


III
El sufrimiento que vio y vivió Jesús
La información que proporciona la lectura de los evangelistas Marcos, Mateo, Lucas y Juan, probablemente escritos por diferentes comunidades cristianas, bajo la advocación de los citados apóstoles, permiten profundizar, en algunos rasgos de la visión que tenía Jesús de Nazaret, acerca del sufrimiento de la humanidad. Cabe señalar varias dimensiones del sufrimiento, con escasas variaciones de unos a otros evangelistas. A saber:
- La actitud de Jesús de Nazaret ante el sufrimiento del prójimo y de la gente que le seguía y acompañaba, y su disposición a favor de estas personas, de modo preferente.
- El sufrimiento moral de Jesús de Nazaret ante las autoridades religiosas judías y ante Poncio Pilato.
- El sufrimiento físico infligido a Jesús de Nazaret por las autoridades religiosas y políticas de su época.
A.- Ante el sufrimiento de las gentes.
En primer lugar, la actitud de Jesús, ante el sufrimiento de las gentes sencillas del pueblo, fue curarles de sus enfermedades y todo tipo de dolencias. Hay, quienes salían a su encuentro, ante las noticias de su presencia y cercanía, pidiendo su curación (leprosos, ciegos, la hija de Jairo, etc); hay otros, que Jesús encontraba en los senderos y pueblos por los que caminaba (paralítico, hijo de la viuda de Naín, la muerte de Lázaro) en los que, él tomaba la iniciativa. Son numerosos los hechos que se narran y todo ellos contribuyeron a resaltar el poder de sanación y curación que tenía Jesús de Nazaret.
Asimismo, la respuesta que el propio Jesús dio a la pregunta de los discípulos de Juan el Bautista, era toda una credencial de presentación, en un lenguaje propio de la tradición de los profetas.
Asimismo, Jesús proclamaba que el Reino de Dios era preferentemente de los que padecían algún tipo de sufrimiento, destacando entre otros:
Confirmó la opción del que sufre, nuevamente, al anunciar los criterios de la justicia de Dios, al final de los tiempos :
B.- Ante el sufrimiento moral personal.
En segundo lugar, se destaca el sufrimiento moral y emocional, de carácter personal, que sufrió Jesús, al ser rechazado y perseguido por las autoridades religiosas judías; tanto de la clase sacerdotal, como de los sectores, en principio con un mayor conocimiento de las leyes de Moisés y de los Profetas: sacerdotes del Templo, levitas, fariseos, escribas y saduceos, a los que quiso convencer de la Buena Nueva del Reino de Dios que él anunciaba. Este sufrimiento debió ser una angustia existencial profunda, como se describe en el huerto de Getsemaní o en el monte de los Olivos, entre otros.
El prendimiento en el huerto de Getsemaní, y su comparecencia ante el Sanedrín, aumentó su angustia y sufrimiento moral, cuando reunidos los sacerdotes, ancianos y escribas formularon acusaciones, seguidas de las palabras del Sumo Sacerdote, que presidía el Sanedrín.
Finalizada la reunión del Sanedrín, fue entregado a Poncio Pilato, como autoridad representante del poder del emperador de Roma, para que sancionase el veredicto emitido por el Sanedrin, circunstancia que debió producir un sufrimiento aún mayor, al oír el griterío de la gente enviada por las autoridades religiosas, pidiendo la pena de crucifixión, a fin de presionar y coaccionar a Poncio Pilato, que habia ofrecido el indulto a Jesús. Y aquél aceptó la coacción y el chantaje cuestionando las mismas leyes romanas: la condena de un hombre justo, consciente de su inocencia.
C.- Ante el sufrimiento físico y personal.
Por último, en los distintos evangelistas se narran los hechos de la Pasión y Muerte de Jesús, con gran detalle, poniendo de manifiesto el sufrimiento físico infligido por los soldados, al ser azotado, coronado con espinas, y con la cruz sobre sus hombros, hasta el lugar de la crucifixión, a quien se podía aplicar el anuncio del profeta (Isaias 53.3-4) : “Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias”. La muerte de cruz en la época de los romanos, era aplicada a los delitos muy graves, generalmente de sangre, y en este caso, lo fue por una acusación religiosa totalmente injusta. Llama poderosamente la atención, la fuerte atracción y profundo respeto que en el Cristianismo se ha tenido a la imagen del crucificado, como símbolo de todo tipo de sufrimiento y crueldad del justo e inocente.
Jerónimo Sánchez Blanco, es Doctor en Derecho, Licenciado en Ciencias Políticas y Ex Diputado Constituyente.
Vaya desde aquí nuestro más sentido agradecimiento por honrarnos con sus colaboraciones.
Referencia
San Ignacio de Loyola, en el Libro de los Ejercicios Espirituales, cuando invita a contemplar al crucificado, hace estas sugerencias: “Contemplar como la divinidad se esconde”. Es decir, en la Pasión Jesús está solo, desamparado y tiene miedo. Es profundamente humano. No es un dios disfrazado con piel humana. Es plenamente humano y “la divinidad se esconde”, no aparece. “Dios mio, Dios mio, porque me has abandonado”. Incluso los no creyentes pueden encontrar motivos de perplejidad. Pero Ignacio dice también: “Contemplar como padece en la humanidad”. Segun los expertos, primero escribió “padece en su humanidad”, lo cual es cierto: como hombre padece y sufre. Pero el cambio que hace Ignacio en el texto es “padece en LA humanidad”. Es decir, que el padecimiento de TODA la humanidad, el dolor de tantos millones de seres humanos (y por qué no decirlo, de los animales y plantas) es el mismo DOLOR que se une al DOLOR de Cristo.. Es lo que dice Jerónimo en este precioso texto.. Muy lejano al morbo de Mel Gibson en su película sobre la Pasión que tanto gusta a las mentes masoquistas..
