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Conciencia (18). Conciencia de clase
CONCIENCIA DE CLASE en Erik Olin Wright
Por Juan Miguel Batalloso Navas
Erik Olin Wright (1947-2019) nació en Berkeley, California, creció en Kansas, se educó en Harvard, Oxford y Berkeley, y pasó 35 años enseñando en la Universidad de Wisconsin-Madison. Su carrera comenzó tempranamente, desde las cenas familiares donde cada miembro debía dar cuenta de sus actividades diarias, hasta su trabajo como capellán estudiantil en la prisión San Quentin mientras evitaba el servicio militar. En el seminario Unitario-Universalista de Berkeley organizó sus primeros seminarios sobre pensamiento utópico. Wright se unió al Departamento de Sociología de la Universidad de Wisconsin-Madison en 1976, donde se convirtió en Profesor Distinguido de Investigación Vilas y Director del Centro A.E. Havens para la Justicia Social. Fue presidente de la Asociación Americana de Sociología en 2012. En los años 70, como estudiante de posgrado en Berkeley, Wright desafió a la sociología convencional demostrando que una definición marxista reconstruida de clase podía explicar mejor las disparidades de ingresos que los modelos existentes de estratificación. Teoría de las Clases Sociales: Su mayor contribución fue la revisión de la teoría marxista de las clases sociales, introduciendo los conceptos de “bienes de organización” y “bienes de cualificación” además del capital tradicional. Desarrolló el concepto de “ubicaciones contradictorias de clase” para explicar posiciones intermedias en la estructura social. Su proyecto más ambicioso fue el de las “utopías reales”: alternativas democráticas e igualitarias del mundo real que prefiguran cómo podría ser el mundo y ayudan a movernos en esa dirección. Wright escribió numerosas obras que abarcan más de 40 años de trabajo académico y una de las más destacadas y reconocidas es “Understanding class” que es la que estamos utilizando aquí.
Erik Olin Wright en su reconocida y magna obra “Understanding class” (2015) distingue tres enfoques teóricos fundamentales en el estudio de la clase social, cada uno centrado en un conjunto diferente de mecanismos:
- Clase como atributos individuales. Es el modo más común de hablar de “clase social” en la vida cotidiana y en la sociología tradicional se asocia con el nivel educativo, la renta o el tipo de vivienda. Wright destaca que este enfoque es individualista y descriptivo, útil para estudiar la movilidad o las desigualdades, pero incapaz de explicar las causas estructurales de esas diferencias. Esta perspectiva, si bien identifica clases como la “alta”, “media” y “baja” según atributos, ignora por completo las relaciones de poder que las producen.
- Clase como acaparamiento de oportunidades. Inspirado en Max Weber y en otros autores modernos, este enfoque entiende las clases como grupos que controlan recursos escasos y excluyen a otros de su acceso. Ejemplo: los títulos universitarios o las licencias profesionales actúan como barreras de entrada que generan rentas y protegen privilegios. El mecanismo clave es a “cierre social” (social closure): unos se benefician restringiendo las oportunidades de otros. Wright subraya que este enfoque introduce una relación causal entre las ventajas de unos y las desventajas de otros, pero no aborda la explotación ni el control del trabajo, por lo que sigue siendo incompleto.
- Clase como dominación y explotación. Propio del marxismo, este enfoque ve la clase como una relación de poder y dependencia: los capitalistas dominan y explotan a los trabajadores porque controlan los medios de producción. La explotación se distingue del simple acaparamiento: no solo excluye a otros, sino que extrae valor de su trabajo. Así, la clase no es un atributo individual, sino una relación estructural entre grupos: unos producen y otros se apropian del producto.
Wright desarrolla un esquema que combina distintos niveles de análisis:
- En la base están los poderes y reglas institucionales (propiedad, leyes, derechos laborales), que generan estructuras de clausura y explotación.
- Estas estructuras crean posiciones de clase (ocupaciones, empleos, control o subordinación).
- A nivel micro, los individuos adquieren atributos y habilidades que determinan su acceso a esas posiciones.
- Los resultados de estos procesos retroalimentan el sistema, reproduciendo o transformando las relaciones de clase.
Además, subraya que el poder de clase y las instituciones no son fijos, sino históricamente cambiantes; dependen de la lucha y la organización social.
A partir de este planteamiento Wright propone superar los enfoques excluyentes, es decir, el marxismo debe abandonar su pretensión de ser una “ciencia total” y concentrarse en los mecanismos causales específicos que realmente explica bien (explotación, dominación, contradicciones del capital). Al mismo tiempo los enfoques de estratificación y de mercado deben reconocer que sin considerar la explotación y el poder, su análisis queda incompleto. En consecuencia, Wright opta por incluir el enfoque weberiano, que es más flexible y puede servir de puente integrador entre ambos. El resultado sería entonces una “síntesis plural y pragmática” que combina lo mejor de cada tradición para analizar cómo las clases siguen estructurando el capitalismo del siglo XXI.
