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MATRIX-IV: Una lectura teológica de la saga de Neo, Trinity y Morfeo
Por Leandro Sequeiros San Román
Morfeo, Trinity, Tanque y Dozer
Aunque a lo largo de la película Morfeo lleva una serie de sombreros alegóricos, su papel más predominante es el de Juan el Bautista, especialmente como aparece en el cuarto evangelio. El papel de Juan el Bautista en dicho evangelio es el de ser testigo de Jesús, testigo de la luz. Morfeo, como Juan Bautista, desempeña el papel de anunciar la llegada del Salvador. Ambos muestran la certeza inquebrantable de que Neo/Jesús es el Elegido.
Morfeo
Morfeo también representa el papel de Dios Padre para Neo y para el resto de la pequeña banda de rebeldes, y pasa buena parte de la película enseñando al protagonista Neo la naturaleza de la “realidad” como algo opuesto al mundo de Matrix.
En la mitología griega, Morfeo es el dios de los sueños, y su nombre es la raíz lingüística de palabras como morfina (una droga que induce el sueño y calma el dolor), y el morphing (utilizar la tecnología informática para pasar de una realidad a otra sin dejar huella). Esto resuena con la capacidad del personaje de Morfeo en Matrix de moverse entre el mundo de los sueños (el mundo “real”) y el mundo de vigilia (el mundo de Matrix).
Morfeo pregunta: “¿Alguna vez has tenido un sueño, Neo, que parecía muy real? ¿Qué ocurriría si no pudieras despertar de ese sueño? ¿Cómo diferenciarías el mundo de los sueños con la realidad?”
Estos diálogos nos remiten al mundo de los videojuegos, de la confusión entre lo real y lo virtual. El escenario está ahora preparado para que la película equipare el mundo onírico con el mundo digital, el mundo de la conciencia pura que existe en el infinito. Una referencia lejana a la caverna de Platón…
Dando un paso más en los guiños hacia el mundo de la teología judeocristiana: como dice Morfeo, el “Elegido” (Neo) ha sido profetizado desde tiempos inmemoriales, como ocurrió con Jesús de Nazaret. Quien revela esta verdad fundamental es el “Oráculo”, representado en la película como una mujer sencilla que prepara platos de la cocina tradicional afroamericana con más sentido del humor que seriedad (páginas 16-17).
Trinity
Por otra parte, la figura de Trinity se presta a más ambigüedad. El nombre y la función de Trinity es una alusión evidente al concepto bíblico de un Dios trino que se compone del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Con el fin de unirse a Morfeo y a Trinity para experimentar la profundidad de la auténtica realidad, Neo debe re-nacer, resucitar.
Trinity es también una mezcla entre María Magdalena y el Espíritu Santo, tal como evidencia su relación “terrenal pero celestial” con el Elegido. Ella representa el amor eterno, infinito, ilimitado. Cuando al final le da un beso a Neo muerto, el beso de la Princesa Encantada, y le dice: “No puedes estar muerto, porque te amo”, quiere decir que el amor es más fuerte que la muerte, que Dios se manifiesta en una relación amorosa trina. Esta es, sencillamente, la mejor manera de mostrar la milagrosa semejanza de Neo con Cristo: el poder el amor de Trinity lo hace re-vivir, resucitar.
Inmediatamente antes de su re-nacimiento, Neo se gira hacia un lado y ve un espejo roto, cuyos fragmentos se vuelven a unir mientras él los contempla. Está a punto de iniciar un viaje hacia el yo, hacia la psique, y esta metáfora de un espejo universal hecho añicos también ha sido utilizada por Aldous Huxley, y por el cineasta Ingmar Bergman, entre otros. Neo alarga la mano y toca el espejo, que entonces se recompone en una bonita referencia a la primera carta a los Corintios de San Pablo (capítulo 13:12): “Ahora vemos como por medio de un espejo, confusamente, pero luego veremos cara a cara”. Entonces el espejo se vuelve líquido y se traga (“abduce”) a Neo, lo cual nos confirma que el viaje que está realizando es, esencialmente, interior (página 15).
