RECORDANDO a ANTHONY DE MELLO (11): imaginación y fantasía

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Por Juan Miguel Batalloso Navas

Como ya he señalado en diversas ocasiones, Anthony de Mello era muy dado a utilizar parábolas, cuentos e historias paradójicas que extraía tanto de las Sagradas Escrituras de la Biblia y específicamente de los Evangelios, como de diversas tradiciones de la espiritualidad oriental, ya fueran estas hindúes, sufíes o budistas. Al mismo tiempo, y dada su condición de psicoterapeuta adscrito a la Psicología Humanista, ofreció también numerosos ejercicios que, combinados con diversos procedimientos de meditación oriental, permiten a aquella persona que los lee de forma tranquila y sosegada encontrar estados mentales de calma, serenidad y gozo interior.

Por propia experiencia puedo asegurar que al menos a mí, algunos de estos ejercicios, me han ayudado mucho a pasar momentos inolvidables de recogimiento, autoconocimiento y paz mental. Además, debo señalar también que todas las obras que he podido leer y saborear de Anthony de Mello están llenas de frescura, espontaneidad, imaginación, creatividad y genialidad.

Ahora que tengo una visión más o menos global de su pensamiento y su trayectoria vital, creo sinceramente que sus aportaciones se salen del marco de lo estrictamente dogmatizado y establecido por la Iglesia Católica y tal vez por esa razón fue y sigue siendo censurado por ese sector de católicos que obedecen y aceptan ciegamente todo lo que dice el funcionario eclesiástico de turno. Y cuando digo que su mensaje “se sale” no lo hago en el sentido de que Anthony de Mello persiguiera salirse de la Iglesia y desobedecer abiertamente a su jerarquía y sus dogmas, sino en el sentido de que su obra abre e inaugura una nueva forma de entender el mensaje de Jesús. Una nueva forma con la que intenta poner de manifiesto que Jesús, ese Jesús persona igual que tú y que yo, desnudo y desprovisto de todas esas capas o costras históricas de interpretaciones dogmáticas, está a mi juicio más vivo que nunca.

Vivo porque el fondo esencial de su mensaje sigue siendo válido para afrontar los problemas y necesidades de nuestro presente, así como para asumir la apuesta y el reto de pensar con nuestra propia cabeza. Esta es la razón por la que me atrevo a decir que el mensaje original de una persona como Jesús, se sale, desborda, sobrepasa, expande y supera cualquier forma de interpretación que podamos hacer de él. Y es que en el fondo de los fondos y de la misma manera que decimos por ejemplo que Marx no era marxista, también podemos decir que Jesús no era cristiano, como tampoco católico ya que su mensaje es profundamente humanista y universal, es decir, no se le puede encerrar en las estrechas jaulas de los dogmas eclesiásticos. En realidad, y como siempre me repetía mi gran amigo el teólogo y sacerdote Fernando Camacho Acosta el mensaje de Jesús es un mensaje de horizonte humano, nada más y nada menos. Y esta es la razón por la que cuanto más se esfuerza y consigue una persona en ser más plenamente humana, en realidad más coherente o más simpatiza con el mensaje de Jesús aunque se declare atea, agnóstica o de cualquier otra religión.

En suma, la obra de Anthony de Mello proporciona recursos, pistas, orientaciones, consejos y ayudas para intentar llegar a ser lo más plenamente humanos que podamos y por tanto más pacíficos, bondadosos y en definitiva más felices. Esta es la razón en la que me apoyo para decir que el mensaje de Anthony de Mello es de tanta potencia liberadora interior, que sirve a cualquier persona independientemente de su adscripción religiosa o ideológica, si bien debo advertir que los padres de la ortodoxia nunca podrán tolerar el ejercicio del derecho a pensar con la propia cabeza.

