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Capítulo V: El Pacto de Varsovia y la caída del Muro de Berlin


El Pacto de Varsovia
En materia de política de defensa, como contrapoder a la OTAN, el bloque de países europeos aliados de la Unión Soviética, tras el fallecimiento de J. Stalin y nombrado Nikita Khrushchev, nuevo Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética, acordaron el 14 de Mayo de 1955 firmar el Pacto de Varsovia denominado Tratado de Amistad y Asistencia Mutua, siendo signatarios del mismo: Albania, Alemania Oriental, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungria, Polonia y la Unión Soviética.
Los fines del Pacto de Varsovia guardaban cierta semejanza a los de la OTAN: La cooperación en tareas de mantenimiento de la paz; la inmediata reacción en caso de ataque militar; la defensa mutua en caso de que alguno de los miembros fuera atacado; y el establecimiento de un Estado Mayor conjunto para coordinar los esfuerzos nacionales. En ninguno de sus once artículos, el Pacto hacía referencia directa al régimen de gobierno de los miembros, declarándose abierto a «todos los Estados», con el único requisito de la unanimidad de los restantes signatarios en su admisión; establecía una vigencia de veinte años renovables, así como la libertad de revocarlo para cada uno de los Estados miembro. Las actuaciones más destacadas con participación de fuerzas militares del Pacto de Varsovia en el transcurso de sus 35 años de vida fueron las siguientes:
- La insurrección de Poznan (Polonia) en Junio de 1956. Se inició, a raiz de unas protestas de los trabajadores de diferentes industrias que solicitaban mejoras salariales. Los manifestantes asaltaron varios edificios públicos, entre los cuales estaban: la prisión liberando varios centenares de personas, la sede de la policía y una escuela militar apropiándose del armamento. Ante la actitud pasiva de los soldados polacos, fueron enviados oficiales soviéticos al frente de los mismos, para reprimir duramente la insurrección, que dejó una cifra de muertos en torno a 100 muertos y 500 heridos.
- La Revolución húngara de 1956 del 23 de octubre al 10 de noviembre de 1956. Desde el discurso de crítica a los excesos de Stalin ealizado por su sucesor al frente de la URSS Nikita Jruschov en el XX Congreso del PCUS, el pueblo húngaro había solicitado continuamente la libertad necesaria para elegir su propio sistema político, distinto al impuesto por la Unión Soviética Así, surgieron por toda Hungría movimientos que demandaban que se pusiera coto a las actividades de la policía secreta.
La revuelta comenzó como una protesta estudiantil que atrajo a miles de personas a una marcha por el centro de Budapest hacia el edificio del Parlamento húngaro. con la intención de transmitir sus demandas. La revolución se expandió rápidamente por toda Hungría; el gobierno de András Hegedüs fue derrocado y el primer ministro Imre Nagy encabezó el nuevo Gobierno. Los Consejos de ciudadanos arrebataron el control municipal al Partido Comunista húngaro y exigieron cambios políticos. El nuevo gobierno encabezado por Imre Nagi, declaró su intención de retirarse del Pacto de Varsovia y prometió restablecer las elecciones libres. Para fines de octubre, los combates casi habían cesado y comenzó una sensación de normalidad. En este contexto, sin embargo, el ejército soviético el 4 de noviembre invadió Budapest y otras regiones del país, aplastando la resistencia húngara. En Enero de1957, la Unión Soviética instaló un nuevo Gobierno en Hungría liderado por János Kádá. - La Invasión de Checoslovaquia en Agosto de 1968. Intervinieron fuerzas armadas del Pacto de Varsovia en la noche del 20 al 21 de agosto de 1968, liderados por la Unión Soviética. Su objetivo era frenar las reformas de liberalización económica y política impulsadas por el presidente checoslovaco, Alexander Dubček, que habían conducido, a la Primavera de Praga. Participaron en la operación militar tropas de Polonia, Hungría y Bulgaria, comandadas por tropas soviéticas. Las tropas de Alemania Oriental, aunque listas para la acción, no cruzaron la frontera de Checoslovaquia —a excepción de un pequeño número de especialistas. El único país miembro del Pacto de Varsovia que no participó en la invasión fue Rumanía y además su presidente, Nicolae Ceaușescu, condenó abiertamente la invasión.
