AUTOCONOCIMIENTO, ENEAGRAMA y ESPIRITUALIDAD (6): Silencio interior: contemplar

Por Juan Miguel Batalloso Navas

Tmp. máx. lect. + vídeo: 12 min.

Acceder a estados de calma, sosiego, serenidad y paz interior está al alcance de cualquier persona. Basta con pararse, concentrarse y contemplar cualquier ser o fenómeno de la Naturaleza,
En esta sexta entrega intento describir mis experiencias personales de contemplación, que obviamente son singulares, intransferibles y únicas aunque he procurado hacer un esfuerzo por expresarlas visualmente.
Con este vídeo pues, doy comienzo a la descripción de aquellos procedimientos que al menos a mí me han servido para profundizar en el autoconocimiento y aprender a dar gracias a la vida en todo momento y en todo lugar.
Muchas gracias por detenerte aquí.
Camas (Sevilla), a 17 de enero de 2022



Juan Miguel Batalloso Navas, es Maestro de Educación Primaria y Orientador Escolar jubilado, además de doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, -España–.
Ha ejercido la profesión docente durante 30 años, desarrollando funciones como maestro de escuela, director escolar, orientador de Secundaria y formador de profesores.
Ha impartido numerosos cursos de Formación del Profesorado, así como Conferencias en España, Brasil, México, Perú, Chile y Portugal. También ha publicado diversos libros y artículos sobre temas educativos.
Localmente, participa y trabaja en la Asociación “Memoria, Libertad y Cultura Democrática”. En la actualidad, casi todo su tiempo libre lo dedica a la lectura, escritura y administración del sitio KRISIS. Su curriculum completo lo puedes ver AQUÍ.

2 thoughts on “AUTOCONOCIMIENTO, ENEAGRAMA y ESPIRITUALIDAD (6): Silencio interior: contemplar

  1. Las anteriores también, pero esta entrega de hoy me sosiega, me llena de paz interior y me lleva a recordar los múltiples amaneceres que he disfrutado cuando la naturaleza se despierta. No sólo es la salida del sol, sino las gotas de rocío en las hojas , el canto de cualquier pájaro, la luz nueva. Ayer vi anochecer desde un cerro de Camas y me sentí feliz. Gracias , Maestro, qué sensibilidad la tuya aunque a veces te pongas algo cabezoncete. Un abrazo.

  2. Una descripción muy detallada de tu sensibilidad por la Naturaleza en todas sus expresiones. Tengo el privilegio de vivir en una zona montañosa con caminos donde poder contemplar tanta belleza natural: la caída de las hojas de los árboles en otoño, las flores estacionales, el canturreo de los pájaros, los bosques poblados de pinos, el perfume de las plantas olorosas como el romero, la lluvia fina, las formaciones rocosas y un largo etcétera. Contemplo a menudo desde mi casa espectaculares puestas de sol detrás de las montañas. Esa contemplación, más que observación, produce como tú afirmas sosiego, serenidad y paz. Lo verdaderamente curioso es que esa contemplación no cansa porque la Naturaleza es variable y novedosa; y por tanto siempre nos satisface. No hay dos salidas ni puestas de sol iguales, nunca vemos las mismas formaciones de nubes…. Un fuerte abrazo, José.

Me encantaría que hicieras un comentario. Muchas gracias.

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