Conciencia (13). La conciencia social (y 2)

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Conciencia

Conciencia (13). Perspectivas

La conciencia social (y 2)

Por Juan Miguel Batalloso Navas

Compromiso social

         El compromiso social representa la dimensión volitiva y motivacional de la conciencia social, traduciéndose en una responsabilidad asumida activamente por individuos u organizaciones para buscar el bien común. Como señala la Universidad del País Vasco en su definición de esta competencia transversal, el compromiso social implica «…acción empática y responsable frente a los retos sociales, medioambientales y económicos, a nivel local, nacional y global, así como hacia los valores democráticos fundamentales de la sociedad contemporánea…» 1 Ref.EHU. Compromiso Social. EHU. Universidad del País Vasco. Esta definición enfatiza que el compromiso no es meramente contemplativo sino esencialmente orientado a la acción transformadora.

         El compromiso social se distingue por varias características fundamentales. Es intencional, guiado por la empatía y el sentido de deber comunitario más que por obligación externa o beneficio personal. Es transformativo, buscando cambios profundos y sostenidos en las estructuras sociales más que meras intervenciones superficiales. Es compartido, requiriendo participación colectiva y reconociendo que la transformación social no puede lograrse individualmente. Está basado en conocimiento, demandando comprensión técnica y científica para generar impactos sostenibles. Y crucialmente, es orientado a la acción, trascendiendo las meras intenciones para manifestarse en intervenciones concretas.

         El marco de valores que sustenta el compromiso social incluye el respeto como fundamento para reconocer y valorar las diferencias, la tolerancia como capacidad para aceptar la diversidad y generar consensos, y la solidaridad como voluntad de ayudar a otros y construir comunidad con justicia social. Estos valores se articulan en prácticas concretas que van desde el activismo y la defensa de derechos hasta el voluntariado, la filantropía, la participación política ciudadana, el trabajo en organizaciones no gubernamentales y las iniciativas de desarrollo sostenible.

         El compromiso social encuentra su expresión más clara en la dedicación e implicación moral de personas que, de manera remunerada o voluntaria, desarrollan trabajos que promueven la transformación social. Este compromiso se manifiesta en múltiples ámbitos: profesionales que ejercen su labor con conciencia social, educadores que cultivan el pensamiento crítico en sus estudiantes, trabajadores sociales que acompañan procesos de empoderamiento comunitario, activistas que organizan movimientos por la justicia, empresarios que implementan prácticas de responsabilidad social corporativa, y ciudadanos que participan activamente en la construcción democrática de sus sociedades.

Conceptos vinculados

         La conciencia social se encuentra íntimamente relacionada con un conjunto de conceptos que enriquecen y complementan su significado. La “responsabilidad social representa la dimensión normativa y obligatoria, constituyendo el principio ético según el cual individuos, organizaciones y empresas consideran deliberadamente los impactos de sus decisiones y actividades sobre diversos actores sociales, incluyendo comunidad, medio ambiente, empleados, clientes y otras partes relevantes. Archie Carroll 2 Ref.Archie B. Carroll es un profesor de gestión empresarial de la Universidad de Georgia y uno de los académicos más influyentes en el campo de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Carroll propone cuatro niveles de responsabilidades corporativas organizadas jerárquicamente El enfoque de Carroll – Niveles de Responsabilidad Social: Económica (base): 1) La empresa debe ser rentable y generar beneficios; 2) Legal: Cumplir con leyes y regulaciones establecidas; 3) Ética: Actuar con justicia, haciendo lo correcto y evitando hacer daño; 4) Filantrópica (cúspide): Ser buena ciudadana corporativa contribuyendo voluntariamente al bienestar social. Carroll validó y difundió académicamente el concepto de responsabilidad social corporativa, proveyendo la base intelectual para una práctica cada vez más difundida. propuso un modelo piramidal de responsabilidad social corporativa que distingue entre responsabilidades económicas (obligación de ser rentable), legales (cumplimiento de leyes), éticas (hacer lo correcto, justo y equitativo) y filantrópicas (contribuir al mejoramiento comunitario y calidad de vida) 3 Ref.ISMODE, Javier. El enfoque de Carroll – Niveles de Responsabilidad Social. Linkedin, 2016. Disponible en: <(25) El enfoque de Carroll – Niveles de Responsabilidad Social | LinkedIn> Acceso: 15 oct. 2025..

