La verdad y la posverdad en Krisis (y 7)

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La verdad y la posverdad en Krisis (y 7)

Por Leandro Sequeiros San Román

…todo es según el color del cristal con que se mira.1 Ref.Ramón de Campoamor (1817-1901) incluidos en su poema de 1846 «Las dos linternas» (Perteneciente a su obra “Las Doloras”

Los días 25 y 26 de noviembre de 2022 ha tenido lugar dentro del ámbito de la Universidad de Granada el Simposio “Posverdad a debate”, impulsado por la Cátedra Iberoamericana de Filosofía G.W. Leibniz. El Observatorio de la Verdad de la Facultad de Filosofía de Granada (a través del profesor Juan A. Nicolás) es quien organizó este Simposio. Esta reunión interdisciplinar de alto nivel intelectual puede considerarse – según su organizador – “casi el final de un largo proyecto en el que hemos estado implicadas cincuenta personas durante casi dos años, divididos en diez grupos de trabajo”. El proyecto continúa después de esta fase intentando tender puentes interdisciplinares. Pero esta noticia vuelve a poner sobre la mesa la palabra posverdad.

Conclusiones con un añadido interdisciplinar para continuar caminando

La posverdad representa el triunfo del emotivismo y del voluntarismo sobre la razón. Vivimos una especie de nuevo Romanticismo irracionalista, subjetivista, voluntarista, emotivista y sensiblero, en el que la razón y la realidad deben ajustarse al capricho de cada cual.2 Ref.Todos los subrayados, negritas y resaltados son de KRISIS

Siguiendo los postulados de otro insigne romántico, Friedrich Nietzsche, Dios ha muerto y con Él, también han muerto la moral (“el hombre está por encima del bien y del mal“) y la razón (el Logos). Por eso, nuestra sociedad ha normalizado lo absurdo, lo “ilógico”, el sinsentido y la necedad; la perversión y la inmoralidad. Buen ejemplo de esa necedad y de esa inmoralidad son buena parte de los políticos que supuestamente nos representan.

Vivimos rodeados de descerebrados, de papanatas, de pazguatos políticamente correctos que repiten como mantras los eslóganes que dictan los lobbys. Hoy en día el derecho que reclama Stan de convertirse en Loretta está recogido y amparado por nuestras leyes.

El humor absurdo ha devenido en patética realidad. Hoy afirman sin rubor que hay niños con vulva y niñas con pene. Da igual lo que afirmen la biología o la medicina. La voluntad se impone a la realidad. Los deseos del ser humano crean un mundo nuevo donde el Logos no tiene cabida. No existe más razón que la sinrazón.

El mundo y la realidad son lo que yo quiero que sean. Yo creo el mundo y me creo a mí mismo conforme a los impulsos de mis sentimientos y a los deseos de mi voluntad. El hombre se endiosa en un acto de suprema soberbia y abandona su condición de creatura para asumir la condición de creador, de supremo hacedor del mundo y de sí mismo.

Hemos llegado a la cima del antropocentrismo al elevarnos a nosotros mismos a la condición de dioses. Y como tales dioses, los hombres tenemos la capacidad de dictar los nuevos mandamientos a través de leyes positivas aprobadas por el consenso de la mayoría cretinizada. “Seréis como Dios”, les dijo la Serpiente a nuestros primeros padres.

Algunas críticas al simposio

          Las nueve ponencias del denso simposio han resultado de gran interés. Reconozcamos que nada es perfecto. Y todo tiene sus posibilidades de mejora. Pero debe quedar claro que no se trataba del final de un proyecto que ha durado ya dos años, sino que aún debe continuar. Por eso, algunos planteamientos han quedado solo en boceto y que el trabajo común en red continúa.

De todas formas, se pueden esbozar algunas críticas de aspectos que en el futuro se pueden modificar. La primera de ellas es la falta de interdisciplinariedad. No ha existido un intento de unificación de saberes y al final se tiene la sensación de haber asistido a muchas ponencias con una orientación multidisciplinar. Cada grupo tenía sus propios estatutos epistemológicos dando la impresión de “cultura del fragmento”. Los mismos organizadores eran conscientes de esta dificultad metodológica.

Otra crítica podría ir orientada hacia la falta de una fundamentación científica a los grupos, problemas y propuestas. Sabemos que una de las grandes dificultades de la construcción social del conocimiento es la dispersión epistemológica. Desde nuestro punto de vista faltó de una fundamentación metodológica científica y epistemológica. Los grupos de trabajo aceptan una escuela de investigación inductivista y   realista y no se cuestionan otras perspectivas. Se dan opiniones, pero no es un trabajo científico.

La tercera de las reflexiones críticas que pueden hacerse es esta: entre los nueve grupos de trabajo no existía uno específico de la posverdad en las ciencias de la naturaleza y en las ciencias experimentales. Desde los años 90 existe dentro de la comunidad científica una corriente crítica contra la ciencia, la anticiencia, una actitud crítica contra la ciencia y el método científico. En este punto, la figura de Gerald Holton es paradigmática.  ​

Los anticientíficos, por lo general, objetan al reduccionismo en el que se basa la ciencia y consideran que esta ni es objetiva ni es universal. La anticiencia critica la percepción de poder y la influencia de la ciencia, y se opone a lo que perciben como una arrogante o cerrada actitud mental entre los científicos. La anticiencia se ha utilizado para referirse tanto a la Nueva Era y los movimientos posmodernos asociados con la izquierda política, y los socialmente conservadores movimientos fundamentalistas relacionados con la derecha política.

