De la cruz al martillo (2)

(Viene del post anterior) Concretamente, en la ciudad de Camas (Sevilla) y en los mismos años, existieron tres focos de resistencia, libertad, fraternidad, solidaridad y formación, de los que ya tendremos ocasión de detallar en otro momento, pero que necesariamente tengo que mencionar aunque sea brevemente.

El primero de ellos fue sin duda, el núcleo vecinal y obrero que trabajaba en torno a la Parroquia “Nuestra Señora de Guía” de La Pañoleta (Camas). Núcleo dirigido y coordinado por los curas Miguel Mejías y su sucesor Fernando Camacho, auténticos artífices de una comunidad de cristianos de base. En esta comunidad destacaron por su labor social y educativa Rafael Uría y Dolores Loriente (maestros de la Escuela Parroquial que llegaron en 1960), así como Antonio Suárez Nieto (de la HOAC y el PCE) y Amparo Jiménez. Una comunidad que ha perdurado hasta el día de hoy y que fueron los que fundaron la primera Asociación de Vecinos de Camas, la Asociación “Nuestro Barrio Unido” que aun sigue viva y dando excelentes frutos.

El segundo fue el  formado en torno a la Parroquia “Santa María de La Fuente” que gracias al incansable trabajo de su párroco Luis Carmona, su coadjutor Rafael Rueda y un equipo de cristianos fuertemente comprometidos con el movimiento ciudadano y con la juventud de Camas, impulsado y coordinado por Carlos Sánchez-Barbudo y Manuela Vargas, dieron lugar al nacimiento de un valiosísimo proyecto de convivencia y formación, que fue el representado por el “Centro de Juventud AL-KAMA“, auténtico hervidero de conciencia cristiana, social y política que permitió que muchos de los jóvenes que allí estábamos adquiriésemos los pilares que dieron y siguen dando sentido a nuestras vidas.

Y el tercero, el constituido por el Grupo de Salesianos de “Buen Aire”, un equipo formado por Antonio Durán Sánchez, Miguel Fernández Villegas, Luis Martín Blanco, José Matías Gil y Lorenzo Rastrero Bermejo, que intervinieron en las más diversas actividades educativas, ciudadanas, sociales, políticas y culturales de nuestra ciudad y que proporcionaron también a diversos jóvenes que andábamos por allí una formación social y política de primer orden, ya que por entoncesí pasaban líderes del movimiento obrero como Eduardo Saborido y Paco Acosta. De hecho, fue el espíritu y el carácter de este Grupo el que se sustanció después en las magníficas creaciones de los primeros Concejales de Cultura de nuestra ciudad, Miguel Fernández Villegas y Lorenzo Rastrero Bermejo, ambos en las candidaturas del Partido Comunista de España.

En el mismo sentido, en la provincia de Huelva y concretamente en la Cuenca Minera de Riotinto y en 1966, aparecieron en la Cuenca un equipo de curas cuya intención y objetivo era trabajar conforme a los principios y deseos de reforma que el Concilio Vaticano II había puesto en marcha. Este equipo, además de integrarse plenamente en el movimiento obrero trabajando codo con codo y manualmente con él, puso en marcha todo un conjunto de acciones educativas y culturales que representaron un auténtico hito en el avance de la conciencia social y política de toda la comarca. En torno a este equipo o pertenecientes a él, estaban entre otros los curas mineros, Manuel Martín de Vargas, Juan García Muñoz y  Antonio Rioja Bolaños, que llegó a ser concejal del Partido Comunista de España en Nerva, así como el cristiano de base Venancio Cermeño Irisarri que venía de París de estudiar en La Sorbona, llegando a ser un auténtico constructor y líder del movimiento obrero asimilable a los históricos Maximiliano Tornet, que llegó a Riotinto en 1883 y Félix Lunar y Eladio Fernández Egocheaga, de la primera década del siglo XX. Y desde luego sin olvidar al jesuita Miguel Ángel Ibáñez Narváez que tuvo el mérito y la valentía de haber puesto en marcha una de las revoluciones educativas y pedagógicas más valiosas y emblemáticas de toda la Historia de Pedagogía Social del siglo XX en España: la Experiencia de Reforma Educativa (1970-1973) de la Escuela Profesional SAFA de Riotinto.

En general, todas estas experiencias como la de los equipos de curas de Granada y de la Sierra Sur de Sevilla que salen en este documental, jugarán un papel fundamental ya no sólo en la acción evangelizadora, cultural y juvenil de cada uno de sus contextos, sino sobre todo en la impregnación al movimiento obrero y ciudadano de una serie valores y estrategias de formación y acción que forman parte ya de su acervo ético e ideológico y que van a configurar en la década de los setenta una singular forma de entender los procesos de intervención social en los que se mezclan, en fructífera síntesis marxismo y cristianismo, estilo de acción que llega hasta nuestros días, aunque ya limitado por otras condiciones socioculturales.

Para explicar las singularidades de todos estos  movimientos sociopolíticos y cristianos hay que volver a remontarse a los años cuarenta, década en la que nace en nuestro país, gracias al impulso de Guillermo Rovirosa fundador de Hermandad Obrera de Acción Católica, (HOAC) junto al cura Tomás Malagón, todo un auténtico precursor de la teología política y la teología de la liberación , de los que también se da cuenta en el documental, pero esto lo haremos en el post siguiente.

3 thoughts on “De la cruz al martillo (2)

  1. Estoy impresionado por los comprometidos movimientos cristianos y sociopolíticos que hay en Camas, entre los que indiscutiblemente te encuentras tú. El post anterior se lo envié a un párroco, amigo mío, que trabaja incansablemente ( lleva 5 años sin vacaciones) en el barrio del Clot de Barcelona. Le gusta llamarse obrero cura y no cura obrero. Ha realizado varios trabajos, especialmente en la enseñanza. Con 75 años está muy implicado en atender a través de Cáritas a los más necesitados y ha organizado un comedor social. Ayer estuvimos con él, y paseando por los alrededores de la parroquia eran muchos los que le saludaban. Una bellísima persona de las que pocas hay, como las que tú bien conoces.
    Un saludo, José Melero

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