


Desde que la Asociación “Memoria, Libertad y Cultura Democrática” iniciara su andadura hace ya más de una década y tal como así señalan sus Estatutos, uno de sus más importantes objetivos consiste en dignificar a las víctimas y a todas las personas represaliadas por haber luchado contra la dictadura y en favor de las Libertades Democráticas y los Derechos Humanos Universales. Específicamente en el artículo 6 de dichos Estatutos se señala también la obligación ética de cada uno de sus asociados, no solo de divulgar los valores y principios democráticos, sino también la de comprometerse con ellos y con todos aquellos movimientos y organizaciones sociales que se esfuerzan por garantizar y profundizar dichos valores. Valores y principios, que no son otros que los recogidos en la Declaración de los Derechos Humanos Universales, así como en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, a los que está adherida España desde 1977 formando parte también de nuestra Constitución.
No obstante, cualquier ciudadano medianamente informado sabe que los Derechos Humanos Universales, así como nuestras Libertades Democráticas, no son algo que haya caido del cielo y que llevemos impreso en la frente cuando nacemos. Por el contrario y aunque sean solo Declaraciones, su proclamación no solo ha costado numerosos esfuerzos y sacrificios, sino también muertes, represión, encarcelamientos y torturas, como así sucedió a lo largo de toda la dictadura franquista.
En este punto y como así demuestran todos los informes sobre violencia de género y discriminación de las mujeres en España, la celebración del Día Internacional de la Mujer de este 8 de marzo, necesariamente tiene que seguir siendo una convocatoria llena de contenidos reivindicativos dirigidos a hacer realmente efectiva la igualdad. Y en este sentido, no solo hay que combatir democráticamente el machismo y el patriarcado, sino sobre todo y también denunciar el fascismo, el autoritarismo y el dogmatismo que manifiestan con sus políticas y actuaciones, las organizciones políticas conservadoras y de derechas de nuestro país. Y como muestra un botón: nunca antes en Andalucía, un gobierno ha practicado de forma tan descarada e impune una política cultural y contraria a la Memoria Histórica y Democrática, como el gobierno actual formado gracias a la alianza del PP, Cs y Vox, situación que viene denunciando sistemáticamente la Coordinadora de Andalucía de Memoria Histórica y Democrática.
Estas son pues las sencillas razones que nos mueven a solidarizarnos, apoyar y fundirnos con el amplio movimiento reivindicativo de los derechos de las mujeres en tan significado e importante Día Internacional. Para ello,ofrecemos aquí una pequeña muestra de nuestra humilde aportación a tal connmemoración en la conciencia de que “Hacer Memoria” no es solo recordar, sino sobre todo rescatar el testimonio ético encarnado de las mujeres que nos precedieron con objeto de expresarlo, manifestarlo y aplicarlo a nuestra conducta individual y social cotidiana.


