El hombre que tenía todas las edades

anduranamigos

En aquellos años, éramos muchos los que preguntábamos a este gran amigo, hermano y compañero de luchas que es Antonio Durán Sánchez, con el que celebramos hoy su “ni se sabe” aniversario (80º), la edad que tenía y él, con esa parsimoniosa voz que saborea las palabras para repensarlas antes de lanzarlas, contestaba siempre lo mismo:
– “Yo no tengo edad. Yo tengo todas las edades
Después añadías también algo relacionado con el tiempo y sobre la importancia de vivir como si el tiempo no pasara. Decías que el tiempo que vivimos es un invento matemático que nos aleja y nos impide ver el auténtico tiempo del vivir, que no es otro que del tiempo KAIRÓS, independientemente de que la biología de nuestras células tenga los días contados.
Por tanto, Antonio, qué alegría, que gozo, que placer poder celebrar contigo tu nacimiento, tu existencia y ese misterioso milagro de la vida que como tú bien sabes nos conduce por caminos sorprendentes, extraordinarios y  mágicos. Siempre claro está, que sepamos arriesgar y apostar como tú has hecho por vivir, pensar, preguntarnos y sobre todo como diariamente repites: “crear y sostener vínculos”.
Así pues y aunque me taches de estúpido, por aquello de que buscar la felicidad, es una tarea estúpida que solamente cabe en mentes estúpidas, como tú siempre has dicho, te deseo, te deseamos toda la felicidad que mereces, que no creo la vayas encontrar de una manera diferente a como lo has hecho siempre. Es decir, pensando, inquiriendo, filosofando, meditando y tomándote la vida como un “juego bonito” en el que hay necesariamente que apostar, arriesgarse y perder el miedo.
Antonio, querido. Son tantas cosas, tan fundamentales para mi vida, las que he aprendido de ti que no sabría yo ahora como sintetizarlas porque como dijiste el otro día en tu magna conferencia, todo es complejo, cambiante en cuanto somos ondas y partículas al mismo tiempo, es decir todo está interdependientemente relacionado y sometido a espirales aleatorias recursivas y nada podemos realmente afirmar y conocer sin el contexto, es decir sin los vínculos.
Bueno, pues intentando decir algo para hacerte un mínimo reconocimiento amoroso al mismo tiempo que expreso mi profundo y sentido agradecimiento por todo lo que me has enseñado y ayudado, te diría al menos cinco cosas:
1ª) Siempre encontré en ti un interlocutor, un compañero, un amigo, un hermano y un Tutor que cumplió brillantemente con los requisitos de todo buen psicoterapeuta humanista: a) Me escuchaste atentamente b) Me aceptaste incondicionalmente c) Me liberaste de la culpa d) Visibilicé y siempre sentí que me comprendías y e) independientemente de que nuestros caminos personales, filosóficos, políticos y asociativos hayan sido diferentes, siempre tuvimos y seguimos teniendo un gran espacio de complicidad y amor incondicional.
2ª) Nunca olvido, ni olvidaré que fuiste el que me prestaste muchas veces la famosa moto “Ducati”, con la que Chari y yo paseábamos y gozábamos de la vida. Pero cuando te repito tantas veces esto, no es ya por hacer risas, sino porque creo de corazón, que todos los humanos necesitamos de una moto “Ducati” o algo que nos impulse, que nos mueva, que nos lleve a lugares soñados, que nos libere de los miedos y nos ayude a asumir riesgos, apostar por aventuras de resultados inciertos e insospechados, porque en definitiva vivir sin edad y asumiendo que todo es “Kairós” exige el apoyo incondicional de personas que aunque no compartas todo con ellas, siempre te responderán hagas lo que hagas. Y tú Antonio eres una de esas personas con las que siempre he contado para todo. Muchas gracias otra vez querido.
