro y la formulación interdisciplinar de la posible armonía entre las cosmovisiones de la ciencia, la tecnología, la filosofía y las tradiciones religiosas.
Coincidimos con Greene en estar seducidos por la aventura del saber:
El denso estudio de Brian Greene nos abre seis puertas para superar fronteras. Pero desde nuestro punto de vista, su excesivo apego al reduccionismo fisicalista y la consiguiente dificultad para abrir espacio a la trascendencia pone trabas a abrir de par en par las puertas de acceso que trascienden las fronteras. Este diálogo con los científicos y filósofos que mantienen epistemologías cerradas a las visiones holísticas y sistémicas del mundo se mantiene abierto. Forma parte de los objetivos intelectuales que nos hemos fijado.

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En la actualidad reside en Granada continuando sus investigaciones y trabajos en torno a la interdisciplinaredad, el diálogo Ciencia y Fe y la transdisciplinariedad en la Universidad Loyola e intentando relanzar y promover la Asociación ASINJA que preside. Un nuevo destino después de haber trabajado solidariamente ofreciendo sus servicios de acompañamiento, cuidado y asesoramiento en la Residencia de personas mayores San Rafael de Dos Hermanas (Sevilla).
La persona de Leandro Sequeiros es un referente de testimonio evangélico, de excelencia académica, de honestidad y rigor intelectual de primer orden. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento más sentido por honrar con sus colaboraciones este humilde sitio y nuestro más sincero deseo que se recupere definitivamente pronto y podamos celebrar con alegría y esperanza su 80 cumpleaños. ¡ Adelante siempre querido Maestro !.
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