Contra el fascismo en Camas (17)

Patriotismo (I)

En este artículo y en otros posteriores, me propongo analizar y reflexionar sobre la idea o el concepto de “Patria” y de “Patriotismo“, ya que estos términos son utilizados permanentemente por todos los partidos políticos de derecha (PP y Cs) y ultraderecha (Vox) para justificar y legitimar sus posiciones y propuestas, haciéndonos falsamente creer que la única forma de ser o sentirse patriota es votándolos, simpatizando o formando parte de ellos.

Para ello voy a recurrir una vez más, tanto a mis recuerdos personales como a diferentes lecturas que he realizado y que me han permitido tener mi propia idea del significado y el sentido de los términos “Patria” y “Patriotismo“. Comienzo pues con un breve relato de los recuerdos que conservo de mis tiempos como estudiante.

Cuando estudiaba Bachillerato en uno de aquellos Institutos Laborales del franquismo, que por cierto y vistos desde hoy eran de un valor extraordinario, recuerdo que el profesor de “Formación del Espíritu Nacional” nos hablaba bastante a menudo del significado de la palabra “Patria” y del “Patriotismo“. Nos decía básicamente que la “Patria” era como nuestra madre y a renglón seguido nos preguntaba “¿Hay alguien en el mundo que no quiera a su madre por encima de todo?” “¿Hay alguna madre que no quiera a sus hijos?” y finalmente aquella homilía la terminaba diciendo que “la Patria nos ama y nosotros debemos amarla igual que amamos a nuestras madres porque la Patria es nuestra madre“. En mi mente inmadura y muy condicionada por el pensamiento franquista de mi padre, pues aquel truco de chantaje emocional yo me lo tragaba sin rechistar a pesar de no entender que tenía que ver mi madre con la Patria, Franco, la bandera y el canto de “Prietas las filas” que nos obligaban a cantar formados militarmente cuando izábamos y arriábamos la bandera franquista al comenzar y terminar nuestras clases diarias. Pero lo cierto era, que cuando este profesor nos hablaba, yo me quedaba sobrecogido tanto por el tono emocional que le daba a sus explicaciones, como por su aspecto físico, ya que uno de sus brazos no lo podía mover, una dificultad que él mismo un día nos explicó diciendo que era una herida de guerra, porque había estado combatiendo en “La División Azul“.

Curiosamente, de aquel profesor tengo recuerdos muy gratos, porque a pesar de su papel y su función de adoctrinador franquista, catequista nacionalcatólico y su alguna que otra parrafada suelta sin venir a cuento, sobre los males de la democracia, la masonería y de que los comunistas eran unos demonios, lo cierto es que era una persona que hablaba siempre en un tono tranquilo, suave, se paseaba por entre las mesas y aunque con dificultad, porque también tenía en la cara algo que distorsionaba un poco su expresión facial, todos los días nos regalaba una sonrisa y además nos saludaba cariñosamente cuando nos veía por los pasillos o en el recreo. Era natural que yo, ni ninguno de nosotros, entendiéramos nada de sus discursos, porque ni estábamos capacitados dada nuestra edad, ni sabíamos absolutamente nada de donde venían esas ideas y que pretendía conseguir con ellas, aunque aquel chantaje emocional de que la Patria era nuestra madre nos llegaba y en particular a mí, porque lo mismo que decía el profesor, me lo repetía mi padre en mi casa, por eso tal vez le tomé cariño, aunque un cariño acompañado de importantes dosis de confusión y temor. Recuerdo perfectamente que nos hablaba de “usted”, que nunca gritaba como sucedía con otros, y alguna que otra vez sus ojos se le ponían rojos y brillantes cuando hablaba de España, la Patria y el Patriotismo. Y curiosamente nunca reñía y si nos alborotábamos lo que hacía era ponerse de pie en la tarima y mirarnos a todos con una seriedad y solemnidad que nos asustaba y de inmediato se hacía en la clase un silencio sepulcral. Sin duda alguna era un personaje impactante y con un halo de misterio y atractivo, que al menos a mí me llamaba mucho la atención.

Pasaron solamente dos años, cuando comencé a darme cuenta de que ese asunto de la Patria, el Patriotismo y la Religión no podría ser tan bueno cuando precisamente me suspendieron en 5º de Bachiller la Religión y la Formación del Espíritu Nacional y me dejaron sin beca para poder proseguir mis estudios. Y esto sucedió así, porque aquel viejo y solemne profesor de la División Azul lo sustituyeron por otro más joven que muy a menudo se pavoneaba en el Instituto vestido con el uniforme falangista (camisa azul bordada con el yugo y las flechas, pantalón gris y boina roja).

