KRISIS recomienda: “Atocha. El revés de la luz”

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Por Juan Miguel Batalloso Navas

El pasado viernes 3 de febrero del presente año 2023, tuve la oportunidad y el privilegio de asistir, en la Sala “La Fundición” de Sevilla, al estreno de la obra del dramaturgo sevillano Javier Durán Pérez (Javi) “ATOCHA. EL REVÉS DE LA LUZ“. Ni que decir tiene que quedé absolutamente satisfecho e impresionado con tan extraordinaria representación, además de profundamente conmovido y emocionado.

En cuanto al autor, decir que tengo la gran alegría de conocerlo y de admirarlo prácticamente desde que nació. Su padre, Antonio Durán Sánchez, siempre fue mi gran amigo y confidente, pero sobre todo un entrañable ser humano al que admiro y quiero muchísimo. Son tantas las experiencias que he tenido con el padre de Javi que puedo decir a boca llena, que si soy lo que soy y pienso como pienso, es debido a las orientaciones, influencias y enseñanzas que me ha regalado Antonio.

Sin duda alguna, esta obra, además de ser un relato autobiográfico e histórico del criminal atentado terrorista del 24 de enero de 1977 conocido popularmente como “La matanza de Atocha”, es sobre todo y ante todo una obra de denuncia de cualquier forma de fascismo, autoritarismo y dogmatismo, pero también una obra de esperanza abierta al perdón, a la concordia y a la reconciliación.

Su protagonista es Alejandro Ruíz-Huerta, que está representado por la magistral interpretación del actor Nacho Laseca. Su magistral actuación en la que dramatiza y resume un periodo histórico trascendental en la lucha y consecución de las Libertades Democráticas en nuestro país, es la que marca el eje y el ritmo de todo el relato. Un relato bien descrito, contextualizado y excelentemente interpretado también por el resto de los actores.

Todos los detalles técnicos, de autoría y producción puedes verlos en el documento que aquí coloco y que he obtenido de la Web de Javier Durán

Con una sala repleta a rebosar y un clima de recogimiento, reflexión y profunda emoción, todo el plantel de actores fue desgranado poco a poco un relato conmovedor en grado sumo. A mí al menos y creo que a una gran mayoría de los asistentes que vivieron aquellos hechos, nos hizo, además de llorar nuevamente con profundo sentimiento por las víctimas de aquel magnicidio, llorar también por como la desmemoriada sociedad española concede representación política a los que hoy defienden la misma ideología de los asesinos de Atocha. ¿Estaremos condenados a pelearnos permanentemente unos con otros? ¿Acaso no tuvimos suficiente con el golpe de Franco de 1936, la Guerra y los 40 años de dictadura? ¿Cómo es posible que un importante sector de la sociedad española defienda valores y posiciones políticas e ideológicas idénticas o muy similares a las de los asesinos de Atocha?

Los abogados de AtochaAsí pues, por medio de esta conmovedora y aleccionadora obra de Javi, además de la lectura que hace ya tiempo realicé del libro de Alejandro, he ido poco a poco adentrándome en una serie de reflexiones sobre mi propia Memoria Histórica personal y el contexto en el que tocó vivir. Memoria que como todas las memorias personales es más emocional y sentimental, que racional y temporal, porque cuando recordamos, lo queramos o no, siempre mezclamos sin darnos cuenta, deseos y realidad. De algún modo y más ahora, habiendo entrado ya en la última etapa de mi vida, me doy cuenta en mayor o en menor grado, de que la realidad personal vivida y sentida es siempre diferente a la realidad verificada y contrastada por el conocimiento histórico.

Muchas veces, por no decir casi siempre, los hechos históricos acaecidos pasan a constituirse en nuestra conciencia como una especie de telón de fondo del escenario en el que vivimos experiencias que nos marcan para siempre. Experiencias que nos marcan, ya sea porque son concomitantes con nuestra propia supervivencia física y psicológica, o bien porque sencillamente pertenecen o se relacionan de algún modo con las famosas tres heridas de las que nos hablaba Miguel Hernández: la del amor, la de la vida y la de la muerte.

En consecuencia, la obra de Javi y la historia de Alejandro me conmovieron hasta el punto de que mis lágrimas prácticamente estuvieron presentes durante todo el espectáculo. Durante días he estado tratando de ordenar los motivos por los cuales alcancé tal grado de impacto emocional y aunque sin duda eso se debe a la capacidad y el talento de Javi y los actores para comunicar un mensaje profundamente sentimental e incluso espiritual, pasadas ya varias semanas y calmados mis impulsos sentimentales, retomo el asunto para desintoxicarme de insatisfacciones y decepciones.

