El dilema del prisionero. La verdad y la confesión.
Egoísmo o solidaridad
La policía acaba de arrestar a dos sospechosos de un crimen. No se han encontrado pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, un oficial de policía los visita a cada uno y les ofrece un trato.
“No tenemos pruebas de que sean ustedes los autores, pero si alguno de los dos confiesa y su compañero no, sale libre por colaborar con la justicia y su compañero debe pagar toda la culpa (veinte años de cárcel). Si los dos confiesan, se reparten la culpa (diez años a cada uno). Si ninguno confiesa, los acusaremos de un delito menor (posesión ilícita de armas) y pasarán cada uno un año en la cárcel.”
A ambos prisioneros se les ofrece el mismo trato, ambos conocen las consecuencias de cada acción y son completamente conscientes de que al otro prisionero se le ha ofrecido el mismo trato, por lo tanto, la información es de conocimiento común, aunque la decisión es individual.
Planteadas, así las cosas, ambos prisioneros deben decidir qué hacer. Si se pudieran poner de acuerdo y tomar la decisión conjuntamente decidirían, casi seguro, no confesar. Pero como deben decidir individualmente, cada uno verá que, haga lo que haga el compañero, lo mejor es CONFESAR, porque, razonan: “si mi compañero confiesa, mejor confieso yo también (diez años es mejor que veinte), y si mi compañero no confiesa, yo mejor confieso (cero años de cárcel son mejor que uno)”. Y así ambos acaban confesando y disfrutando de diez años a la sombra.
(1) Si los dos solidariamente encubren y callan, los dos pagan una PENA MENOR.
(2) Si los dos piensan en salvarse solos y traicionan, deben pagar DIEZ AÑOS de cárcel los dos
(3) Si el culpable confiesa y el inocente no lo hace (porque es inocente), el responsable queda libre, y el inocente preso.
(4) Y si el inocente confiesa (mintiendo) y el culpable no lo hace, éste será condenado.
Pero, ¿quién es el verdadero autor del crimen? ¿El que ha confesado y ha quedado libre o el que es condenado y no sabemos si es abstuvo de confesar? La verdad no interesa, sino que formalmente se resuelva la situación.
Como pertenece a la TEORÍA DE LOS JUEGOS es posible aplicarla también a LA ECONOMÍA Y A LOS NEGOCIOS: dos empresas pueden salvarse juntas, las dos pueden perder, aunque no todo al mismo tiempo o bien una se salva y la otra es la que pierde, según delate, denuncie, mantenga o rechace un acuerdo.
JORGE EDUARDO NORO nació en la ciudad de Paraná, de la provincia de Entre Ríos, una de las más hermosas de la Argentina, aunque actualmente reside en la provincia de Buenos Aires.
Es profesor de Filosofía, Pedagogía y Letras, doctor en Ciencias de la Educación y está especializado en Filosofía.
Ha trabajado como docente con adolescentes durante cuarenta años y al mismo tiempo en la formación de profesores.
Con el paso del tiempo ingresó como profesor universitario y actualmente imparte seminarios de grado y potgrado en Argentina y otros países de América.
Ha publicado alrededor de quince libros y desde hace algunos años sus publicaciones están disponibles en diversos sitios web como AcademiaEdu, Calameo, Scribd y en su propio sitio web.
Dedica sus días a los seminarios que imparte, a participar como invitado en congresos y cursos, pero sobre todo a escribir mucho y a cuidar los árboles que ha plantado. Tiene dos hijos y un nieto, además de ser hincha del Racing.
Su curriculum completo puedes encontrarlo AQUÍ
Vaya desde aquí nuestro más sentido agradecimiento por participar y prestigiar con sus escritos este sitio de KRISIS, un espacio para la Educación y el Desarrollo de la Conciencia.