


Introducción
Con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón los españoles iniciaron su colonización, transmitiendo su cultura y su religión a los indígenas. Pero lo que más entusiasmó a los españoles fue dominar a los nativos para emplearlos como esclavos , hacerse dueño de sus tierras y de las riquezas que encontraban a su paso. Su avaricia fue la causa de los excesos que cometieron con los nativos.
La Encomienda
La Encomienda fue una institución económica- religiosa implantada por los españoles en las tierras recién conquistadas de América. Consistía en “encomendar” un determinado grupo de indígenas a un español que debía cuidar de ellos tanto en lo espiritual como en lo terrenal, preocupándose de educarlos en la fe cristiana.
Fray Bartolomé de las Casas
Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla, 1474 – Madrid, 1566) pasó a las Indias diez años después de su descubrimiento, en 1502. En La Española (Santo Domingo) se ordenó sacerdote en 1512 (fue el primero que lo hizo en el Nuevo Mundo) y un año después marchó como capellán en la expedición que conquistó Cuba. Fue nombrado obispo de Chiapas en el Virreinato de Nueva España.
Bartolomé de las Casas y el sermón de Montesino
Fray Bartolomé de las Casas inició su vocación por defender a los indios al quedar intensamente impresionado por un sermón de fray Antón Montesino que pronunció en diciembre de 1511, subido al púlpito de la iglesia de los dominicos en La Española (Santo Domingo). Ese sermón denunció el trato cruel que los españoles daban a los indígenas.
El templo estaba a rebosar. Ocupaban los primeros puestos las principales autoridades coloniales, entre ellas el almirante Diego de Colón, hijo del conquistador. También estaba presente el clérigo Bartolomé de Las Casas como encomendero. Ante un público tan cualificado, el predicador no tuvo pelos en la lengua y se expresó de este modo:
Terminada la misa, Diego de Colón y los oficiales reales se dirigieron al convento de los dominicos para reprender al predicador por el escándalo sembrado en la ciudad, acusarlo de “deservicio” al Rey y exigirle que se retractase en público el domingo siguiente. Siete días después, fray Antón Montesino volvió a subir al púlpito y, lejos de desdecirse, se ratificó en las denuncias y afirmó que los encomenderos no podían salvarse si no dejaban libres a los indios y que irían todos al infierno si persistían en su actitud explotadora. El sermón provocó todavía mayor alboroto que el del domingo anterior, y los oficiales reales enviaron al rey cartas de protesta contra los frailes.
Aquel sermón no cayó en saco roto. Marcó el comienzo del cristianismo liberador, del reconocimiento de la dignidad de los indios y del respeto a la diversidad cultural y religiosa. Fue, asimismo, el germen de la teología de la liberación. Tres años después, Bartolomé de Las Casas renunciaba a su función de encomendero y se convertía en el defensor de los derechos de los indios.

JOSÉ MELERO PÉREZ, nació en Madrid el 15 de septiembre de 1941. Está licenciado en Psicología y en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona. Profesor jubilado. Actualmente escribe en su blog OJO CRÍTICO y en la sesión “Entre Todos” de El Periódico.
Vaya desde aquí mi más sincero agradecimiento por participar en este humilde sitio que es KRISIS.