Aquel nuevo profesor, tal vez debido a su juventud o a su necesidad de llamar la atención, era completamente distinto al anterior, a pesar de que los dos comulgaban con el mismo “Espíritu Nacional“. Recuerdo a la perfección su comportamiento insolente e irrespetuoso con los alumnos que contrastaba totalmente con el anterior, además de su actitud autoritaria, provocadora, chulesca, degradante y humillante con todos nosotros. Tenía un grupito de pelotas que lo seguía a todas partes y le reían siempre sus gracias y eso me indignaba enormemente. Como resultó que yo no estaba en ese grupito y que además le contestaba de vez en cuando o le hacía preguntas impertinentes, pues merecidamente recibí el premio que recibían todos los que preguntaban, contestaban y se rebelaban de alguna manera contra lo que decía o hacía el profesor: recibí un para mí doloroso suspenso que justificó con mi padre diciéndole que además de no saberme bien la asignatura, me comportaba muy mal.

A mis 15 años, aquel acontecimiento fue desde luego una tragedia para mí, sobre todo porque perdí la beca después de estar 5 años recibiéndola y porque tuve que soportar las repetidas broncas, responsos y amenazas de mi padre de quitarme de estudiar. No obstante cuando lo recuerdo ahora, lo hago con agradecimiento y con alegría, porque a partir de aquellos suspensos en Formación del Espíritu Nacional, Religión y Literatura comencé a darme cuenta de la verdadera naturaleza del fascismo y la idea tan estereotipada, distorsionada, mentirosa y estúpida que tiene de la Patria, la sociedad, la realidad y la vida.

Sin embargo, a pesar de que aquel profesor falangista me hizo la puñeta, junto al cura que se empeñaba en que fuéramos a sus misas y a los ejercicios espirituales, ambos unidos en alianza con la “Señorita Rottemeier” que decía ser profesora de Literatura, pero que en realidad era una mujer agria y seca que nunca tuvo el más mínimo detalle de acercamiento humano con nosotros, conseguí reponerme de aquel acontecimiento que tanto mis padres como yo vivimos como una tragedia. Cuando ahora pienso en aquello, no tengo más remedio que estar muy agradecido de aquel fracaso estudiantil, porque gracias a él, además de fortalecer mi voluntad, aumentar mi esfuerzo y desarrollar mi autoestima, ya que superé las tres materias en septiembre, inicié sin darme cuenta el camino que todo ser humano debe recorrer para llegar a ser plenamente humano: el camino de la desobediencia ante cualquier forma de injusticia y el camino de la autonomía y la responsabilidad personal. Esto me llevó lógicamente a ir poco a poco desarrollando mi inteligencia situacional y contextual, sabiendo diferenciar cuando, como, donde y con qué podía yo decir o hacer lo que quisiera sin necesidad de exponerme y sufrir efectos no deseados.

Este breve relato de mis experiencias de juventud en el régimen franquista, lo cuento aquí aquí porque me sirve para ilustrar ahora el concepto de Patria y de Patriotismo y de como el fascismo, la ultraderecha y la derecha de este país lo ha distorsionado y se lo ha apropiado de tal manera que hoy mismo, cualquiera puede comprobar como los partidos conservadores de la “Triple-A” de nuestro país mienten o distorsionan la realidad social diciendo o induciendo a que creamos, que todo aquel ciudadano que no sea de derecha o de ultraderecha, no solo no puede ser patriota, sino que automáticamente se convierte en un enemigo de España y de la Constitución. Vivir para ver !!! Y claro está que por esto, me siento enormemente digno y orgulloso de pronunciarme CONTRA CUALQUIER FORMA DE FASCISMO -especialmente en Camas- una ciudad en la que he encontrado todo lo que un ser humano necesita para desarrollarse plenamente como humano y por eso no estoy dispuesto a que fascistas, neofascistas o protofascitas, vengan ahora a destruir todo lo que Camas ha conseguido desde que en 1979 se constituyera el Primer Ayuntamiento Democrático presidido por Francisco Pinto Limón. Así que si te identificas con este mensaje y con este objetivo, replica, difunde y súmate a la Plataforma Ciudadana de Camas contra el fascismo. ¡ Adelante siempre ! ¡No pasarán !

2 thoughts on “Contra el fascismo en Camas (17)

  1. Mis recuerdos de la etapa de becario, querido Bata, son parecidos, pero con otros añadidos que no sé si tú padeciste. A las notas de las materias cursadas había que añadir cuatro certificados positivos: médico, religioso, de antecedentes penales y de no ser contrario al régimen; y para el hijo de un rojo en un pueblo no resultaba fácil conseguirlos.

  2. Interesante tu experiencia durante el franquismo. En la escuela a la que yo iba, el primer acto que hacíamos era izar la bandera; lo hacíamos en grupos por turnos, cantando “banderas al viento” . Al terminar por la tarde el horario escolar, la arriábamos hasta el día siguiente. El amor a la bandera y a la patria iban unidas. Ahora la situación no ha cambiado mucho. Enarbolar una bandera no es ser patriota como proclama la derecha, mientras muchos de su miembros han saqueado España con el impago de impuestos, con corrupción y con enviar el dinero negro a países fiscales. Ser patriota es trabajar para nuestro beneficio y el de la sociedad, ser éticos y cumplidores de nuestros deberes con el Estado. Un abrazo, José.

Me encantaría que hicieras un comentario. Muchas gracias.

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