¿Por qué la sociedad española ha olvidado tan pronto los sufrimientos, dolores, padecimientos y sacrificios que tantas personas sencillas realizaron para conquistar las Libertades Democráticas? ¿Es esto que tenemos ahora lo que aquellas muchachas y muchachos de las décadas de los 60 y los 70 del pasado siglo soñaban y deseaban? ¿Qué nos sucedió para que de pronto lo más preclaro y talentoso de aquellas generaciones optaran por situarse políticamente en las instituciones y hacer carrera e incluso lucro personal de todo ello?¿Qué pasó con aquellos principios éticos e ideológicos del nuevo tipo de sindicalismo: democrático, asambleario, reivindicativo y sociopolítico? O ¿Qué pasó con todo aquel masivo movimiento ciudadano y educativo o con el socialismo democrático y todas aquellas apuestas y menciones a la transformación profunda de la sociedad? ¿No será que todas aquellas muertes, encarcelamientos, torturas y represiones orquestadas y ejecutadas por una dictadura criminal sirvieron realmente para poco cuando hoy vemos hoy como el fascismo y la ultraderecha emergen con fuerza? ¿Es suficiente con reconocer, homenajear y dignificar a las víctimas de aquel genocidio fascista que sembró nuestro país de fosas comunes? ¿Dónde está la raíz de la desmemoria colectiva que sufre este país? ¿No será que llevamos más de 40 años de vacaciones creyendo que nuestra Democracia pone fin a aquellos viejos sueños? ¿No será que nuestra Democracia y sus valores éticos no forman parte de la conciencia y del comportamiento individual de cada ciudadano? ¿Hemos sabido contagiar a nuestros jóvenes la pasión por transformar la sociedad, la vocación por dejar nuestro metro cuadrado un poco mejor de como lo encontramos? ¿Cómo fue posible que aquella explosión de unidad democrática de los primeros años 70 no diese lugar a la unidad sindical y política de las fuerzas y organizaciones de la izquierda? ¿Por qué la derecha política de nuestro país, junto a la jerarquía eclesiástica de la Iglesia católica, sin olvidar a ciertos sectores de los aparatos judicial y policial, manifiestan reiteradamente que la única España que existe es la suya? ¿Es realmente posible la reconciliación y concordia con personas y sectores sociales que añoran y desean un pasado fascista y dictatorial?¿Por qué ha costado tanta sangre o tanto esfuerzo conquistar derechos sociales y por qué ha sido y sigue siendo tan difícil consolidarlos y blindarlos en nuestra Constitución? ¿Por qué no nos damos cuenta de que las Democracias pueden convertirse en un mecanismo perverso que elimina y suprime derechos conquistados si cada ciudadano no asume la responsabilidad individual de defenderla junto a los Derechos Humanos Universales?

Pero además de todas estas preguntas, siempre se me presenta una que me repito muchas veces y a la que estoy seguro que contestarán igual todas aquellas personas que apostaron su vida, esfuerzos y sacrificios por luchar contra el franquismo y la dictadura. ¿Valieron la pena tantos sacrificios? Pues claro que valieron la pena. Pues claro que sí y aunque los resultados que esperábamos no se hayan materializado al completo. Pues claro que hay apostar siempre por la justicia, la libertad y la fraternidad. Pues claro que si por desgracia tuviésemos que afrontar una situación semejante tendríamos que redoblar nuestro compromiso y nuestra lucha. Se podrían dar muchas razones, pero yo solamente voy a dejar una que magistralmente Giulio Girardi, ofrece uno de los fundadores del movimiento sociopolítico “Cristianos por el Socialismo“:

«…Me parece importante reafirmar en este contexto, que la opción fundamental que nos inspira, que nos mueve, es de tipo moral. Se funda en que la Causa por la que luchamos es justa, y no en que esta causa tenga certeza o probabilidad de triunfar históricamente mañana (…)Si la motivación fundamental es de tipo moral, si la motivación es una opción por la Justicia, por el Derecho, por el Amor, por la identificación con los oprimidos porque son oprimidos, porque son marginados por la sociedad, porque son objetos de injusticia si ésta es la razón de una opción por los pobres y la solidaridad con los oprimidos, entonces esa opción por los pobres no pierde sus razones en el momento de la derrota, sino que, al contrario, encuentra razones más profundas, razones todavía más vivas y actuales. »1 Ref.Giulio Girardi. Optar por los pobres después de la crisis del socialismo real.

Por último no quisiera despedirme sin dar las gracias de todo corazón a Alejandro, a Javi y a todo el maravilloso plantel de actores que ha hecho posible esta obra, mostrando así la imperiosa e indispensable necesidad de HACER permanentemente Memoria Histórica y Democrática.

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Juan Miguel Batalloso Navas, es Maestro de Educación Primaria y Orientador Escolar jubilado, además de doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, -España–.
Ha ejercido la profesión docente durante 30 años, desarrollando funciones como maestro de escuela, director escolar, orientador de Secundaria y formador de profesores.
Ha impartido numerosos cursos de Formación del Profesorado, así como Conferencias en España, Brasil, México, Perú, Chile y Portugal. También ha publicado diversos libros y artículos sobre temas educativos.
Ha sido miembro del Grupo de Investigación ECOTRANSD de la Universidad Católica de Brasilia y pertenece al Consejo Académico Internacional de UNIVERSITAS NUEVA CIVILIZACIÓN, donde ofreció el Curso e-learning: ‘Orientación Educativa y Vocacional’.
En la actualidad, casi todo su tiempo libre lo dedica a la lectura, escritura y administración del sitio KRISIS cuya temática general está centrada también en temas educativos y transdisciplinares. Su curriculum completo lo puedes ver AQUÍ

One thought on “KRISIS recomienda: “Atocha. El revés de la luz”

  1. El cuerpo social es al menos tan complejo como nuestro cuerpo físico y mental. Superada una crisis, surge otra a continuación y otra y otra más. ¿Hasta cuándo?. Nuestra experiencia individual nos da pistas. Si resolvemos nuestros conflictos mentales antes de que se somaticen, las enfermedades físicas se reducen considerablemente. Sé, como tú, que la educación, una buena educación que nos despierte la conciencia individual y colectiva, es el antídoto mejor para resolver estos problemas sociales.

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