Por Leandro Sequeiros San Román.

Zygmunt Bauman y la ceguera moral de la cultura
En un artículo publicado en 2017, reflexionaba sobre la banalidad en el artículo La ceguera moral de la Modernidad líquida podría arrinconar a las tradiciones religiosas a propósito del sociólogo Bauman fallecido con 91 años en su casa de Inglaterra. En aquel artículo decía que “desde su punto de vista, la modernidad líquida –como categoría sociológica– es una figura del cambio y de la transitoriedad, de la desregulación y liberalización de los mercados. La metáfora de la liquidez –propuesta por Bauman– intenta también dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones y por unos principios éticos inciertos. El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro, y se reduce al vínculo sin rostro que ofrece la realidad virtual. Surfeamos en las olas de una sociedad líquida que puede licuar incluso a las religiones.“
Con anterioridad, en un artículo publicado en Tendencias21 de las religiones 13 de junio de 2012 sobre Zygmunt Bauman, (que tuvo 35 amplios comentarios de los lectores) insistíamos sobre la incidencia que la modernidad líquida podría tender a “licuar” a las religiones desposeyéndolas de su capacidad crítica hacia la sociedad.
Tal como apuntaron los comentaristas, la modernidad líquida es un tiempo sin certezas, donde los hombres que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentran ahora con la obligación de ser libres asumiendo los miedos y angustias existenciales que tal libertad comporta; la cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro.
Este es el sombrío panorama que nos describe Zygmunt Bauman, un sociólogo, filósofo y ensayista polaco. Bauman es ahora muy conocido por acuñar el término, y desarrollar el concepto, de la llamada «modernidad líquida» Junto con el también sociólogo Alain Touraine, Bauman es ganador del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010.
El fallecimiento de Bauman, ha vuelto a reavivar el fuego de la polémica sobre sus propuestas demoledoras para la sociedad del futuro inmediato. Por nuestra parte, estamos interesados por la tendencia que marca para el futuro de las tradiciones religiosas.
El último de sus libros traducidos al castellano, la ceguera moral, insiste más aún sobre las consecuencias extremas a la que puede llevar la modernidad líquida: a la pérdida del rumbo moral, a la ausencia de unos principios éticos de validez universal y perenne den cierta solidez al edificio de las sociedades occidentales.
Pero ¿qué lugar puede ocupar la experiencia religiosa en este contexto? Si las religiones suelen ofrecer fortaleza y seguridad, ¿qué se puede esperar en la época de la modernidad líquida? ¿Abre Bauman alguna posibilidad? ¿Hay brotes de un posible retorno de lo religioso (como apuntaba José María Mardones) en un mundo deseoso de certezas?
Artículo elaborado para Krisis por Leandro Sequeiros: Doctor en Ciencias, Asesor de la Cátedra Francisco José Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión.