Bien, y ahora como muestra de la preocupación de Anthony de Mello por proporcionarnos sencillos procedimientos para ser más conscientes y gozar más plenamente del misterioso regalo de nuestro existir en forma de vida humana, transcribo aquí uno de los ejercicios dirigidos a reflexionar sobre nuestros momentos de alegría. Tal vez, algunos de los que están leyendo esto, puede que piensen que esto no es más que una pastillita para pasar un ratito a gusto con uno mismo, pero debo advertirles que “el despertar” del que siempre habla De Mello, no solo es un despertar psíquico y espiritual, sino también un despertar a la sensibilidad y al compromiso humano visible y concreto con todas aquellas personas con las que nos relacionamos y especialmente con aquellas que más sufren o se duelen. En otras palabras: si el despertar psíquico, mental y espiritual que propone De Mello, no se corresponde simultáneamente con un despertar a la conciencia y al compromiso social y político concreto y visible con los oprimidos o los más desfavorecidos, es que entonces su mensaje no es más que otro de los opiáceos y sucedáneos para olvidarnos de nuestra responsabilidad individual con nuestros semejantes.

Ejercicio 15: AQUÍ y ALLÁ

En nuestra imaginación se esconde una fuente, insospechada y desaprovechada, de vida y de Poder. Antes de comenzar a enseñarte a utilizarla en la contemplación, quiero descubrirte esta realidad proponiéndote una experiencia.
Cierra los ojos. Adopta una posición descansada. Durante unos momentos trata de calmarte practicando uno de los ejercicios de conscienciación. Para que tu fantasía pueda trabajar es importante que tu mente esté en calma, reposada y en paz…
Ahora trasládate con la imaginación a algún lugar en el que te hayas sentido feliz en el pasado… Una vez elegido el lugar, dedica unos minutos a captar todos los detalles del lugar… Para ello, pon en juego cada uno de tus sentidos imaginativos: ve cada uno de los objetos que hay en el lugar, los colores, escucha de nuevo cada uno de los sonidos, toca, degusta y huele, si es posible, hasta que el lugar adquiera la mayor viveza posible…
¿Qué haces?… ¿Qué sientes?…
Cuando hayas permanecido en este lugar unos cinco minutos, retorna al presente, a tu existencia en esta habitación en la que nos encontramos ahora… Observa el mayor número posible de detalles en la situación actual… Capta, principalmente, lo que sientes aquí… Dedica a esta tarea unos diez minutos…
Ahora vuelve de nuevo al lugar al que viajaste con tu imaginación… ¿Qué sientes ahora?… ¿Se ha producido algún cambio en el lugar o en tus sentimientos?…
Vuelve a esta habitación… y viaja constantemente de un lugar al otro, del lugar del pasado a la habitación en que te encuentras en este momento; hazte consciente, en cada momento, de lo que sientes y de cualquier cambio que pueda producirse en tus sensaciones…
Cuando hayan pasado algunos minutos, te pediré que abras los ojos y pongas fin a la experiencia; te invitaré también a compartir con nosotros tu experiencia si lo deseas.
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En la comunicación que se produce después de este ejercicio, muchas personas dicen que se sienten renovadas y fortalecidas. Con la imaginación viajan a algún lugar en el que experimentaron amor, gozo, paz profunda y silencio en algún momento de su vida pasada… Cuando reviven la escena en su fantasía son capaces también de revivir las emociones que sintieron cuando la escena tuvo lugar por primera vez.
El retorno a la habitación en la que se encuentran actualmente suele ir acompañado frecuentemente de un cierto malestar… Pero, si cambian constantemente del lugar vivido con la imaginación a la habitación en la que se encuentran y viceversa, traen consigo del lugar imaginado una buena dosis de emociones positivas que han experimentado allí. Vuelven renovados y fortalecidos. Y, por extraño que pueda parecer, su percepción de la realidad presente se agudiza. Lejos de ser una huida de la realidad, como muchas personas piensan cuando escapan al mundo de su fantasía, este repliegue les ayuda a zambullirse con mayor profundidad en la realidad presente, a captada mejor y abordada con vigor renovado.
La próxima vez que te sientas cansado y abatido intenta esta experiencia y comprobarás los resultados que te regala…