Tanque y Dozer
En el film, los hermanos Tanque y Dozer tienen sus precedentes bíblicos en los apóstoles Santiago y Juan, que también eran hermanos y eran conocidos como los “hijos del trueno”, lo cual tiene sentido pues un tanque y un buldózer son los productores tecnológicos modernos de “estruendo”, ruido, impulso, energía.
El nombre de Tanque sugiere el mismo tipo de poder y estabilidad que tiene Pedro (Piedra, Roca), y ciertamente hay algunos paralelismos entre ellos. Lo más digno de notarse es la versión de Matrix sobre la transfiguración, en la cual Neo asombra a Tanque cuando rescata milagrosamente a Morfeo y a Trinity del edificio de los agentes. La alegría y la certeza de Tanque se expresan en la frase: “Lo sabía. Es el Elegido”. El hecho de que Neo lleve a cabo el rescate produce el momento decisivo del “¡ajá!” de Tanque (y de los espectadores) en el cual se da cuenta de que Neo es, sin duda, el Elegido, tal como predijo Morfeo.
El resto del grupo de Morfeo (Tanque, Dozer, Apoc, Interruptor y Ratón) encaja aproximadamente con el papel de los discípulos. Ciertamente, ellos no son doce, de modo que no podemos llevar esta analogía demasiado lejos. Pero hay dos similitudes dignas de tenerse en cuenta. En primer lugar, hay que decir que cada uno de los evangelios cuenta que entre los discípulos de Jesús había un par (o pares) de hermanos. El hecho de que haya hermanos dentro del grupo de Morfeo no parece ser una coincidencia.
En segundo lugar, así como los doce discípulos de Jesús y la gente que le rodeaba estaban confundidos respecto a la naturaleza de Jesús, el grupo de Morfeo tiene opiniones contrapuestas sobre Neo. En Matrix los dos extremos están polarizados con Trinity, quien cree desde el principio que Neo es “el Elegido”, y por otra parte, Cifra, cuya última frase es: “No, ¡no lo creo!”. Todos los demás están en algún lugar entre Trinity y Cifra.
El apóstol traidor, Cifra
El personaje del traidor, Judas, llamado aquí Cifra, es un tipo duro. Al igual que Judas en la Última Cena, Cifra acepta su destino como traidor durante una comida. Como Judas, que comparte el vino con Cristo en la Última Cena, Cifra y Neo comparten una bebida mientras el primero expresa sus dudas sobre la cruzada con la frase: “¿Por qué demonios no elegí la pastilla azul?”. Lo que hace que Cifra traicione la causa son sus dudas respecto a que Neo sea el elegido, el Salvador, porque no está seguro de estar luchando en el bando correcto, o al menos no en el bando ganador.
Como los fieles de cualquier religión, nuestros apóstoles son tentados por las ilusiones de Matrix y a menudo sueñan despiertos o fantasean con que la ignorancia realmente pueda ser dicha. Esto convalida la idea cristiana de que el creyente es en realidad un extraño en este mundo; que es sólo un visitante, un residente en tránsito, un extranjero con un visado temporal.
Al emerger de la muerte, Neo experimenta la revelación cósmica de su identidad. Como el Mesías anterior al que Morfeo hace alusión, ahora puede modificar Matrix como a él le parezca. Es un Cristo a prueba de balas, que no muere por nuestros pecados y luego regresa, sino que muere por su negativa a creer en su propio poder, que vuelve a la vida a través de la creencia de otra persona y que luego nos pide que nos unamos a él en la lucha contra Matrix. Al igual que Jesús, él es el intermediario entre nuestro “yo” atado y nuestro yo libre. Es un ejemplo que estamos llamados a seguir para transformar Matrix con él.
Enhorabuena. Magnífico artículo. Cuando vi por primera vez Matrix me dejó perplejo, alucinando por la magnífica y contemporánea metáfora que acababa de ver sobre la realidad: la realidad como ilusión (maya) y la realidad como esencia. Una nueva alegoría, a la altura de la caverna de Platón, llevada con arte a la gran pantalla. Gracias Leandro por desmenuzar de forma tan detallada esta obra maestra.