         La distinción que establece Vallaeys entre responsabilidad moral, legal y social 4 Ref.VALLAEYS, François. La responsabilidad social universitaria: un nuevo modelo universitario contra la mercantilización. Revista Iberoamericana de Educación Superior, vol. V, núm. 12, 2014, pp. 105-117. Disponible en: < Redalyc.La responsabilidad social universitaria: un nuevo modelo universitario contra la mercantilización> Acceso: 15 oct. 2025. es particularmente iluminadora. Mientras la responsabilidad moral gobierna actos individuales y la responsabilidad legal exige cumplimiento normativo, la responsabilidad social gobierna impactos sistémicos: se responsabiliza por las consecuencias indirectas y emergentes de acciones colectivas, demandando atención y compromisos frente a las repercusiones globales de decisiones locales. Esta forma de responsabilidad es inherentemente colectiva, requiere creatividad política para abordar problemas sin precedentes, y conecta lo local con lo global en cadenas complejas de causalidad.

         La acción social, en el sentido weberiano, constituye la manifestación conductual de la conciencia social. Weber distinguió cuatro tipos de acción social según su motivación: acción instrumentalmente racional (medios racionales para fines específicos, orientada a metas calculadas), acción valorativa (guiada por valores y creencias profundamente sostenidas, con valor intrínseco independientemente de resultados prácticos), acción afectiva (impulsada por emociones y sentimientos, espontánea y no deliberada racionalmente), y acción tradicional (basada en costumbres, hábitos y normas heredadas) 5 Ref.Fuente: Wikipedia. Social Action, Max Weber and Types. Disponible en: <Social action – Wikipedia> Acceso: 15 oct. 2025.. La acción social vinculada a la conciencia social tiende a ser primordialmente valorativa, aunque puede incorporar elementos instrumentales cuando se planifican estrategias de cambio social.

         La transformación social representa tanto el objetivo último como el resultado de la conciencia social desarrollada. En su dimensión social, la transformación social se refiere a alteraciones significativas en la estructura y dinámica de la sociedad a lo largo del tiempo, incluyendo reformas culturales, transformaciones institucionales y cambios sistémicos. La teoría sociológica ha conceptualizado estos procesos a través de diversos marcos: teorías evolutivas (progresión lineal de lo simple a lo complejo), teorías del conflicto (cambio dialéctico impulsado por luchas de clase), teorías funcionalistas (adaptación para mantener equilibrio sistémico) y teorías cíclicas (ciclos recurrentes de ascenso y caída civilizacional).

         La tradición intelectual latinoamericana ha realizado contribuciones fundamentales e innovadoras a la comprensión de la conciencia social, desarrollando marcos teóricos y prácticos profundamente arraigados en las realidades de opresión, colonialismo y lucha por la justicia social que han caracterizado la historia del continente. Estas contribuciones, lejos de ser meramente regionales, han alcanzado resonancia global y han influenciado profundamente los movimientos de justicia social en todo el mundo.

         Como ya he señalado, Paulo Freire, el universal pedagogo brasileño, desarrolló el concepto de “conscientização” (concientización o concienciación), que constituye una de las elaboraciones más influyentes del concepto de conciencia social. La “conscientização”  puede definirse como “el proceso de desarrollar una conciencia crítica de las fuerzas sociales y políticas que dan forma a nuestras vidas, y desarrollar las habilidades de pensamiento crítico para desafiar la injusticia y crear cambio.” 6 Ref.Fuente: Concepts used by Paulo Freire. Freire Institute. University of Lancashire Victoria Mill, Trafalgar Street Burnley, Lancashire BB11 1RA United Kingdom. Disponible en: <Concepts Used by Paulo Freire | Freire Institute> Acceso: 15 oct. 2025. Esta conceptualización enfatiza varios aspectos cruciales: “conscientização” no es simplemente un proceso intelectual o un momento de iluminación, sino que presupone un compromiso continuo con la acción; es un proceso colectivo, no individual; implica descubrir y buscar cambiar la realidad a través de la actividad colectiva; y es un proceso de desarrollo que se mueve desde la conciencia social “mágica” a la “ingenua” hasta la “crítica”.