Quizás pertenezcas al grupo de personas que han empleado con escasa frecuencia el poder de su fantasía Y que al principio encuentran muchas dificultades para imaginar con viveza cualquier cosa. En tal caso, te será necesaria una cierta práctica hasta que llegues a percibir los beneficios de este ejercicio vigorizador. Si perseveras, te sonreirá el éxito.
Cuando intentes realizar este experimento, asegúrate de que tu imaginación trabaja de verdad; de que no te limitas a recordar la escena o el acontecimiento. La fantasía se diferencia de la memoria en que en la fantasía revivo el acontecimiento que recuerdo. No me doy cuenta de mi entorno actual. En mi mente y mi consciencia, me encuentro presente en el lugar revivido por la imaginación. Así, cuando mi fantasía recrea una escena en la playa, imagino que oigo el rumor de las olas, siento de nuevo que el sol quema mi espalda desnuda, siento el contacto de la arena caliente… y, como consecuencia, experimento, otra vez, las sensaciones que tuve cuando sucedió la escena por primera vez.
En otros tiempos quizás hubiera aceptado las quejas de los ejercitantes que me decían: “no puedo orar con la imaginación… Tengo muy poca fantasía”. Tal vez les habría aconsejado emplear otra forma de oración. En la actualidad estoy plenamente convencido de que, con un poco de práctica, cualquier persona puede desarrollar su poder de imaginar y, de esta forma, adquirir riquezas emocionales y espirituales insospechadas.
Si piensas que eres totalmente incapaz de usar tu imaginación, intenta esto: Mira fijamente un objeto que tengas delante de ti. Cierra después los ojos y trata de visualizar mentalmente el objeto. Capta todo el número de detalles que puedas. A continuación, abre los ojos y mira de nuevo el objeto; observa los detalles que no ha recogido tu imagen mental. Cierra los ojos de nuevo y trata de ver cuántos detalles de tu objeto puedes captar ahora, con qué agudeza los percibes… puedes intentar algo semejante con el sentido imaginativo del oído: escucha algunos compases de música en el magnetófono… cáptalos mentalmente… pon de nuevo la cinta y nota los que no has retenido… De esta manera, desarrollarás gradualmente tu poder de imaginar.
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Vamos ahora a espiritualizar el experimento que te he presentado al comienzo del ejercicio. De esta manera conseguirás sacar algún provecho espiritual.
Cierra los ojos y permanece en calma durante algunos momentos…
Ahora viaja con tu imaginación a un lugar en el que hayas experimentado a Dios en el pasado…
Pon en práctica el procedimiento que sugerí para el ejercicio anterior… cambia de un lugar a otro… Mira si puedes recordar algo de la experiencia espiritual que viviste en el pasado y revive en el momento presente algo del poder espiritual que te dio aquella experiencia.
Para emplear tu fantasía con provecho y sacar el máximo beneficio de estos ejercicios, debes encontrarte en un estado de soledad interior profunda. Entonces serán vivas tus imágenes. Podrían llegar a ser tan vivas como la realidad del mundo sensible.
No temas que estos ejercicios te conviertan en un escapista o te hagan soñar despierto. Esto último es peligroso cuando el soñador es incapaz de distinguir entre la realidad sensible y la realidad imaginada o carece de poder para dominar sus sueños a voluntad. Si tienes ese poder, puedes realizar estos ejercicios sin miedo alguno. 1 Ref.De MELLO, Anthony.Sadhana. Un camino de oración./em>Sal Terrae. Santander.1988

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí y si es de tu interés, difunde por favor.
Cala (Huelva) a 28 de noviembre de 2021.

Juan Miguel Batalloso Navas, es Maestro de Educación Primaria y Orientador Escolar jubilado, además de doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, -España–.
Ha ejercido la profesión docente durante 30 años, desarrollando funciones como maestro de escuela, director escolar, orientador de Secundaria y formador de profesores.
Ha impartido numerosos cursos de Formación del Profesorado, así como Conferencias en España, Brasil, México, Perú, Chile y Portugal. También ha publicado diversos libros y artículos sobre temas educativos.
Localmente, participa y trabaja en la Asociación “Memoria, Libertad y Cultura Democrática” En la actualidad, casi todo su tiempo libre lo dedica a la lectura, escritura y administración del sitio KRISIS. Su curriculum completo lo puedes ver AQUÍ.

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