MIEDO
Por José Matías Gil
SI fueras un reloj,
qué torpe desarreglo:
las agujas paradas,
agonizante el péndulo,
la maquinaria mohosa
de polvo y de silencio,
los números caídos
tras el cristal enfermo.
¡Un trasto melancólico
muriendo de recuerdos!
Somos occidentales
relojes descompuestos
que no damos la hora
que sólo damos miedo,
que andamos a la caza
de gente a quien comernos.
Al gran reloj del mundo
le hemos roto el concierto
y no hay tictac de vida;
nos pudrimos por dentro.
MATÍAS GIL, José. Romances andaluces.
Gallo de Vidrio. Sevilla. 1981. Pág. 23.
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Hermoso poema para pesimistas. Estamos viendo o viviendo, de una forma acelerada, un cambio de era. Unas estructuras caducas se están cayendo, relojes descompuestos, pero de esa descomposición, de ese pudrirnos, de ese estiércol, abono necesario, está naciendo una nueva civilización. Estamos obligados a elevar nuestra mirada interior y transmitir a los nuestros herederos que somos cocreadores de esta Unidad, responsables de colaborar a construir el mundo nuevo que constantemente se renueva y que nuestro destino es la plenitud del misterioso TODO.