3º) Tampoco podré olvidar jamás que fuiste tú quien me presentó a la Marta, la Haernecker, con la que aprendí los principios fundamentales del materialismo histórco; al Roger Garaudy con el me di cuenta de que todo es mezcla, diversidad, heterogeneidad y que aunque nada podamos dar por cierto y verdadero necesitamos diseñar, construir y poner en práctica “La Alternativa“; a Giulio Girardi y a tantos otros con los que me enseñaste de una vez y para siempre, la diferencia que había y sigue habiendo entre un “meapilas” y un “cristiano”. Contigo Antonio aprendí a leer y a escribir mi vida en un tiempo en el que la apuesta, el riesgo y la superación del miedo eran y siguen siendo esenciales para vivir este milagro misterio que me impulsa a gritar a cada instante ESTOY VIVO ¡!!! ESTAMOS VIVOS ¡!! ergo… AGRADEZCAMOS !!!
4º) Pero además fuiste tú también el que me enseñó a pensar críticamente y a tomarme las cosas con una cierta calma comprendiendo que debo evitar conflictos innecesarios que me aparten de lo esencial. Por eso y no en vano, unos años más tarde, montado en el “burro de Canetti” cuya salud era encomiable, decidí estudiar Filosofía cosa en la que sigo empeñado ya que como tú sigo obsesionado por aprender “El Arte Vivir”. Por cierto Antonio, tenemos que reunirnos otra vez para continuar los 3 capítulos que hicimos con el FOCODE.
5º) ¿Cómo voy a olvidar todo lo que has hecho por la ciudad de Camas? ¿Cómo voy a olvidar todo lo que aquel Grupo de Salesianos de “La Casa Amarilla” de Buen Aire que llegó en 1973 hizo por la ciudad que me acoge? Lo creas o no, te puedo decir ahora que aquel Grupo fue para mí una de las más importantes fuentes de motivación y de energía revolucionaria que jamás he tenido. Tú, junto a Miguel Fernández Villegas, Luis Martín Blanco y José Matías Gil fuisteis una auténtico fermento de innovación cultural y de compromiso social y político, pero sobre todo de alimento, energía y motivación para que aquellos jóvenes que por allí pasábamos, entre los que me encontraba, decidiéramos abrazar definitivamente el compromiso derivado de la total compatibilidad entre marxismo y cristianismo.Es más, ahora que el tiempo Cronos ha seguido su curso, puedo decir con alegría que sin aquel alimento amoroso y espiritual cargado de compromiso social, cultural y político que aprendí de todos vosotros, la vida para mí no hubiese tenido ningún sentido.
Bueno Antonio, esto ya se hace un poco largo y tú sabes que tengo cuerda para rato, pero no quiero terminar este breve detalle de reconocimiento y amor por ti sin recordarte aquello de que “AL QUE PRESUME DE SABIO, DE QUE LE SIRVE EL SABER, CUANO ENCUENTRA A UNA MUJER, QUE SIN DESPLEGAR LOS LABIOS VUELVE AL SABIO DEL REVÉS” Y aquí siento también de todo corazón un inmenso agradecimiento y cariño por Maria Chups con la que has encontrado realmente “la horma de tu zapato” o esa “media naranja” inexistente que aunque seamos naranjas enteras, tan necesaria es para la vida de cualquier humano, ya que como tú me has enseñado “en el principio todo fue la grieta”, de ella salimos y a ella vamos.
Así pues, MUCHÍSIMAS FELICIDADES PARA TI y MARIA, para que sigáis y sigáis viviendo en Kairos este misterio-milagro-privilegio que es vuestra vida y la de todos nosotros.
Un abrazo grande y sigamos querido ¡!!! Y vete preparando porque “MÁS ALANTE HAY MÁS” sin que haya que poner la mano en el arado y mirar atrás como tú siempre me has dicho.

4 thoughts on “El hombre que tenía todas las edades

Me encantaría que hicieras un comentario. Muchas gracias.