Las intervenciones de los ejércitos del Pacto de Varsovia, se realizaron para impedir la liberalización y democratización de los sistemas políticos de algunos de los países integrantes del mismo, cuyos Gobiernos de ideología comunista, deseaban distanciarse del control de la Unión Soviética y realizar reformas políticas que no eran compartidas por el Kremlin. No hubo intervenciones militares fuera del territorio de los paises integrantes del Pacto de Varsovia. La paradoja de que las actuaciones militares en Polonia, Hungria, dirigidas por la Unión Soviética se llevaran a efecto durante el mandato de Nikita Khrushchev, tras criticar éste las políticas llevadas a efecto por Jose Stalin, al sucederle al frente del Partido Comunista de la Unión Soviética, parece evidente. Muy probablemente el mensaje inicial del nuevo dirigente, una vez fallecido Jose Stalin, animó a amplios sectores de los Partidos Comunistas integrantes del Pacto de Varsovia, a promover diversas reformas que posibilitaban un proceso de democratización de las instituciones políticas. Sin embargo, los intentos fallidos en Polonia, Hungría y después en Checoeslovaquia en la era de Leónidas Brezhnev, bajo la doctrina de la soberanía limitada de estos paises, paralizaron el proceso de reformas políticas, y hubo que esperar la llegada de Mijail Gorbachov, para iniciar las primeras medidas reformistas.
La caída del Muro de Berlin

La caída del muro de Berlin en 1989 y la desintegración del bloque de la URSS constituyó un acontecimiento geopolítico de gran importancia en la historia europea. Las circunstancias que contribuyeron fueron, de una parte, el modelo económico y político de la URSS en la década de los años 80, necesitado de profundas reformas dada su ineficiencia, y de otra parte, el malestar de la sociedad rusa tras las pérdidas de vidas en la invasión militar de Afganistan en 1979 y la explosión de la central nuclear de Chernóbil en el año 1986. Asimismo, una nueva generación de dirigentes políticos soviéticos, que sintonizó con las críticas de Nikita Kruchef al período de J. Stalin, tomó el relevo en las instituciones políticas del Partido Comunista de la Unión Soviética, al ser elegido M. Gorbachov, Secretario General del PCUS. Se inició una nueva etapa con las políticas de la perestroika y de la glasnost. Una y otra impulsaron medidas de liberalización económica ( ampliando la actividad económica privada en el sector de los servicios y de la industria ) y de liberalización política ( reduciendo el control del Partido Comunista, ampliando la libertad de prensa y de información, liberando presos políticos, convocando elecciones legislativas plurales en la primavera de 1989 con la constitución de un Congreso de los Diputados y ser elegido M. Gorbachov Presidente de la Unión Soviética en 1990 ).
La resistencia a las reformas políticas y económicas de Gorbachov, de un sector importante del Partido Comunista y del Gobierno ( el vicepresidente, el primer ministro,el ministro de defensa, el jefe de la KGB y otros) provocó un golpe de estado, fallido, en el mes de Agosto de 1991, para evitar la deriva reformista de Gorbachov y la firma el día 20 de Agosto, de una nuevo Tratado de la Unión de las distintas Repúblicas, concediéndoles mas autonomía. Retenido e inmovilizado el Presidente Gorbachov por los golpistas, aquellos momentos críticos se pudieron superar por la audacia de Boris Yelsin, en su condición de Presidente de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, al frente de una gran manifestación de ciudadanos en Moscú, contrarios a la intentona golpista del sector duro del Partido Comunista. A raíz de estos acontecimientos se disolvió la URSS y se creó la Comunidad de Estados Independientes con la firma del Tratado de Belavezha el 8 de Diciembre de 1991, suscrito inicialmente por Rusia, Bielorrusia y Ucrania, al que se sumaron otras repúblicas asiáticas.
La desintegración de la Unión Soviética provocó un movimiento geoestratégico muy importante, de repercusiones políticas, económicas y de alianzas militares en la rimera década del siglo XXI. Entre los años 2004 y 2013 se integraron en la Unión Europea antiguos países aliados de la Unión Soviética, a saber : Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungria, Polonia, República Checa, Bulgaria, Rumanía,Croacia y Malta, y pasó a tener 27 miembros. Este desplazamiento de países europeos del Este hacia la Unión Europea, tuvo su correspondencia con el ingreso en la OTAN entre 1999 y 2009 de los países anteriormente citados, salvo Albania que ingresó en la OTAN, pero no en la Unión Europea. Era evidente que esta ampliación de la OTAN y de la Unión Europea, con Estados que libremente decidieron formar parte de las instituciones económicas y militares de Occidente y que eran miembros, en su día, del Pacto de Varsovia y del Consejo de Ayuda Económica Mutua, liderados por la antigua Unión Soviética, creó perplejidad y asombro a las autoridades rusas. Cabría hablar del efecto contagio entre los antiguos aliados de la Unión Soviética para integrarse en la Unión Europea. La población que forma parte de la Unión Europea al finalizar 2021, ascendía a 447 millones de personas, frente a los 146 millones de la Federación Rusa y 9 millones de Bielorrusia.