          Evidentemente, estas tres apreciaciones críticas no desdibujan todos los grandes aspectos positivos del Simposio, que muy posiblemente, podrá ser revisado en la página web de la Cátedra Leibniz y en su canal de you tube.

Añadido interdisciplinar para pensar en el futuro

          No es fácil presentar una propuesta interdisciplinar. Pero las líneas que siguen son solo un intento de relectura interdisciplinar de todo lo dicho a lo largo de los dos días del Simposio sobre Posverdad organizado desde el departamento de Filosofía de la Universidad de Granada los días 25 y 16 de noviembre de 2022.

  1. El punto de partida de esta relectura me la ha sugerido la memoria del ensayo Decodificando la realidad, publicado en 2010 en Oxford y cuyo autor es el físico profesor de informática cuántica Vlatko Vedral. Para Vedral el elemento básico de la realidad no es ni la materia ni la energía (tal como afirma la física clásica), sino la información cuántica.
  2.   Desde esta perspectiva, el ser humano es un cúmulo de cúbits (equivalente a los bits clásicos) con carácter autoconsciente y capaz de detectar, procesar, evaluar e interpretar la (posiblemente escasa) información cuántica que nuestro cerebro limitado puede reelaborar.
  3. Por tanto, nuestro punto de partida epistemológico es que los humanos somos conscientes de que vivimos aquí y ahora en un universo cuántico  enigmático (formamos parte de él, pero no sabemos cómo es)
  4. El concepto de “enigmático” remite a la dificultad de los seres humanos para poder conocer, nombrar, interpretar y relacionar  muchos (o tal vez la mayor parte) de los cubits de información que configuran la realidad.
  5. Por ello, la incertidumbre cuántica forma parte de la esencia misma de la realidad y por ello es un obstáculo para poder acceder a lo que clásicamente se llama la “verdad”.
  6. Cada segundo, la “nube” recibe millones de cubits de información que son almacenados. Los potentes ordenadores distribuidos por el mundo (que pronto empezarán a ser cuánticos) almacenan y procesan esta información.
  7. No olvidemos que el poderoso sistema de almacenamiento y proceso de datos es construcción humana. La llamada Inteligencia Artificial solo es un sistema organizado de procesamiento de información. Por ello, las “verdades” que se construyen no se deben a las máquinas sino que obedecen a los protocolos incorporados por los técnicos. Y estos obedecen a las normas y controles de procesamiento de la información que dictan los grandes poderes económicos, políticos, ideológicos o de otro tipo que de alguna manera controlan el mundo.
  8. Estos grandes poderes son lo que deciden qué tipo de felicidad se desea para la humanidad y canalizan de alguna manera la producción y construcción de grandes verdades.


LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN nació en Sevilla en 1942. Es jesuita, sacerdote, doctor en Ciencias Geológicas y Licenciado en Teología. Catedrático de Paleontología (en excedencia desde 1989). Ha sido profesor de Filosofía de la Naturaleza , de Filosofía de la Ciencia y de Antropología filosófica en la Facultad de Teología de Granada. Miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Zaragoza. Asesor de la Cátedra Francisco Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión de la Universidad Pontificia de Comillas. Presidente de la Asociación Interdisciplinar José Acosta (ASINJA).Es autor además, de numerosos libros y trabajos que se ofrecen gratuitamente en versión digital en BUBOK.
    En la actualidad reside en Granada continuando sus investigaciones y trabajos en torno a la interdisciplinaredad, el diálogo Ciencia y Fe y la transdisciplinariedad en la Universidad Loyola e intentando relanzar y promover la Asociación ASINJA que preside. Un nuevo destino después de haber trabajado solidariamente ofreciendo sus servicios de acompañamiento, cuidado y asesoramiento en la Residencia de personas mayores San Rafael de Dos Hermanas (Sevilla).
    La persona de Leandro Sequeiros es un referente de testimonio evangélico, de excelencia académica, de honestidad y rigor intelectual de primer orden. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento más sentido por honrar con sus colaboraciones este humilde sitio y nuestro más sincero deseo que se recupere definitivamente pronto y podamos celebrar con alegría y esperanza su 80 cumpleaños. ¡ Adelante siempre querido Maestro !.

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One thought on “La verdad y la posverdad en Krisis (y 7)

  1. Agradezco a Leandro Sequeiros el artículo que nos ofrece acerca de la Verdad y la Posverdad, en el que informa de los trabajos y debates celebrados en Granada con aportaciones de especialistas. Contribuye a clarificar el origen del concepto, la complejidad del mismo y la incertidumbre en la que se desenvuelven nuestras construcciones sociales. Me ha llamado la atención del esfuerzo realizado por los participantes, que han trabajado bajo la dirección de Juan A. Nicolas, profesor de la Universidad de Granada, para sistematizar las aportaciones desde nueve bloques temáticos diferentes. Les felicito y les animo para que continúan esa labor tan necesaria en un mundo en el que la posverdad ( llámese falsedad o manipulación ) sustituye a los hechos reales. Era ya conocido en los medios de comunicación la importancia que tiene la consigna: ” No me interesan los hechos que desmienten mi crónica “.

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