         Freire distinguió entre educación bancaria y educación liberadora en su obra seminal Pedagogía del Oprimido 7 Ref.FREIRE, Paulo. Pedagogía del oprimido. Madrid: Siglo XXI, 1975. La educación bancaria trata a los estudiantes como recipientes vacíos en los que los docentes “depositan” conocimientos, manteniendo relaciones verticales donde los maestros narran y los estudiantes escuchan pasivamente, el conocimiento se presenta como estático y compartimentalizado, y los estudiantes se ven como no sabiendo nada mientras los maestros lo saben todo. Esta forma de educación mantiene la opresión al desechar el pensamiento crítico. En contraste, la educación problematizadora o liberadora enfatiza el diálogo entre maestros-estudiantes y estudiantes-maestros donde ambos aprenden, ambos cuestionan y ambos reflexionan; el conocimiento se concibe como investigación continua; se promueve el compromiso crítico con la realidad; y se practica la praxis como ciclo continuo de acción y reflexión.

         La pedagogía de Freire se basa en varios conceptos adicionales de importancia. La “cultura del silencio” describe la situación donde las personas oprimidas están atrapadas por la falta de poder, impedidas de expresar y actuar sobre sus pensamientos y experiencias debido al miedo, falta de acceso a educación, o internalización de creencias opresivas. Los “temas generadores” son cuestiones y preocupaciones clave que dan forma a una sociedad, representando las esperanzas, miedos y motivaciones subyacentes de las personas. La “codificación y decodificación” implica reunir información para construir representaciones de situaciones reales, examinándolas colectivamente para comprender las problemáticas subyacentes y las dinámicas de poder.

         Ignacio Martín-Baró, psicólogo social jesuita español que trabajó en El Salvador, desarrolló la “Psicología de la Liberación8 Ref.MARTÍN-BARÓ, Ignacio. Psicología de liberación. Madrid: Trotta, 1995. como respuesta a las críticas de la psicología tradicional por su presunta neutralidad valorativa, su afirmación de universalidad basada en poblaciones no representativas, y su irrelevancia social frente a las desigualdades. Su biografía está trágicamente marcada por su asesinato el 16 de noviembre de 1989 por un escuadrón de la muerte salvadoreño junto con otros cinco jesuitas, testimoniando el poder amenazante de estas ideas para regímenes opresivos. Su frase famosa resume esta realidad: “En su país, es publicar o perecer. En el nuestro, es publicar y perecer”.

         En consecuencia, de las aportaciones de la Psicología de la Liberación de Martín-Baró; de la Educación Liberadora y la Pedagogía del Oprimido del Paulo Freire, así como de las elaboraciones de la Teología de la Liberación formuladas por el peruano Gustavo Gutiérrez, el brasileño Leonardo Boff y el español Juan José Tamayo, se configura todo un marco conceptual relativo a las dimensiones sociales y sistemáticas tanto de la conciencia crítica, la conciencia social y el compromiso sociopolítico.

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Juan Miguel Batalloso Navas, es Maestro de Educación Primaria y Orientador Escolar jubilado, además de doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, -España–.
Ha ejercido la profesión docente durante 30 años, desarrollando funciones como maestro de escuela, director escolar, orientador de Secundaria y formador de profesores.
Ha impartido numerosos cursos de Formación del Profesorado, así como Conferencias en España, Brasil, México, Perú, Chile y Portugal. También ha publicado diversos libros y artículos sobre temas educativos.
Localmente, participa y trabaja en la Asociación “Memoria, Libertad y Cultura Democrática” En la actualidad, casi todo su tiempo libre lo dedica a la lectura, escritura y administración del sitio KRISIS. Su curriculum completo lo puedes ver AQUÍ.

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