El asunto de la divinidad de Jesús, es un asunto muy complicado para mí porque lo que verdaderamente me interesa es la encarnación, es decir, esa plenitud humana que Jesús muestra con sus hechos. Soy un ignorante en conocimientos teólogicos, pero a mi me parece que Pablo de Tarso se extralimitó en algunas de sus apreciaciones, si bien lo dejó claro en Corintios 13. En este sentido, el culto, la adoración y todo lo que conlleva de liturgia, símbolos, parafernalias, ornatos y demás productos culturales de entronización, en la práctica lo que consiguen, más que una relación íntima espiritual que alimente la encarnación y el compromiso con los más débiles, es exactamente todo lo contrario: creer que con ir a misa, a oficios religiosos, participar de los sacramentos ya estamos construyendo el Reino de Dios y que nos salvaremos. Por eso, atreverse a ser discípulo de ese Jesús desnudo, liberador y crucificado es algo que no está al alcance de cualquiera y yo simplemente me declaro “simpatizante” porque realmente no me siento digno, ni preparado, ni lo suficientemente valiente y comprometido como para llevar hasta las últimas consecuencias su mensaje liberador. Y que conste que para mí Dios, es solamente una palabra inventada por los humanos y prefiero llamarlo “El Innombrable” y que su Reino “no es de este mundo”, no porque esté allá arriba en el cielo como premio después de la muerte, algo para mí increible, sino que “no es de este mundo”… injusto, cruel, insolidario, capitalista, individualista, patriarcal, violento y por tanto “El Reino” está aquí y ahora, dado que lo mismo que Jesús mostró su divinidad con hechos, así como otras personas que he tenido la fortuna de conocer, entre otras tú, Leandro, pues cuando decimos “venga a nosostros tu Reino” lo que en realidad estamos diciendo (creo yo) es que venga, venga, sigamos y sigamos haciendo cosas para construir el Reino, aquí y ahora. Un gran abrazo querido.
Sin lugar a dudas que Jesús sufrió todo tipo de sufrimiento físico , al que hay que añadir el sufrimiento psíquico ocasionado por la traición de Judas, por el abandono de sus discípulos excepto Juan y especialmente por el abandono de su Padre dirigiéndose a Él con estas angustiosas palabras: ” ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?
Cuando nos metemos en Teología, las cosas se complican. En los llamados “dogmas” cristianos (como la Divinidad de Cristo” hay que diferenciar varios planos: ¿Qué se quiere decir con la expresión “Divinidad de Cristo”? ?Que quisieron decir? ¿Qué epistemología hay por debajo? ¿Qué valor ontológico tiene esa expresión? ¿Qué contexto filosófico? (tener en cuenta que estamos en época de filosofía helenística neoplatónica) ¿Qué es lo que hoy con nuestras categorias podemos interpretar que quisieron decir? A lo largo de toda la Historia del Cristianismo, las cuestiones cristológicas han sido muy importantes en la vida de la Iglesia. La Cristología era la preocupación fundamental a partir del Primer Concilio de Nicea (325) hasta el Tercer Concilio de Constantinopla (680). A lo largo de este período, los diferentes puntos de vista cristológicos de los grupos de la comunidad cristiana llevaron a acusaciones de herejía, y, en algunos casos, a la posterior persecución religiosa. Por otra parte, la cultura actual accidental está impregnada de lo que se puede llamar “realismo vulgar positivista”: por lo general, nos parece que las expresiones del lenguaje deben tener una correlación (o más bien, una representación) REAL.. Nos cuesta trabajo aceptar que el ser humano CONSTRUYE ACTIVAMENTE significados a partir de SIGNOS (que es el lenguaje). El lenguaje es como un dedo que apunta hacia una realidad que nunca captamos del todo. Es como el niño que señala a la luna. Pero nunca la alcanza..
Muchísimas gracias Leandro. Tus textos y comentarios enriquecen de sobremanera este humilde sitio de KRISIS. No obstante y aunque el asunto de la divinidad de Jesús es necesario situarlo y contextualizarlo en la epistemología dominante de aquel tiempo, y aunque todo es signo-símbolo, es indudable que hay personas que manejan y saben sacarle más partido al lenguaje como instrumento de acercamiento interpretativo de la realidad más que otras. Tú eres un claro ejemplo. En cualquier caso, la divinidad o no divinidad de Jesús, es algo que yo particularmente subordino al asunto de la encarnación y de los hechos observables en favor de los más desfavorecidos. En este punto, yo la divinidad la encuentro en las personas reales y anónimas que como tú y muchas otras estáis siempre contribuyendo a la causa de la fraternidad, la justicia, la igualdad y la libertad. Un abrazo grande querido.
Tal vez podamos aclararnos si aceptamos que la Teología (lo mismo que todo el conocimiento humano) se expresa en un lenguaje que es METAFÓRICO.. Nunca describimos la realidad tal como es. Entre otras cosas porque – y aqui se me nota la colita kantiana – solo percibimos “noúmenos”, percepciones, “sombras” de la realidad. A las que intentamos poner nombre para poder comunicar con palabras las imágenes que se han construido en nuestras mentes.. No quiero hacerme publicidad, pero os podeis bajar GRATIS mis apuntes de EPISTEMOLOGIA (teoría del conocimiento racional) https://www.bubok.es/libros/218053/TEORIAS-DE-LA-CIENCIA-Modulo-2-del-bloque-de-EPISTEMOLOGIA