Invasión y Guerra en Ucrania

En nuestro recorrido por la historia europea de los últimos 100 años, se han marcado los hitos más importantes, para aproximarnos al objeto de este artículo, titulado Guerra y Paz, y de este modo entender la invasión a fuego y sangre del ejército ruso en Ucrania, ordenada por las dirigentes de Moscú. Los antecedente inmediatos se sitúan en la guerra del Dombás, al Este de Ucrania, tras las manifestaciones de los ciudadanos en la plaza de la independencia de Kiev, en Noviembre de 2013, protestando por la corrupción del Gobierno y la negativa de éste, por presiones de Rusia, a firmar el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea, hechos que llevaron a su dimisión en Febrero de 2014. Posteriormente, Rusia se anexionó en Marzo de 2014 la peninsula de Crimea, que desde la década de los 50 era reconocida por la URSS, como parte integrante del territorio de Ucrania y a su vez sectores de la población prorusos de las ciudades del Este, con ayuda de Rusia, proclamaron en Abríl de 2014 la Republica Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, como entidades políticas independientes de Ucrania. Las acciones militares, no se hicieron esperar y se iniciaron en el mes de Abríl de 2014, entre los partidarios de proclamar la independencia de las nuevas Repúblicas y el ejercito ucraniano defensor de la integridad territorial.
El 15 Septiembre de 2014 se firmó el protocolo de Minsk I, en cuyo texto se acordaban medidas diversas ( alto el fuego inmediato y supervisión por la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa -OSCE-; descentralización del poder en las regiones del Este; liberación de todas las personas secuestradas y detenidas; ayuda humanitaria en los territorios de Dombás; celebración de elecciones locales; retirada de de mercenarios y grupos armados ilegales; programas de recuperación económica en la región de Dombás; creación de zonas seguridad en la frontera y continuar el dialogo entre las partes ).
En Febrero de 2015 se acordó una nueva tregua en Minsk II, reiterando medidas ya contempladas en Minsk I y otras nuevas ( amnistía para las personas implicadas en actos violentos en Donetsk y Lugansk; retirada de armas pesadas; restaurar el control de fronteras de Ucrania; restablecimiento de la gestión de pagos de las obligaciones sociales del Gobierno de Ucrania; una reforma constitucional y ley de autonomía local para determinados territorios de las provincias de Lugansk y Donetsk ); mediación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa ( OSCE). Este alto el fuego se volvió romper en junio de 2015 y no contribuyeron a pacificar la región del Dombás.
Los hechos más recientes, conocidos por los medios de comunicación, indican que desde el 22 de Febrero de 2022, el ejército ruso entró en el territorio de Ucrania, bombardeando ciudades y enfrentándose al ejercito ucraniano y a sus habitantes, produciéndose una inmensidad de refugiados ucranianos, estimada en este momento en 4 millones de personas, hacia los países de la Unión Europea, además de los millones de desplazados en el interior del país, sin que la OTAN haya intervenido directamente en el territorio de Ucrania, salvo el suministro de armamento que proporciona al ejercito ucraniano. Las pérdidas de vidas humanas por ambas partes y las pérdida por daños materiales en infraestructuras,, viviendas hospitales y centros de educación, son cuantiosas, aunque se desconocen con precisión. Toda una tragedia para un pueblo que se resiste a ser sometido a las directrices de la Federación Rusa. En opinión de diversos analistas internacionales, en Ucrania se está siguiendo el guión que se aplicó en el año 2008 con la invasión de Georgia por el ejército ruso, cuando el Gobierno georgiano manifestó su voluntad de asociarse a la Unión Europea y a la OTAN. Entonces el Gobierno de Rusia impulso los movimientos separatistas de Osetia del Sur y de Ajasia, territorios de Georgia, incluso extendiendo pasaporte ruso a los insurrectos para justificar su intervención militar y de este modo neutralizar los deseos del Gobierno georgiano. Una nueva página de Rusia, que con su enorme extensión territorio ( 17 millones de kilometros cuadrados) entra en pánico cuando algún país fronterizo, ya sea Ucrania o Georgia, manifiesta su deseo de formar parte de la Unión Europea o de la OTAN.
Jerónimo Sánchez Blanco, es Doctor en Derecho, Licenciado en Ciencias Políticas y Ex Diputado Constituyente.
Vaya desde aquí nuestro más sentido agradecimiento por honrarnos con sus colaboraciones.
Muy sucinta y equilibrada narración de esta reciente crónica de la historia y geopolítica europea.
Su buena presentación pueden resultar de utilidad para el conocimiento de nuestra historia reciente europea y para ampliar la conciencia de los esfuerzos por lograr una paz y un progreso colaborativo entre las naciones.
Mi enhorabuena a Jerónimo Sánchez Blanco.