En cuanto a la conciencia de clase, Wright no la entiende como una mera percepción subjetiva de pertenencia (“yo soy obrero” o “yo soy clase media”), sino como una forma de conciencia social que emerge de las relaciones objetivas de clase. Con sus propias palabras: «…La conciencia de clase no puede separarse de las posiciones materiales que los individuos ocupan en las relaciones de producción y del grado en que esas posiciones están organizadas colectivamente…» 1 Ref.WRIGHT, Erik Olin. Understanding class. New York: Verso, 2015. p. 182
Es decir, la conciencia de clase no es un punto de partida psicológico, sino un proceso histórico y social que depende de la posición estructural (propietario, trabajador, precario, profesional); de la experiencia compartida de explotación o exclusión, y de la capacidad de organización y comunicación colectiva.
En la Parte 3 de su libro (Class Struggle and Class Compromise), Wright explica que el poder de la clase trabajadora solo puede materializarse si se transforma en una conciencia de clase organizada. Para él, esto implica tres niveles de conciencia interrelacionados:
- Conciencia situacional: comprensión de la propia posición en el sistema de clases.
- Conciencia antagónica: percepción del conflicto de intereses entre clases.
- Conciencia transformadora o estratégica: capacidad de imaginar y actuar colectivamente para cambiar las relaciones de poder.
Esta tipología retoma la distinción clásica de Marx y Lukács, pero Wright la reformula de manera más empírica y contemporánea, subrayando que cada nivel depende de la organización y de las instituciones colectivas (sindicatos, partidos, movimientos sociales): «…La conciencia de clase no surge automáticamente de la posición estructural; requiere de una organización colectiva que la traduzca en acción…» (Wright; 2015, p. 210).
Wright introduce un concepto central: el “compromiso de clase” (class compromise).
Para que ese compromiso funcione —por ejemplo, en el Estado de bienestar del siglo XX—, los trabajadores deben poseer suficiente conciencia de clase para actuar colectivamente, pero también suficiente realismo para aceptar acuerdos que beneficien a ambos grupos (trabajo y capital).
De modo que la conciencia de clase, para Wright, no es solo revolucionaria, sino también una condición de la estabilidad social cuando se orienta hacia compromisos positivos: «…Sin una conciencia de clase activa, los trabajadores carecen del poder asociativo necesario para sostener un compromiso de clase. Pero cuando esa conciencia se combina con un marco institucional cooperativo, puede producir beneficios mutuos…» 2 Ref.Wright, 2015, p. 225.
En la última parte del libro de Wright, analiza cómo la fragmentación del trabajo y la precarización contemporánea (el “precariado”) han debilitado la conciencia de clase tradicional. Cita tres causas principales:
- Individualización del trabajo y competencia interna.
- Disolución de identidades obreras colectivas por el ascenso de las microclases profesionales.
- Ideología meritocrática y consumista, que oculta las estructuras de explotación bajo la apariencia de oportunidades individuales.
El resultado es una “desarticulación de la conciencia de clase”, donde los trabajadores se perciben más como individuos en competencia que como miembros de una colectividad con intereses comunes: «…El capitalismo del siglo XXI tiende a desorganizar las bases estructurales de la conciencia de clase, fragmentando los intereses y dispersando las identidades…» 3 Ref.Wright; 2015, p. 242
Aunque su diagnóstico es pesimista Wright considera necesario y urgente recuperar una conciencia de clase crítica y democrática que mantenga una orientación emancipadora. Afirma que la conciencia de clase puede reconstruirse si se reformulan sus fundamentos en torno a tres elementos tales como la solidaridad interclasista (no solo obrera, sino también de precarios, profesionales y marginados); la conciencia ecológica y ciudadana, y la participación democrática en los procesos productivos y político : «…Una conciencia de clase renovada en el siglo XXI debe articularse no solo frente a la explotación económica, sino también frente a las amenazas a la democracia, la sostenibilidad y la igualdad…» 4 Ref.Wright, 2015, p. 248


Juan Miguel Batalloso Navas, es Maestro de Educación Primaria y Orientador Escolar jubilado, además de doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, -España–.
Ha ejercido la profesión docente durante 30 años, desarrollando funciones como maestro de escuela, director escolar, orientador de Secundaria y formador de profesores.
Ha impartido numerosos cursos de Formación del Profesorado, así como Conferencias en España, Brasil, México, Perú, Chile y Portugal. También ha publicado diversos libros y artículos sobre temas educativos.
Localmente, participa y trabaja en la Asociación “Memoria, Libertad y Cultura Democrática” En la actualidad, casi todo su tiempo libre lo dedica a la lectura, escritura y administración del sitio KRISIS. Su curriculum completo lo puedes ver AQUÍ.
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