Un debate decepcionante

Todos somos democracia

UN DEBATE DECEPCIONANTE

Por Juan Miguel Batalloso

Cada día estoy más convencido que los debates como el que vimos ayer entre los dos candidatos a los que se les suponen mayores posibilidades de convertirse en presidentes del Gobierno, no sirven absolutamente para nada. Y si para algo sirven es para dos cosas. La primera para excitar la emocionalidad reactiva e impulsiva tanto de los que intervienen en el debate como de los escuchantes o telespectadores. La segunda, para aumentar la polarización y hacer realidad la necesidad de lucha y competición para mostrar quien es el ganador y quien el perdedor.

En realidad y desde mi personal punto de vista, todo el debate transcurrió en una especie de pelea de gallos, es decir, de varones excitados y dispuestos a devorar a su interlocutor con todos los recursos que fuesen necesarios. Aunque afortunadamente no hubo insultos como los que durante los cuatro últimos años han tenido que soportar en el Parlamento los miembros del Gobierno de Coalición, tanto Sánchez como Feijóo ignoraron que las formas son siempre el fondo y que el fin no justifica en ningún caso los medios. Interrupciones continuas; habla reactiva y simultánea; ruido conversacional mediante apostillas y matizaciones; recurso al pasado; argumentaciones extemporáneas; trucos para debilitar al contrario (“tranquilícese, está usted muy nervioso” -Feijóo-); sonrisas impostadas; habla a velocidades supersónicas y para colmo una moderación no moderadora cuya finalidad implícita no fue ayudar a un diálogo clarificador, sino más bien dar rienda suelta a un show para incrementar audiencias y hacer ganancias para la empresa que les paga.

En cuanto a los contenidos y aunque estaban previamente fijados en cuatro bloques, los debatientes no fueron capaces de dar respuesta de una forma sosegada y clara a los interrogantes que los moderadores le plantearon. Si bien y a mi juicio, Pedro Sánchez aunque inicialmente intentó dar cuenta de su gestión económica, así como también de sus políticas sociales no supo poner el foco y atraer la atención en las propuestas para un próximo futuro.

Por su parte, Feijóo demostró que toda su estrategia estaba exclusivamente dirigida a vencer a Sánchez por todos los medios utilizando para ello la sarta de mentiras y medias verdades a las que ya nos tiene acostumbrados sacando una vez más el espantajo de ETA. Respecto a algunas de las mentiras e insinuaciones que Feijóo regaló a la audiencia estas fueron las siguientes 1 Ref.las puedes ver gracias al ELDIARIO.ES AQUÍ:

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  • Comenzó afirmando que hay miles de personas que con sus ingresos no llegan a fin de mes, pero claro, su partido vota en contra de la subida del SMI.
  • Después, criticó la subida de las hipotecas, pero se oponen a que se le pongan limitaciones a los bancos.
  • Luego, confirmó el apoyo a los pensionistas, pero quieren poner la jubilación a los 70 años.
  • Continuó hablando de la pobreza que existía en más de dos millones de personas, pero está en contra de que se le pongan precios más asequibles a una serie de productos básicos.
  • También mencionó el apoyo a las víctimas de la violencia machista, pero pacta con VOX y juntos, anular el Ministerio de Igualdad.
  • Por otro lado, acusó a Bildu de provenir del círculo de la violencia, olvidando claro está, que su gran maestro fue el ministro franquista Fraga Iribarne ampliamente conocido como ministro del Interior en la Transición (“la calle es mía”) y responsable de los sucesos de Vitoria y Montejurra además de amparar los fusilamientos de cinco militantes de izquierda del 27 de septiembre de 1975.
  • Acusó, como siempre, a los nacionalistas catalanes pero claro, no se acordaba de que su compañero Aznar “hablaba catalán en la intimidad” y pactó con Pujol, el gran corrupto a la espera de juicio
  • Finalmente declaró textualmente que la Ley de Memoria Democrática “es vergonzosa”, algo que hizo de pasada, pero que se puede comprobar en la grabación.

Feijóo además, no aportó absolutamente nada de carácter programático para el futuro y se dedicó todo el tiempo a minusvalorar y despreciar todo lo que el Gobierno de Coalición ha realizado. Y por supuesto, en ningún momento consideró el contexto tan difícil (Covid y guerra de Ucrania) que las medidas gubernamentales tuvieron. Si no recuerdo mal, el hostigamiento, los insultos y la falta absoluta de colaboración o de comprensión tanto del PP como VOX han sido constantes y permanentes a lo largo de estos últimos cuatro años. Así que Feijóo continuó por el camino ya trazado.

A Feijóo se le notó claramente a mi juicio que su aparente tranquilidad estaba plagada de rictus faciales que denotaban una intranquilidad y una cierta rabia interior, aunque esto es desde luego una suposición mía. Su obsesión desde luego era vencer como fuera al adversario y convertirse en el único presidenciable. Incluso se sacó de la manga una filibustera propuesta de pedir a Pedro Sánchez que se abstuviera si él ganaba las elecciones a cambio de que él haría lo mismo, olvidando claro está, que nuestra democracia no es una democracia presidencialista y olvidando también los numerosos pactos que ha realizado con VOX.

A Pedro Sánchez, dicho con todo respeto, lo noté como al estudiante que en un examen oral no tiene tiempo para decir todo lo que lleva preparado. De aquí que hablase a mucha velocidad e interrumpiese en numerosas ocasiones no tanto para replicar sino más bien para decir la lección aprendida. En consecuencia, sus intervenciones, salvo las iniciales fueron precipitadas y desde luego no se corresponden con otras muchas que hemos visto en debates parlamentarios, en los que sin ninguna duda tuvo un domino total de la escena y del verbo. Creo también que a Sánchez le cogieron muchas de las declaraciones de Feijóo por sorpresa y eso lo obligó a improvisar. Mientras que Sánchez quería poner en valor lo realizado, Feijóo centró su intervención en descargar toda una batería de artillería pesada que ya lleva mucho tiempo engrasada por los medios de comunicación de la derecha mediática. No en vano, el debate se realizó en una empresa mediática que le ha venido zumbando a Sánchez y al gobierno cada vez que ha querido.

En cualquier caso y como idea central que quiero transmitir, es que se desperdició una oportunidad histórica para mostrar como se construye y se materializa la cultura democrática a partir de la argumentación racional y un comportamiento dialogante y abierto. Tanto uno como otro, no solo se olvidaron de los principios comunicativos, formales e informales que fundan toda cultura democrática. En este sentido los dos fueron maestros en no escuchar. Por el contrario fueron expertos en reaccionar y en ver de qué forma se puede atacar o humillar al adversario. Así en vez de testimoniar que es posible el diálogo y que toda polarización es perniciosa tanto personal como socialmente, el resultado a mi juicio fue impresentable y me atrevo a decir que la ciudadanía española no puede permitirse este tipo de debates replicantes y confusos.

Concluyo pues diciendo que realmente los dos fueron perdedores. Feijóo porque ya sabemos a quién representa, a quien beneficia y a quien perjudica dada la trayectoria del PP de votar siempre en contra de cualquier iniciativa gubernamental para avanzar en derechos sociales y en igualdad. Igualmente, Sánchez perdió porque creo que de tanto papel que llevaba perdió los papeles, no porque fuese agresivo, sino porque no supo enfocar de forma sosegada y seductora los temas trascendentales que hubieran interesado a la gente normal. No obstante, fue de agradecer que mostrara su grado de indignación cuando trató de defender el feminismo en igualdad.

Ignoro que efectos tendrá este debate en la decisión del voto, pero lo que si tengo claro es que tras este debate quien realmente perdió fue la ciudadanía de a pie, la que nos encontramos todos los días en la panadería o en el supermercado. Una ciudadanía, cuyo voto está mucho más condicionado por la derecha mediática de “la máquina del fango” que por las batallitas de los políticos profesionales que acostumbran a sentirse indispensables y a eternizarse en los sillones. En cualquier caso, reitero, que se perdió una excelente oportunidad para mostrar en vivo y en directo los fundamentos de una auténtica cultura democrática y el testimonio encarnado de unos líderes comprensivos, ecuánimes y con capacidad para hacer pedagogía política.

Finalizo. La posibilidad efectiva de que en este país se hayan hecho importantes reformas de gran calado social, sin duda alguna la ha otorgado la presión y la presencia en el Gobierno de Coalición de Unidas Podemos. Sin ese factor dudo mucho que el PSOE se hubiese atrevido por sí solo a afrontar dichas reformas. Por tanto, la única manera de consolidar y mantener los derechos y avances alcanzados, así como la única forma de continuar y seguir desarrollando y profundizando en Derechos Humanos Universales es conseguir que siga gobernando la izquierda, pero no la izquierda del bipartidismo, sino la izquierda plural, creativa, innovadora y muy pegada a la vida diaria de la gente. Así pues y tal como yo lo entiendo, si votar es el ejercicio de un derecho y un asunto de responsabilidad personal y social, votar a la izquierda es un asunto de responsabilidad moral y de testimonio efectivo para garantizar que las capas sociales más vulnerables sean atendidas como se merecen. Y desde luego, cuantos más diputados obtenga SUMAR siempre que el PSOE aumente también sus diputados, mayores garantías a mi juicio habrá de seguir avanzando por la senda de la profundización de la Democracia.

Juan Miguel Batalloso Navas, es Maestro de Educación Primaria y Orientador Escolar jubilado, además de doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, -España–.
Ha ejercido la profesión docente durante 30 años, desarrollando funciones como maestro de escuela, director escolar, orientador de Secundaria y formador de profesores.
Ha impartido numerosos cursos de Formación del Profesorado, así como Conferencias en España, Brasil, México, Perú, Chile y Portugal. También ha publicado diversos libros y artículos sobre temas educativos.
Ha sido miembro del Grupo de Investigación ECOTRANSD de la Universidad Católica de Brasilia y pertenece al Consejo Académico Internacional de UNIVERSITAS NUEVA CIVILIZACIÓN, donde ofreció el Curso e-learning: ‘Orientación Educativa y Vocacional’.
En la actualidad, casi todo su tiempo libre lo dedica a la lectura, escritura y administración del sitio KRISIS cuya temática general está centrada también en temas educativos y transdisciplinares. Su curriculum completo lo puedes ver AQUÍ

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